La Lonja de Segovia, que se reúne semanalmente en los salones de la Federación Empresarial Segoviana (FES), decidió esta semana no marcar precios del cereal, por el bajo nivel de operaciones que llevan a cabo, y como medida de protesta ante la crítica situación que atraviesa el sector cerealista. Esta decisión, que también se ha tomado en otras lonjas de Castilla y León, pone de manifiesto el malestar creciente entre los agricultores por los precios actuales del mercado, considerados insostenibles para la viabilidad de las explotaciones.
Desde ASAJA Segovia se advierte de que los precios actuales hacen inviable la actividad empresarial vinculada al cereal. A esta situación se suman unos costes de producción cada vez más elevados y un contexto de incertidumbre que se ha agravado desde finales de 2022. “Es incomprensible la situación que vivimos: los precios no cubren los costes, y la ley de la cadena alimentaria sigue sin aplicarse”, denuncian desde la organización agraria.
La campaña de cosecha ya ha comenzado en varias localidades de la provincia, con rendimientos de cebada que se sitúan entre los 2.800 y los 5.000 kilos por hectárea, en niveles que se califican de “aceptables a buenos”. Sin embargo, los cultivos de trigo presentan una notable afección por hongos, lo que ha llevado a ASAJA a pedir que se autorice la quema de rastrojos como medida sanitaria, con el objetivo de reducir enfermedades y la dependencia de productos fitosanitarios.
Desde la organización agraria se reclama una actuación inmediata de la administración para frenar el deterioro del sector cerealista, con políticas efectivas que garanticen precios justos y un cumplimiento real de la legislación vigente. “Todo lo propuesto hasta ahora no ha hecho más que empeorar la situación”, lamentan, al tiempo que hacen un llamamiento al Gobierno para que escuche y atienda las demandas del campo.
