El grupo municipal de Izquierda Unida presentará en el Pleno una moción para pedir la creación de una línea específica de ayudas municipales para personas con celiaquía o sensibilidad al gluten. El objetivo es que dichas ayudas puedan emplearse en la compra de alimentos elaborados, tratados o preparados específicamente para cubrir las necesidades nutricionales de este grupo de población, y reducir el perjuicio económico que les supone. La moción ha sido elaborada con la colaboración de la asociación Segovia Sin Gluten.
Las estimaciones señalan que entre un 1 y un 2% de la población española es celiaca, lo que supone que en España puede haber entre aproximadamente 500.000 y 950.000 personas con esta enfermedad. En el municipio de Segovia estaríamos hablando de entre 500 personas y 1.000 personas enfermas. No obstante, también se calcula que aproximadamente un 75 por ciento de las personas con celiaquía del país no están diagnosticadas (algunas asociaciones hablan incluso de un 80 por ciento). Hablamos de una enfermedad cuya prevalencia a nivel mundial está sufriendo un incremento significativo.
La celiaquía no solo afecta de forma negativa a la salud de las personas que la sufren, sino que también supone un alto coste económico por la necesidad de adquirir alimentos específicos que encarecen la cesta de la compra. Según el último Informe de Precios elaborado por la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), el actual gasto destinado anualmente a la adquisición de productos sin gluten es de 1.704,40 euros, 167,57 euros más con respecto al informe de 2023. Las personas que se ven obligadas a comprar productos sin gluten acaban pagando unos 1.087 euros más al año que el resto.
Otro estudio realizado recientemente por la asociación de consumidores FACUA revela que existen diferencias de precios de hasta un 494% en alimentos aptos para personas celiacas con respecto a otros de similares características pero con gluten. Las versiones sin gluten de los productos que encontramos en los principales supermercados son de media un 158% más caras, según afirma la asociación. Hay que recordar que se trata de alimentos básicos como pan o harinas.
Esta notable diferencia de costes es lo que ha llevado a algunos ayuntamientos, diputaciones y autonomías a promover ayudas destinadas a individuos y familias en cuyo ámbito existan más personas con celiaquía o con sensibilidad al gluten.