Llueve sobre mojado, torpeza tras torpeza, cacicada tras cacicada. La misma directiva que se instalaba de forma ilegítima en el club, tras un “proceso electoral” en el que se saltaban los principios democráticos elementales de cualquier proceso de este cariz así como violar las dos leyes que regulan estos procesos, después de organizar en plena pandemia una barbacoa en una instalación municipal https://cedrus.home.blog/2020/09/24/el-c-d-la-granja-de-barbacoa-en-plena-pandemia-y-en-el-campo-de-el-hospital/ , después de pisotear durante un año los estatutos del club y por ende los derechos de sus socios, esta Junta Directiva vuelve a reincidir en la ilegalidad, incumplimiento e irresponsabilidad. Todo esto puede quedar muy gracioso para ser los más chulos del pueblo, pero para poco más. Poco quieren y poco les importa el club, lo vuelven a demostrar con creces.
Esta Junta Directiva nos vuelve a demostrar que es el problema, el mayor problema de este club, y no la solución, por mucho que se agarren, aferren y tengan secuestrado al club. Si toda la aportación de esta Junta Directiva es comprar unos chubasqueros y camisetas y meter al club en líos, flaco favor le hacen al mismo.
Conocíamos el pasado sábado, a través de www.elacueducto2.com , la nueva hazaña de estos intrépidos directivos. No, no fue suficiente para esta Junta Directiva organizar una barbacoa en plena pandemia, que ahora nos sorprenden nuevamente saltándose las normas Covid 19, poniendo en peligro la salud de todos, sin ningún rubor.
Se han convertido en los mayores mancilladores del nombre del club. Estos son los “nuevos”, hermanos gemelos de los anteriores. En poco se diferencian, pensaban que nos la estaban colando a todos, y al final más de lo mismo. ¿Todo esto es lo que tenía que aportar esta Junta Directiva?, ¿todo esto es lo son capaces de hacer?, ¿este es el modelo de club en el que creen?, ¿este es su modelo de gestión?
Si les importara el club, un mínimo, antes de que todo esto trascendiera habrían presentado las disculpas y la pertinente dimisión por el daño reiterado causado, pero poco les importa el CD La Granja, lo siguen demostrando con creces. Les importa usar el club de plataforma para conseguir caciquear en un pueblo de 5.200 habitantes, y ser “alguien en sus calles”. Vuelven a demostrar lo que les importa, y que prefieren dejar el club como un solar antes que irse a sus casas. Son como el caballo de Atila del club, donde pisan no crece hierba.
El pasado sábado se disputaba en el Campo Municipal de El Hospital, el partido que enfrentaba al C.D. La Granja frente a la Cebrereña. Una semana en la que la Comunidad Autónoma de Castilla y León se encuentra en Estado de Alarma, con toque de queda y con todos los bares y restaurantes cerrados, con muchísimas familias pasando apuros por ese cierre y asfixiados con hipotecas, pagos y sin ingresos, pero no había mejor plan para esta directiva que abrir el bar y hacer caja. ¿Qué pensarán todos esos hosteleros que no pueden trabajar tras ver esto?
Pues bien con ese escenario, la empatía, la solidaridad, la responsabilidad, la soberbia, la humildad y el criterio de la brillante Junta Directiva no tomaba mejor decisión que abrir el bar de El Campo de El Hospital, como si no pasara nada, para dispensar refrescos, cafés, cervezas, chuches… Como si ellos estuvieran al margen de la ley, al margen del mundo. Es lo que se creen, propietarios y amos del club, del pueblo y ellos ponen las normas, y el que no fuera. O con nosotros, o contra nosotros, así lo entienden ellos, este es su modelo de gestión.
En la segunda parte, una patrulla de la Guardia Civil se dirigía al bar para clausurar el mismo y abrir y elevar una propuesta de sanción que trasladaban a la Subdelegación del Gobierno, y que según confirman se está tramitando esa propuesta para sancionar, ya que sigue y avanza su curso.
El pasado 3 de noviembre la Junta de Castilla y León aprobaba el acuerdo 76/2020 para establecer los niveles de alerta sanitaria, en el que se recogía entre varias cuestiones la regulación en materia deportiva, la prohibición de actividad en recintos deportivos, la no presencia de espectadores en pabellones….
Un niño de 10 años sería capaz de comprender, interpretar y aplicar lo que dice la normativa, pero la Junta Directiva del C.D. La Granja, parece que juega en otra liga, viven en un mundo paralelo en el que ellos deciden qué se puede hacer y que no.
No caben interpretaciones, no caben dobleces: “ NO SE PODRÁ COMER NI BEBER DURANTE LOS ESPECTÁCULOS”, así que incumplían doblemente la normativa, primero al abrir un bar, que estaba prohibido y dispensar bebida y comida, y permitirlo. Doble infracción, una les parecía poco. También deberían ser conocedores de que no está permitido presenciar el encuentro de pie, solo se puede hacer sentado, pero parece que esta directiva tampoco se enteró de ese punto.
Javier Montero, presidente del C.D. La Granja, afirmaba el mismo sábado en elacueducto.com https://www.acueducto2.com/la-guardia-civil-cierra-el-bar-del-campo-de-futbol-de-la-granja/107590 que “cree que es algo legal”. Un presidente de un club deportivo no está para creer o dejar de creer, a nadie le importa lo que crea, está para gestionar, para cumplir y hacer cumplir la normativa, para no meter en problemas a ese club, para dar ejemplo a través del deporte. Parches, justificaciones infantiles, tiritas para justificar lo injustificable. Tres días después, tras ver que el fuego se le iba de las manos, reculaba afirmando, en El Norte de Castilla https://www.elnortedecastilla.es/segovia/presidente-granja-pide-20201123114618-nt.html que fue “un error” y “actuamos de buena fe” , aquello de a buenas horas…En el Titanic también pusieron las manos para que no entrara agua. Pero ya es tarde, porque el daño ya le han causado, a nivel de imagen, a nivel económico, a nivel de prestigio, a nivel deportivo…
Esta directiva ya carece de credibilidad, ya no tiene crédito, nadie les cree, ni los que comparten todas las tardes y están dentro creen en ellos, pero no les importa, ellos la silla y solo la silla, y permanecer dentro del cortijo que se han montado a costa del club.
Esta directiva tiene que dejar de reírse de los socios, dejar de faltar a la inteligencia de la gente y dejar de pisotear el club. El mejor servicio que puede prestar esta Junta Directiva es pedir disculpas, abonar de su bolsillo la sanción e irse a sus casas. Es el mayor favor que pueden hacer al club, y lo que más habría que agradecerles.
El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. Esta nueva normativa era y es conocida por todos los clubs de Castilla y León, y se viene cumpliendo desde el 3 de noviembre. Incluso algunos de ellos han publicado esa normativa en sus perfiles de las redes sociales. Parece que el presidente del C.D. La Granja anda muy ocupado haciendo collages de fotos, limpiando las botas de los jugadores y haciendo política, y no tiene tiempo de saber lo que se puede y no puede hacer.
Nadie con dos dedos de frente, nadie con más de dos neuronas para pasar el día puede defender, puede justificar y minimizar lo ocurrido, nadie puede defender que no se cumpla la ley. No hay posible defensa.
Un bar que es vox populi por sus reiteradas irregularidades e ilegalidades, habría para escribir un libro solo con todo lo que ocurre en esos escasos metros cuadrados, con la connivencia de las autoridades, que miran para otro lado, y de una Junta Directiva que se ve libre de hacer lo que guste.
Se daba el presidente del club golpes en el pecho en el mes de julio, presumiendo de un protocolo propio, decía que “ más estricto que el de las propias federaciones”, pues bien, parece que el que redactó el protocolo, les permitía hacer barbacoas y hacer lo que les venga en gana.
Se preguntarán ¿y el Ayuntamiento qué? Pues no olvidemos que El Campo de El Hospital es una instalación MUNICIPAL. El C.D. La Granja no es propietario del campo, aunque lo parezca, aunque actúen como tal. ¿Qué medida de control, supervisión e inspección está realizando el Ayuntamiento sobre todo que ahí acontece? Pues ninguna, mirar para otro lado, restar importancia y reírles las gracias.
¿Pero cómo va hacer algo la Teniente alcalde del Ayuntamiento contra el C.D. La Granja si su marido es el presidente?, ¿Cómo va el equipo de gobierno a mover un dedo si tienen instalada en la Junta Directiva a la Secretaria de Organización de la agrupación que representan en el consistorio? Es la misma persona que el Ayuntamiento puso en Cultura, para luego quitarla, y ahora se la han endosado al club. Ya saben, aquello de entre bomberos no nos pisamos la manguera. Se entiende todo muy rápido, demasiadas casualidades ¿por quien nos toman? , ¿de quien se ríen?
Suyas son las conclusiones.
Es lo que ocurre cuando todo se mezcla, cuando se traspasan unas y otras líneas, sin rubor, cuando se politiza un club hasta el vómito, como han politizado lamentablemente el C.D. La Granja, hasta conseguir que nadie se sienta representado por el mismo. Se han convertido en los Bartomeu del fútbol pobre, flaco favor están haciendo al club.
¿Qué más tiene que ocurrir para que el Ayuntamiento intervenga?
Aquello de que las administraciones tienen que cumplir y hacer cumplir ha quedado lejos, no va con el Ayuntamiento del Real Sitio. Mejor mirar para otro lado, permitir y quitar importancia, que son nuestros coleguitas. Deben pensar que el club les pertenece, el campo es de ellos. Cualquier administración, después de la pasada barbacoa, habría dado un serio aviso, y abierto el correspondiente expediente sancionador, pero prefirió justificarlo y defenderlo. Tras lo ocurrido el pasado sábado, poco menos que cualquier administración expulsaría al club del campo, tras el pertinente expediente sancionador e incumplimiento del acuerdo de cesión del campo. Pero aquí no, es tal la confianza ciega que tiene el Ayuntamiento en esta directiva, que confían en ellos plenamente, ponen las dos manos en el fuego por ellos y los vínculos son tan, tan estrechos, que les ríen las gracias. Poco menos que tienen carta blanca para hacer y deshacer a su antojo, con una instalación pública.
¿Merece esto el club?, ¿beneficia esto a la imagen del Ayuntamiento?, ¿saben en qué lío vuelven a meter al club?, ¿asume este Ayuntamiento toda la responsabilidad de todo lo que está ocurriendo ahí dentro?
Una directiva que no debe ser consciente aún del brete en el que meten nuevamente al club. Un club que no es de ellos, aunque lo crean y lo gestionen como si fueran amos y señores. Pues bien, ahora será la administración la que decidirá la gravedad de los hechos, que en ningún momento será una infracción leve, como poco grave o muy grave será considerada esta ilegalidad.
Las sanciones son las siguientes:
1. A las infracciones muy graves les corresponde una sanción de multa entre 60.001 y 600.000 euros.
2. A las infracciones graves les corresponde una sanción de multa entre 3.001 y 60.000 euros.
3. A las infracciones leves les corresponde una sanción de multa entre 100 y 3.000 euros.
¿Les compensaba sacar 200€- 300€ en ese bar y exponer al club a esta situación? Por lo que se ve jugada redonda. Si gestionan así todo, miedo da lo que tiene que estar de puertas para dentro. No se pueden hacer peor las cosas, no se puede gestionar tan mal. Deberían estar avergonzados, pero la soberbia impera, con el respaldo de un Ayuntamiento.
¿Y a nivel deportivo?, pues ya veremos si afecta o no, de momento la Real Federación Española de Fútbol dejó claro que el incumplimiento de la normativa Covid, “podría acarrear la expulsión de los equipos de la competición” , veremos en qué queda.
¿Son conscientes en esta Junta Directiva del embrollo en el que han metido al club?, ¿estos señores son los encargados de la seguridad y de la salud de cuerpo técnico, jugadores y espectadores?. Miedo da si interpretan así la normativa.
Ni los socios, ni el club son responsables de esta nueva irresponsabilidad de su directiva, que suponemos que ya estará rompiendo las huchas para pagar esa más que posible sanción económica. Ni puede, ni debe ser el club el que asuma la responsabilidad que no tienen. Que hagan como Lola Flores y vayan recogiendo dinero por el pueblo para pagar la sanción o repartan huchas por los bares para hacer una colecta, como se hacía en las Herriko Tabernas, pero que lo paguen, porque el club no puede pagar el pato de la lamentable irresponsabilidad e incapacidad de estos dirigentes.
Es muy fácil disparar con pólvora (dinero) ajena, subvenciones públicas, dinero de socios y patrocinadores. Si ese dinero fuera del bolsillo de los miembros de la Junta Directiva, ya verían como serían más cuidadosos, pero la fiesta la pagan otros.
¿Merece el C.D. La Granja esto?, ¿merecen esto sus socios?, ¿merecen esta Junta Directiva? Pues nada, que algunos sigan riéndoles las gracias, flaco favor hacen al club, y son cómplices de ellos. Nadie sensato puede defender que un grupo de cinco personas cometa estas ilegalidades en nombre de un club.
Luego se sorprenden y salen llorando en los medios de comunicación de que nadie quiera ir a jugar al club, cada vez con menos socios, que no vaya gente al campo, que el pueblo dé la espalda al club, que no haya masa social… Siguen sin entender nada, por que solo les preocupa aferrarse a la silla, y seguir dentro del cortijo. Nadie que quiera minimamente al club, le pondría en esta tesitura, pero a ellos les da igual el club, los socios, la plantilla, la categoría, los espectadores…Solo les importa el club para la promoción personal de ellos, tener el club controlado y seguir ellos en la silla, prefieren la desaparición del club, a irse a su casa.
El cuerpo técnico, la plantilla, los socios, los aficionados, el pueblo, su Ayuntamiento, patrocinadores tienen que estar muy agradecidos a esta Junta Directiva por poner de nuevo al club a los pies de los caballos, por manchar el nombre del club y el municipio que representan, por convertir el club en el peor embajador del pueblo y conseguir nuevamente que se hable de todo menos de lo deportivo, que en vez de hablarse de la victoria del pasado sábado se hable de las irregularidades e ilegalidades de esta Junta Directiva, eso es lo que hay que agradecerles. Está tardando el Ayuntamiento en ponerles también el nombre a un campo de fútbol por su brillante gestión.
El peor enemigo de este club es su propia directiva, y los que han degradado al club, no pueden ahora autoproclamarse como regeneradores del mismo. ¿En qué manos hemos dejado el club? Hagan apuestas ¿cuánto tardarán en meter al club en un nuevo lío?, ¿en que ha mejorado el club?, ¿por comprar unos chándales, chubasqueros y sudaderas ya hay que perdonarles todo?, ¿les permite la humildad a esta Junta Directiva preguntarse por qué son el único club que siempre está en la palestra por estos asuntos? Hemos puesto al zorro al cuidado de las gallinas.
Afirmaba con rotundidad y recientemente un histórico socio del club “ apoyamos al club, pero no a este presidente” , pues en esas andamos.
Mala, muy mala suerte la que tiene este club con sus dirigentes. ¿Quién salvará al C.D. La Granja de esta Junta Directiva?
Todas las fotografías que ilustran este artículo están tomadas el pasado día 21 de noviembre, en las que no hace falta describir para ver el absoluto descontrol que allí existía.