Un taller de Rubens en la Catedral de Segovia: nueva exposición por el V Centenario

El viernes 11 de abril, a las 12:00, se ha inaugurado en la capilla de La Piedad la exposición «La Leyenda de San Jorge» con la obra del taller de Peter Paul Rubens Paisaje con San Jorge y el dragón. En el acto de presentación ha intervenido el deán de la Catedral, Rafael de Arcos Extremera, el canónigo responsable de salas, José Antonio Velasco Pérez, el propietario de la obra, Alberto Carralero, y para finalizar, el obispo de Segovia, Jesús Vidal Chamorro. 

Esta pintura ya se puede contemplar con una puesta en escena expositiva en la que se incorpora información artística de la obra, autor y procedencia junto con el relato iconográfico. Hasta enero de 2026 el lienzo, salido del taller del más conocido y reconocido pintor del barroco flamenco, compartirá espacio con el retablo Llanto sobre Cristo Muerto del escultor de la escuela castellana Juan de Juni. 

El Cabildo de la Catedral ha trabajado estrechamente durante estos meses con el propietario de la obra y el equipo técnico encargado del diseño del mueble para que se contase con todas las garantías durante su estancia en el templo y una correcta lectura. Previamente, el lienzo de grandes dimensiones que representa la leyenda de San Jorge y el dragón en un amplio paisaje, fue restaurado y sometido a un estudio de laboratorio para profundizar en los materiales empleados y aportar información sobre la procedencia. En relación a su origen, esta pintura está fechada hacia el año 1634 y es una copia de la original, pintada en 1630 por Rubens durante su estancia diplomática en Londres con el propósito de honrar al rey de Inglaterra Carlos I.

Esta iniciativa con motivo del V Centenario es una oportunidad para poder conocer esta obra que se expone por primera vez de manera pública a nivel internacional en la Catedral. Su categoría artística se une al atractivo de la historia que encierra, la conocida leyenda de la princesa salvada por San Jorge, santo muy popular y venerado en numerosos países y que evoca el triunfo del bien sobre el mal.

El horario de visita es de lunes a domingo de 09:30 a 18:30, y a partir del 21 de abril hasta el 18 de septiembre, de 09:00 a 21:30, último pase media hora antes del cierre. 

Peter Paul Rubens fue uno de los artistas más destacados y prolíficos del siglo XVII. Para atender los numerosos encargos que recibía estableció uno de los talleres artísticos más grandes de Europa, donde colaboraron artífices como Van Dyck, Jordaens o Snyders. Su prudencia e intelecto lo llevaron a ser pintor de la corte de la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos, y a cumplir importantes misiones diplomáticas en su nombre, también en España entre 1603-1604 y 1628-1629.

Tras su paso por España, de 1629 a 1630 el pintor estuvo de embajada en Londres. Allí inició el lienzo Paisaje con San Jorge con el que quería honrar a Inglaterra. Sin terminarlo, lo llevó a Amberes donde fue completado en su taller. En 1634, el embajador británico Endymion Porter lo compró y regaló a Carlos I de Inglaterra. Actualmente, la obra se encuentra en el castillo de Windsor y pertenece a la Royal Collection.

La pintura, expuesta con motivo del V Centenario de la Catedral de Segovia, es una copia realizada hacia 1634 en el taller de Rubens antes de que el adquirido partiera hacia Londres. Esto se evidencia en su fidelidad al original, lograda mediante dibujos y cuadrículas de transporte. El análisis técnico revela el uso de materiales típicos de Rubens, una preparación característica de sus lienzos y colores costosos como el azul de lapislázuli.

En 1839, el cuadro formaba parte de la colección de Alejandro María Aguado, marqués de las Marismas, cerca de París. Tras su muerte, Napoleón III lo adquirió y lo regaló a su médico, el doctor Germain Sée. Expoliado por los nazis en 1944, fue devuelto a la familia en 1950, vendido en subasta, robado en 1967 y, posteriormente, recuperado. Tras varias ventas, está ahora en manos de su actual propietario.

Paisaje con San Jorge y el dragón es un lienzo de casi tres metros de largo por un metro sesenta y cinco de alto que encierra la conocida leyenda y la historia de fe de su principal protagonista. Jorge, nombre que proviene del griego georgós y que significa el que trabaja la tierra o agricultor, era un soldado romano del siglo III d.C que formaba parte de la guardia personal del emperador Diocleciano. En el año 303 el emperador emitió un edicto que mandaba la persecución de los cristianos. Jorge confesó que él también era cristiano y Diocleciano ordenó su tortura para que apostatase, pero no renunció a Cristo y fue decapitado el 23 de abril de ese mismo año. 

En torno a san Jorge, en el siglo IX, se gestó la historia popular, que tres siglos más tarde aparece recopilada en la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine, obispo de Génova. En ella se narra la lucha del bien, representado por san Jorge, “soldado” de Dios, contra el mal, el dragón. Cuenta que el santo llegó a una ciudad en la que un terrible dragón habitaba un lago. Para apaciguarle y alimentarlo, los habitantes del pueblo tenían que lanzarle animales diariamente. Cuando se agotaron, se vieron obligados a entregarle personas, elegidas por sorteo hasta que le tocó a la hija del rey, Cleodolinda. San Jorge la rescató dando muerte al dragón y la hazaña llevó a los habitantes del reino a convertirse al cristianismo dando gracias a Dios.

La lectura simbólica está en relación con el reinado de Carlos I de Inglaterra, para quien Rubens pintó la obra. San Jorge, patrón de Inglaterra, tiene en esta pintura los rasgos del monarca, mientras que la bandera inglesa es visible en el estandarte del santo. Por lo tanto, esta obra es también una alegoría política que muestra al rey con las cualidades de guerrero y santo que debía tener un buen soberano.

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