308 días han pasado desde el pasado día 21 de octubre de 2018, la fecha en la que el jugador segoviano del C.D. La Granja, Víctor Velasco, caía gravemente lesionado frente al Bupolsa, con el diagnóstico de rotura total del ligamento del cruzado anterior de su rodilla derecha. Meses de mucho trabajo en la sombra, de esfuerzo, sacrificio y sufrimiento que acababan con la recompensa de volver a disputar un partido oficial, como así sucedía el pasado domingo en el encuentro del club del Real Sitio frente al Atlético Tordesillas.
Un regreso en el que el jugador está llamado a ser una de las piezas claves del equipo, además de asumir la responsabilidad de la tercera capitanía del equipo después de seis temporadas en el club.
El jugador segoviano relata cómo han sido estos 308 días, cómo lo ha vivido, el aprendizaje adquirido, además de analizar la actualidad del equipo después de disputarse la primera jornada de liga.
308 días después vuelve a disputar un partido oficial.
Cuando me lesioné noté algo diferente, preguntándome qué podía haberme roto. Y ya desde el principio he estado pensando en volver. De hecho he aprendido mucho, es una experiencia con la que he madurado muchísimo, porque no es solo recuperarte de la lesión, son una serie de rutinas de alimentación, de trabajo grupal e individual, gimnasio y ejercicios específicos que tengo que realizar por mi cuenta. Son muchísimas horas de dedicación para volver simplemente a jugar. Ahora, por ejemplo, disfruto mucho más del fútbol, porque antes era algo que quizá no valoras tanto. No sabes que se te puede acabar, y se te acaba. Y cuando no lo tienes, a pesar de que te llevas muchos disgustos, te das cuenta de lo que lo echas de menos. Una vez que vuelves, ya en partidos de pretemporada, el simple hecho de ver que podía hacer diagonales, correr, pasar, pegar a puerta, meter el pie, tirarme al suelo, saltar de cabeza…, cada acción del partido lo piensas y lo valoras mucho. Solo pienso en cada una de las jugadas en las que participé el domingo, y me siento hasta orgulloso de haber notado tan bien la rodilla.
¿Qué tal las sensaciones de volver a tocar el balón en competición oficial?
Bien, bueno, cuando volví, al principio, pegar al balón me dolía. Había hecho muchísimo trabajo, habían pasado siete meses o así desde que ya toqué balón, pero aún así es un gesto nuevo y me dolía al pegarla. Cuanto más fuerte la pegaba, más me dolía. Hay veces que si la pego un pelín mordida o le doy un poco al aire, me duele algo. Pero es como fatiga, cansancio, no es dolor de sensación de rotura, es como debilidad.
¿Qué ha sido lo más duro en este proceso de recuperación?
El día a día. El ver que tus compañeros entrenan o juegan y tú no puedes, echas de menos hasta los entrenamientos.
¿Qué papel ha jugado la cabeza en estos meses de recuperación?
Es lo más importante, yo creo. Soy una persona que intento no darle demasiada importancia a los problemas que ya de por sí se tienen. Es una lesión que no es por así decirlo grave, te lesionas, trabajas, te recuperas. No se te ha muerto nadie, no te quedas sin trabajo, no pasas hambre, porque te has lesionado de la rodilla por un hobby, no se acaba tu vida. Es un fastidio, pero tiene la importancia que tiene. De hecho el pasado domingo volví a jugar con las mismas botas amarillas con las que me lesione. Es una tontería pero para quitarme miedos, para no coger manías ni supersticiones, que no soy nada supersticioso, pero sí que lo hice aposta.
En todo este tiempo no ha perdido la sonrisa.
Es un poco la forma de ser.
¿Llegó a pensar en algún momento que no podría volver a jugar?
No y sí. Poder jugar sabía que podría jugar, por cómo soy, soy bastante cabezota, sabía que físicamente iba a prepararme bien para volver y mejor de lo que estaba. Yo ahora mismo físicamente me encuentro mejor de lo que estaba, mucho mejor, más rápido. Me faltan cosas de competición, pero como a cualquier compañero, porque estamos en la primera jornada. Pero me encuentro más fuerte, más delgado, más rápido, más fino. Pero lo que sí que he pensado es si me merece la pena o no. La decisión mas importante, por eso el papel tan importante que tiene la cabeza, es decidir y asumir los riesgos que conlleva volver. Yo ahora mismo estoy preparado para si me vuelvo a romper, ojalá no, estoy preparado físicamente para no volver a romperme, pero mentalmente hay que estar preparado por si te vuelves a romper que no se te acabe el mundo, que no te vengas abajo porque va a ser un palo duro, pero que hay que seguir adelante, y asumirlo. Es un riesgo que puede pasar, puede pasar mañana o dentro de un año, que pise mal, meta mal el pie o que se vaya la rodilla y me rompa. Y estar preparado para eso. Esa es la decisión más importante que me costó tomar. La tomé porque sé que si me rompo lo asumo, y es cuando quería volver. Es verdad que el tiempo que inviertes en el fútbol te lo estás quitando de otras cosas. Para mí este año quizás ha sido más llevadero y lo he llevado tan bien, porque lo he podido invertir mucho en mi novia, en mi familia, mis padres, mis hermanos, mis amigos, en hacer viajes.
¿Pensó en algún momento de esos 308 días en tirar la toalla?
No, eso no. Porque además me gusta, lo he llevado tan bien porque me gusta prepararme físicamente. No solo me gusta el fútbol, sino también prepararme físicamente para hacer el deporte. Yo lo he llevado bien, soy trabajador, soy concienzudo, soy cabezota y tenía un objetivo que era ponerme bien. Lo que si he pensado es volver o no por el tiempo invertido, si me merecía la pena. A veces pierdo ofertas de trabajo que económicamente me vendrían bien, y que por mi hobby invierto tiempo e incluso dinero, con lo cual pierdes. No solo me gusta el fútbol, me gusta correr, nadar, la bici…para mí el deporte es una forma de vida, un estilo de vida. Por ejemplo, el primer mes que podía hacer muy poco, quizás fue el más duro porque estoy acostumbrado hacer mucho deporte y era un periodo en el que no podía hacer casi nada. Cosas como andar o ir al gimnasio si podía, pero no invertía todo el tiempo que necesitaba para cansarme. No podía incluso dormir, no porque tuviera pesadillas o insomnio, sino porque no estaba lo suficientemente cansado y no dormía. Es una forma de vivir para mí el deporte. Necesito desestresarme corriendo, haciendo deporte, sudando, necesito hacer deporte para dormir bien, para estar feliz, para no ser un ogro o un borde.
¿De que está más orgulloso en todo este tiempo?
Quizás cómo lo he llevado. De no poner excusas, no me gustan las excusas. No ponerme un escudo de “me duele, no puedo hacer esto”, sino de ponerme trabajar y prepararme para volver. Pero ya no solo en el deporte sino también en la vida personal, no poner excusas de «estoy enfadado porque no puedo jugar al fútbol», no es una situación que tienes pero en la vida siempre vas a tener problemas, es un problema más, no pasa nada. Hay que saber llevar los problemas. Por eso me ha servido para madurar mucho, me ha servido para darme cuenta lo importante que para mi es el deporte y valorarlo mucho más, para aprender a convivir con un problema, que era un problema para mí, y que ese problema quedara en eso y no afectara en mi vida día a día. Quizás es eso de lo que estoy más orgulloso.
¿Vuelve un mejor jugador tras la lesión?
Creo que sí, pero no lo sé. Creo que sí porque en el fútbol actual es más importante la cabeza. A pesar de tener solo 24 años he madurado en ciertos aspectos. Y pienso mucho antes de cada acción, pienso mucho antes de cada partido, de cada entrenamiento, de cada calentamiento, en cada rutina en la que antes no tenía o quizás no era tan estricta, como la alimentación, todo. Al final si quiero estar bien para el fútbol, si quiero no volver a romperme, lo tengo en cuenta y antes quizás no tanto. Creo que vuelve un mejor jugador, porque físicamente voy a estar muchísimo mejor, más descansado, voy alimentarme mejor, voy a valorar más cada minuto que juego. Y además me he sentido cómodo en el contacto con el balón.
¿Qué aprendió en estos meses?
Mucho. Quizás es lo que más he hecho. Aprender rutinas de comer bien, de descansar y sobre todo lo que más he aprendido es a establecer prioridades en mi vida, en el fútbol, en todo. Establecer lo que es importante para mí, lo que quiero, lo que no quiero. Al final tienes que tomar decisiones que son importantes. Son 308 días, es casi un año en el que malas decisiones te pueden llevar a perder otro año. No lo he perdido, lo he invertido en aprendizaje, pero ya creo que he aprendido lo suficiente.
Esta será su sexta temporada en el C.D. La Granja, en la que parece que esta llamado a ser una de las piezas claves del equipo.
Bueno, eso lo decidirán los minutos, el mister, el equipo, lo que necesite y lo que no. Yo preparado estoy para jugar muchos minutos. Mi idea es ser importante. El mister me lo ha transmitido, que puedo serlo, pero luego lo marcaré yo en el terreno de juego.
Una temporada en la que asume un nuevo reto, nueva responsabilidad siendo el tercer capitán del equipo.
Al final soy capitán porque te llega por los años que llevas, y porque hay jugadores que llevan más años como Mario Zúñiga, que ha sido un símbolo del club, que lo ha dejado. Está Pluma que sigue, que es el capitán. Por eso no es quizás un salto tan importante. El capitán es Pluma, en Pluma recae la visión de la capitanía. Yo soy tercer capitán, por así decirlo tu papel está un poco respaldado por lo que haga el primer capitán que es Pluma, que es un símbolo del club, que es prácticamente el club. Y tú tampoco tienes tanto peso ni tanta responsabilidad.
Clima raro el que se respira en el club desde la pretemporada con numerosas salidas de compañeros y con ese casting de 40 jugadores.
Ahora se ha normalizado la situación. Ya somos 22 chicos que vamos a estar todo el año. Somos personas, somos jóvenes, son chavales muy majos y que pronto hemos establecido relación. Es cierto que al principio no fue una situación cómoda sobre todo por la incertidumbre de ver 40 personas. El problema no eran solo los 40, es que mañana venían otros 10 nuevos, no sabías quien se iba a quedar y quien no. No podías establecer relación por que no sabias ni quien se quedaba, ni como se llamaban. Tenías chicos cinco seis chicos nuevos cada dos o tres días. Uno que llevaba dos semanas entrenando desaparecía. Ahora se ha normalizado la situación, ahora ya es un equipo y se irán estableciendo vínculos, relaciones y se creará una amistad y se creará un grupo. Pero hasta ahora es un clima raro porque no se ha creado un grupo, pero eso es cuestión de tiempo y no hay ningún problema. El clima raro viene también por la decisión del club de traer una nueva visión de traer gente de fuera para intentar hacer crecer al club, y esa es una decisión que tenemos que respetar. Quizás gente de Segovia o de La Granja no ha tenido ese sitio y eso repercute en todo, es una decisión del club para las buenas y las malas. Traer gente de fuera puede incrementar el nivel o no, pero lo que pase es que quizás en junio esa gente de fuera tenga mejores opciones. No es culpa de los chavales que en junio, o incluso diciembre les pueda llegar una oferta mejor, y decidan abandonar el club, y si es para mejorar, todos nos alegraremos. Pero es cierto, que el club, puede perder tres o cuatro chavales claves. Si además sumas, tres o cuatro chavales que no se sientan cómodos con los minutos disputados o que echan de menos a su familia, te puedes quedar con un equipo tocado y sin fondo de armario. Con la gente que estábamos el año pasado, sabías que tenías un grupo comprometido para todo el año, incluso para varios años, porque se sentían identificados con el club, con el pueblo, y eso, como es lógico, ha cambiado. Además, ese bloque, el del año pasado, sin ser una buena temporada, hay que recordar que subió y mantuvo el equipo dónde está, en Tercera División. Y esos chicos que han mantenido la categoría muchos se han visto entre la espada y la pared, se ha dicho que es porque no querían competencia. No es del todo así. Es cierto que se podían haber quedado y luchar por un puesto, porque tuvimos una reunión y lo hablamos que podíamos quedarnos todos. Pero también es cierto que si te dicen que no cuentan contigo es complicado. El caso de Andrés Aguirre, que ya no es solo de Segovia, que es del propio pueblo, que es válido, que jugaría muchísimos minutos en Tercera, como demostró el pasado año, que se quede fuera es una pena. Mi opinión es que hay que crear una sensación de que este club es del pueblo, es de los aficionados y de animar a la gente para que venga a vernos y dar una sensación de sintonía con el pueblo. Seamos claros, con la gente que ha venido nueva podemos dar un salto de calidad, y a mí eso me encanta, pero quizás no deberíamos haber hipotecado, y debíamos haber cuidado más a la gente de aquí para crear ese sentimiento de equipo del pueblo. La Granja tiene que tener muy claro cuales son sus objetivos, La Granja no va a jugar en Primera División ni en Segunda División, ojalá, yo encantado, pero hay que ser claros. El enfoque del club debe ser hacía el pueblo, ayudar al pueblo, ilusionar al pueblo que los aficionados del pueblo que vean gente de su pueblo de su ciudad que crean un vinculo con ellos y eso no se va a conseguir así.
Parece que el equipo otra temporada más va a sufrir por mantener la categoría con nuevo entrenador otra vez, un grupo prácticamente nuevo que no se conocen entre ustedes.
Esto es La Granja, ojalá no se sufra pero esto es Tercera División. En los que hay unos presupuestos más altos, y el de La Granja será de los más bajos de la categoría, el Zamora hizo un equipazo, el Astorga, Ávila, Arandina, la Segoviana, son equipos muy potentes, que su objetivo es subir a Segunda B. La Granja tiene que tener los pies en el suelo, cabeza y partido a partido, trabajar desde la humildad e intentar sacar los tres puntos, intentar sacar un punto cuando no se puedan sacar los tres e ir poco a poco. ¿Qué se va a sufrir? Se va a sufrir siempre. Pero no solo se va a sufrir en descender o no, se va a sufrir cada día en cada partido, por muy bien que vayan las cosas y nos veamos lejos de las posiciones de abajo, que nos veamos tranquilos jugando con calma. Cualquier equipo que este por debajo te va poner muchas dificultades en ganar. La Granja va a sufrir en todos los partidos, y eso hay que tenerlo claro. Y la Tercera División de Castilla y León es muy física, entonces hay que hacer un despliegue físico y un trabajo enorme para suplir presupuestos que te permiten tener jugadores de un nivel que La Granja no tiene. Jugadores que están jugando en el Numancia que están intentando jugar en Segunda División, hay jugadores que han jugado en Primera o Segunda División. Yo juego en La Granja, hay que ser sinceros y saber cuál es el rol de cada uno, mis cualidades no son las mismas de un mediocentro del Zamora, o quizás si, pero sobre el papel estamos por abajo. Y sufriremos para estar fuera de descenso, y ojalá estemos cerca de Play Off, ojalá nos metamos en Play Off, pero lo importante es ojalá nos salvemos y ojalá disfrutemos en el campo. Con eso me vale.
La pasada temporada en el mes de diciembre el equipo físicamente notó un bajón. ¿Temen que este año al estar sin preparador físico durante un mes y medio de la pretemporada pueda pasar factura a lo largo de la temporada?
El hecho es que ya está Juanma. La parcela física es muy importante, y sí que se ha hecho pero se ha hecho de otra manera, que se vaya a notar no lo se. Desde luego yo como tengo trabajo individual yo me encuentro muy bien. El domingo, la gran parte del equipo, no todos, estuvieron bien físicamente, aguantaron bien los 90 minutos, no se vieron calambres, no se vio a un tío que estaba muerto. Es verdad que no hemos tenido preparador físico, pero también es verdad que ha llegado el primer partido con muchas dudas físicas, incluido yo, y todo el mundo ha respondido bien. A largo plazo pues puede ser que quizás nos falte algo, puede influir. Para mi la parcela física es muy importante.
¿Cuál cree que será el punto más fuerte del equipo después de esta primera jornada?
Creo que tácticamente somos muy ordenados, y eso defensivamente nos da mucha estabilidad. Es verdad que nos quita otras, como poder robar arriba. Somos muy tácticos, muy juntitos, somos un buen bloque y hemos incidido mucho en estar muy bien trabajados, y eso es maravilloso y nos hacen muy pocas ocasiones, o claras. Pueden llegar por banda y se quedan ahí, somos un bloque muy duro, muy difícil que nos marquen gol. Quizás ese es el punto más importante, que no nos marquen gol. A partir de ahí buscar situaciones en las que nosotros tengamos ocasiones de gol, y esas ocasiones hay que marcarlas. Quizás ese es el punto fuerte que tenemos. Es verdad que al estar tan juntitos es difícil que se den situaciones que robemos a los centrales, que nos quedemos en un uno contra uno contra los centrales, pero también nos protegemos y podemos hacer transiciones rápidas para hacer ocasiones con extremos tan rápidos como Lárazo o con delanteros que nos dan una salida de balón como Jonatan o con mediocentros que sacan la bola rápida y tenemos la idea clara de buscar banda para darnos una transición rápida para hacer ocasiones, yo creo que esa es nuestra fortaleza. Somos un grupo bastante compacto, bastante unido, muy táctico y a partir de ahí hacer mucho daño.
