A fuego lento nacía “Hoy estoy triste”, el cuento escrito por Elisa Yagüe y la ilustradora Celia Sacido, publicado por la editorial Cuento de Luz en un novedoso papel piedra ecológico que se destaca por realizarse sin utilizar ni árboles, ni agua, ni cloro.
Gracias a la librería segoviana Intempestivos, el lugar donde beber libros y hojear cafés, Elisa y Celia se conocían y se juntaban para unir texto e ilustración y que viera la luz este cuento que afronta la tristeza en los niños para que puedan detectar qué es realmente estar triste. Un cuento que ya ha sido traducido al inglés y que está a la espera de su publicación en Estados Unidos.
¿Cómo nace esta historia?
Elisa Yagüe: Esta historia ya tiene quince años. La intenté mover en varias ocasiones, pero al no tener la ilustración era difícil. Hará como tres años fui a Intempestivos y le pedí a Judith que lo leyera y que me dijera a qué editorial o a qué ilustradora podía dirigirme. Y fue precisamente ella la que me habló de Celia y tardé un poco, porque esto me lo dijo en septiembre y a Celia ya la escribí en enero.
Celia Sacido: El e-mail era no te conozco, no pienses que estoy loca.
E.Y.: Fue muy divertido cuando tuvimos nuestra cita a ciegas de a ver quién es en Madrid. La primera versión la enviamos a un concurso, intentamos moverlo por ahí, luego volvimos a las dos dimensiones y ya salió.
C.S.: Yo conocí a esta editorial, y me gustó mucho todo lo del papel, cómo se mueven y los temas que trabajan. Se lo enviamos y nos dijeron que si. Ha sido lento, sin ninguna prisa y ya llegó.
¿Que historia nos cuenta “Hoy estoy triste”?
E.Y.: Son como pequeñas estampitas, además que es una historia me recuerda un poco como un poema, tiene como unas partes muy marcadas y un ritmillo. Es verdad ese juego de los peques que parecen que están tristes y lo que están es aburridos, esa facilidad de cambiar de emoción y era recrearse un poco con ello. No tiene una historia en especial, es como el momento. Luego con los dibujos fue cogiendo un contenido diferente, es increíble cómo cambia de ser un texto a tener ilustración o al enfoque que lo da el editor.
“Hoy estoy triste” es como un test para que el niño detecte si realmente está triste o no.
E.Y.: No me lo había planteado así, el test de la tristeza.
C.S.: Al final estos libros de estas edades ilustrados, cada uno tiene como su versión o su lectura del libro. Y le vas a preguntar pues esto y al de al lado, pues lo otro, y al final es totalmente diferente lo del uno con lo del otro. Y es totalmente diferente a lo que tú tenías en la cabeza. Al final es el punto de vista de cada uno, aunque todo nace de la misma historia. Al final, como tú dices, es un poco test.
¿A quién va dirigido este cuento?
E.Y.: Oficialmente de cuatro a ocho años, pero yo creo que funciona con cualquier edad. A mi me gusta mucho, cuando la gente lo lee, ver las caras, ver cómo les va cambiando la cara en la lectura, es una experiencia fantástica.
Un cuento que ya está traducido al inglés.
E.Y.: Sí.
C.S.: Está traducido, pero no sabemos cuándo es exactamente la fecha en la que sale en Estados Unidos, quizás sea para septiembre o Navidades, ya que las fechas de publicación no coinciden con las nuestras.
¿Tiene algún nuevo proyecto en mente?
E.Y.: No lo sé, hay alguna idea que hay que darle vueltas, el verano es el momento para hacerlo.
Un libro publicado en un papel novedoso y muy especial.
C.S.: Si hablas con la editora, que es de esas personas que habla y te quedas enganchado con lo que dice, lo contaría mejor que yo. En el papel de piedra, los materiales que se utilizan es polvo de piedra, no se usan árboles, ni cloro, ni agua, entonces su publicación no contamina. Tiene una textura muy especial, es un papel impermeable, la editora dice que te comes un bocadillo de chorizo encima y se cae encima la grasa y no pasa nada, porque coges la bayeta y se puede limpiar, que lo quieres meter en el congelador, lo metes y luego sacas el libro y resiste, es un papel muy especial. Eso sería la parte técnica. Pero luego cualquier persona que lo coge destaca el tacto, tiene un tacto y un peso especial, hay algo que es diferente, está muy guay.
¿Cómo ilustradora cómo se encara cuando le llega una historia y tiene que empezar a darlo forma?
C.S.: Pues con mucho respeto, porque te llega la historia de otra persona y además en este caso no nos conocíamos mucho. Al final esta historia quiero tratarla con cuidado, no quiero destrozarla o cambiarla. Buscas eso, que coincidan los dos puntos de vista. Con Elisa ha sido súper fácil trabajar.
Tras este resultado, ¿se plantean volver a trabajar juntas?
E.Y.: Si, por supuesto.
C.S.: Tenemos que inventarnos algo.