Cómo una novia plantada ante el altar, dejaba sola José Mazarías, alcalde de Segovia, a Esther Núñez, portavoz de VOX en el consistorio segoviano. El mismo grupo en el que se apoyaba Mazarías en el mes de enero para aprobar los primeros presupuestos de los populares.
Pasadas las 23:00 horas del jueves 2 de mayo, VOX enviaba una convocatoria a los medios de comunicación, en la que anunciaban la presentación del “acuerdo de gobierno de la ciudad”, que anticipábamos en CEDRUS https://cedrus.es/2024/05/02/pp-y-vox-alcanzan-un-acuerdo-de-gobierno-en-el-ayuntamiento-de-segovia/, anunciando a su vez en exclusiva la posibilidad de la inclusión de Núñez en el equipo de gobierno tras un acuerdo firmado por los Grupos Municipales del Partido Popular y VOX. Un acto en el que estaba anunciada la presencia del acalde, así como los tenientes de alcalde de los populares, junto a la portavoz de VOX.
VOX, a primera hora de la mañana del viernes, modificaba la convocatoria para trasladarla a la Casa de la Lectura, para “dar cuenta de las conversaciones para un acuerdo de gobierno”.
Firme, segura y “valiente” se presentaba Esther Núñez, vestida de blanco y beige, para asestar una estocada que deja herido, muy herido, a Mazarías. Parece que con la información que reúne Núñez, bien podría haber dejado liquidado al regidor segoviano, pero parece anteponer entrar en el equipo de gobierno, a rematar al alcalde, al que ha puesto contra las cuerdas, pero no quiso sacar toda la artillería, que podría ser la puntilla para el alcalde.
En una intervención leída y también con preguntas, de algo de menos de 20 minutos, en la que Núñez fue relatando lo ocurrido para desatar una reacción de perplejidad ante todo lo que iba contando, no por inverosímil, sino por la torpeza en el uso de tretas y la nefasta estrategia de los populares.
El acuerdo se mostró durante varios minutos, para que se pudiera comprobar la rúbrica de José Mazarías: “Esto es lo que hay” afirmaba Núñez sonriente. Parece difícil, por no decir imposible, creer que VOX haya fabulado y montado todo este guión, con no se sabe qué fin, que haya falsificado firmas y que se haya inventado un acuerdo que no existe. La credibilidad de Mazarías está en números rojos. Difícil que un ciudadano pueda creer a este alcalde, que arremete contra todo el que piensa diferente a él.
El acuerdo contemplaba 25 puntos https://cedrus.es/2024/05/03/documento-integro-del-acuerdo-de-gobierno-entre-el-pp-y-vox/, con muchos temas como potenciar servicios sociales, turismo…Un acuerdo que recoge la negativa de VOX de subir el sueldo del equipo de gobierno, como lleva desde el inicio de la legislatura intentando Mazarías, medida sobre la que Núñez afirmó estar “absolutamente en contra”. También el acuerdo recoge la incorporación de Núñez al equipo de gobierno, asumiendo la Concejalía de Industria, Comercio y Mercados, cómo anunciamos en CEDRUS este pasado jueves, concejalía que, en estos momentos, asume José Luis Horcajo.
El día 26 de diciembre, lejos de Segovia, en un hotel en Madrid, se avanzaba en las negociaciones. “Una vez acordado se comprometieron a firmarlo en febrero, tan pronto como pasaran las elecciones gallegas” aseguraba Núñez, y el 18 de abril llegaba esa firma. Se acordaba que el 3 de mayo “manifestado por escrito”, fuera la fecha elegida para anunciar el acuerdo. Las pruebas que atesora y guarda Núñez, pueden acabar de hundir a un alcalde envuelto en la polémica desde su toma de posesión.
El 2 de mayo se reúnen por parte del equipo de gobierno el jefe de comunicación del consistorio y por parte de VOX la portavoz de la formación y su jefa de comunicación, para organizar y preparar esa rueda de prensa del viernes 3 de mayo y a mediodía, para “sorpresa” de VOX, empiezan a cruzarse llamadas y mensajes indicando que «la dirección del Partido Popular no les dejaba firmarlo hasta las elecciones europeas”, afirmaba Núñez.
Desde que VOX recibe esa comunicación la formación traslada “que esto no es serio, y que se sentían engañados y estafados” se mostraba contundente Núñez y reivindicaba “que los segovianos merecen saber la verdad”.
“El PP se arrodilla ante la izquierda” denunciaba la portavoz, haciéndose valer como “el único partido que puede dar estabilidad” al equipo de gobierno. Continuaba su alocución exigiendo que “Segovia se merece un gobierno estable”, para pedir a Mazarías que “recapacite y cumpla su palabra”, apelando a que “se lleve el acuerdo a su fin, respetando todo lo acordado”.
Una situación bochornosa, lamentable y vergonzante la que ha puesto Mazarías sobre la mesa y que la portavoz de VOX calificó de “inadmisible”.
Cerraba su intervención Núñez, enviando un aviso a navegantes: “No seguiremos perdiendo el tiempo y decepcionando a los segovianos”. Recogía sus papeles del atril y salía de la rueda de prensa, absolutamente reforzada frente a un alcalde en caída libre.
A partir de la rueda de prensa de la portavoz de VOX, el silencio se instalaba en el Partido Popular, un silencio que resonaba en toda la ciudad.
Para romper su silencio a última hora del viernes (tras 8 horas sin reacción), se enviaba una nota de prensa, para mentir a los segovianos, muy alejada del estilo habitual del consistorio y que parece que ha sido supervisada por instancias superiores, para asegurar “que en este momento no existen alianzas con ninguna formación”. Una patada de balón hacía delante, una huida para ganar tiempo que no va a serle suficiente a un alcalde que sale trasquilado y mermado, aunque este domingo se presentaba como si no fuera con él la fiesta en la Marcha de las Mujeres y en el partido de la Gimnástica Segoviana, a repartir besos, abrazos y hacerse selfis, como si fuera Beyoncé. ¿A quién va culpar de sus males ahora Mazarías?, ¿a los feriantes?, ¿a la oposición?, ¿a Pedro Sánchez?… A Mazarías se le agotan las excusas, se le agotan los culpables, y se le acumulan las mentiras, tantas o más que las de Pedro Sánchez. Segovia está cansada de un alcalde que solo crea problemas y no aporta soluciones, y vuelve a demostrar que el Partido Popular ha puesto a un pirómano como bombero. Poco debe importarle al alcalde esta nueva y profunda crisis en la que se ha metido, él solito, ya que cerraba el día, el viernes, cenando en un céntrico restaurante con su mujer, como si la cosa, de nuevo, no fuera con él. Los segovianos no merecen un alcalde que les mienta.
¿Qué credibilidad puede tener un alcalde que en junio de 2023 afirmaba “que no ofreceré un pacto a nadie, hablaré con todos” y en el mes de diciembre se sienta con VOX a pactar? ¿Qué credibilidad y confianza va a despertar un alcalde que firma un documento y no es capaz de cumplir? ¿Qué confianza va a transmitir un alcalde que desayuna por la mañana con Ciudadanos y por la noche cena con VOX?
Mazarías ha recibido un tirón de orejas de su partido. Génova desautorizaba esta estrategia de Mazarías, pero no los populares segovianos, que callan, otorgan y miran hacia otro lado como si no conocieran al regidor. Desde instancias más altas han visto como un desafío tal acuerdo de gobierno, cuando el líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijoo, ha asegurado la necesidad de “distanciarse de VOX”. ¿Desobedece Mazarías al líder nacional? ¿Se ha convertido Mazarías en un verso suelto y libre dentro del partido? Los populares no pueden seguir mirando hacia otro lado con un alcalde que está dilapidando los 11.071 votos, pisoteando la marca PP y ensuciando el nombre de la ciudad.
A dos meses de cumplir el primer año de este caótico equipo de gobierno, en nada ha mejorado la vida de los segovianos y Mazarías solo ha demostrado su absoluta incapacidad para el cometido que le han encargado los segovianos. Segovia le queda demasiado grande a este alcalde, le queda grande el despacho, le queda grande el cargo, le queda grande la ciudad. Cuando uno resta más que suma en un proyecto, lo mejor que puede hacer es recoger sus cosas y salir con la mayor dignidad posible. Mazarías sólo resta, y sólo hay dos salidas: la dimisión o que el PP sea valiente y lo saque del Ayuntamiento antes de que cree un nuevo problema, que lo creará.
Mazarías se autoproclamó el alcalde del cambio y se ha convertido en el principal problema de esta ciudad, una ciudad que no necesita más problemas, que necesita soluciones, y Mazarías ha demostrado que no las aporta.