Comienzo esta nueva aventura quincenal, #YoYMisCosas, en un día festivo: 23 de abril, Fiesta de Castilla y León, Día de Villalar; en definitiva, el día de nuestra tierra, de nuestra Comunidad Autónoma. ¡Cuánto mejor nos iría si la sintiéramos más “nuestra”!
Cuando se publiquen estas líneas yo estaré en tierras vallisoletanas visitando, un año más, las tierras que fueron testigo de la derrota de los Comuneros allá por 1521. Recuerdo ahora el comentario de algún amigo de “la otra Castilla”, que siempre que tiene oportunidad me recuerda cómo es que nos dio por celebrar una derrota…. Y yo siempre he respondido que una derrota nunca se celebra, pero que desde luego vale la pena recordar y subrayar la gesta de quienes hace más de 500 años ya tenían claro que merecía la pena luchar por las libertades.
Y en esas seguimos en esta bendita tierra; luchando, digo, porque nos queda tanto y tanto por avanzar en sentimiento de pertenencia a esta Comunidad, que la hazaña se nos antoja casi imposible. Y hablando de lucha (bien entendida la palabra despojándola de tintes belicistas), también tenemos que seguir en aquélla que nos ayude a consolidar libertades, avances y derechos que creíamos sobradamente firmes y que ahora, por obra y gracia de la extrema derecha, que ocupa puestos de mando en nuestro gobierno autonómico, no parecen suficientemente sólidos.
En lo del sentimiento de pertenencia quien tiene que poner toda la carne en el asador (y hasta el momento no ha preparado ni las brasas) es el gobierno autonómico. Algo que los sucesivos presidentes se han venido tomando con calma y a la vista están los pocos frutos cosechados en este ámbito. Y en lo de no dejar que nos sustraigan ni una mínima parte de los avances logrados, todas y todos tenemos que alzar la voz, arrimar el hombro y rechazar con contundencia los discursos y las políticas de los retrógrados que, gracias al señor Mañueco, ahora tienen mando en plaza.
Pero volvamos a Villalar, a su Monolito, a su Campa, a sus carpas y escenarios… a un entorno en el que debería estar concentrada la celebración del Día de Castilla y León. Y digo debería, porque este año, la última ocurrencia de nuestro gobierno autonómico ha sido descentralizar más y más la celebración, organizando saraos por doquier. A simple vista podría parecer una “idea guay” para acercar el Día de nuestra tierra a quienes no se desplazan hasta Villalar. Pero no es oro todo lo que reluce y detrás de ello subyace la intención de “descafeinar”, aún más, Villalar. Y eso, queridos lectores, está muy feo viniendo de quien debería hacer todo lo contrario.
Pero claro, ¿qué podemos esperar de un gobierno autonómico que año tras año planifica su visita a Villalar a primerísima hora de la mañana, como de puntillas, para que casi nadie vea al presidente popular de turno? ¿Qué podemos esperar de quién ha dejado la otrora Fundación Villalar sustituida por la Fundación Castilla y León, en manos del partido de ultraderecha; sí, de ése que no cree en el Estado de las Autonomías?.
Llevan décadas demostrándonos que no podemos esperar nada. Por eso hay que seguir demostrándoles que la memoria de las comuneras y comuneros y de todo lo que supusieron, no se va a perder, ni a arrinconar, ni a desprestigiar, ni a diluir. Que hemos ido y vamos a seguir yendo a Villalar. Que creer de verdad en nuestra tierra, sus potencialidades y su futuro, no pasa por retroceder, sino por avanzar. Que exigimos RESPETO por una tierra que merece mucho más.
¡Nos vemos en Villalar, con orgullo, con esperanza, con altura de miras!
¡Nos vemos en cada rincón de nuestra tierra sintiéndonos orgullosos de nuestra Comunidad Autónoma!
¡Ah! ¡Y reivindiquemos sin pudor ni miedo lo nuestro! (También ante los grandes medios de comunicación que hoy dedicarán espacios de varios minutos a otras celebraciones y nos volverán a dejar un poco, o bastante, de lado).
Que hoy es día de libros y de rosas, sí; pero también es un día COMUNERO.
¡Viva Castilla y León!
Rubén García de Andrés
¡¡¡Vivan los comuneros y comuneras.!!!!!
Los que no podemos físicamente estar en Villalar, estamos de corazon, con todos-as los que allí estáis ondeando la bandera de Castilla y León.