Este año se cumplían veinte ediciones de la entrega del Miguelin, un premio que reconoce y pone en valor a los atletas populares, no solo por sus méritos deportivos, sino también por razones emocionales. El premio lleva el nombre de Miguel González Marinas, que formó parte de la veintena de corredores que completó los 25 primeros maratones de Madrid y fue el único segoviano que lo hizo.
Un año más el Restaurante Casares era el escenario de esta emotiva y simpática entrega de un reconocimiento que recaía en la atleta popular Esther Gozalo que, acompañada de toda su familia, recibía ilusionada y “muy contenta” este premio tan peculiar.
Gozalo afirmaba que lo había recibido con “muchísima ilusión, primero porque me parece un premio súper emotivo y que se da con mucho cariño”, un cariño que durante toda la velada se hizo patente y que recibió la galardonada.
Esther ha pasado a ser la tercera mujer premiada en estos “Miguelín”, pero solo la segunda que tiene un maratón algo que a la premiada la ilusionaba doblemente.
Durante la entrega del premio Esther aprovechó para contar su historia y cómo le entró el veneno del atletismo en las venas: “Empecé a correr como una vía de escape, yo nunca había hecho deporte y me intrigaba mucho ver la Media Maratón de Segovia y ver a tanta gente correr. Me decía algo tiene que tener, no puede ser que haya tantos locos juntos y tan felices antes de correr una prueba tan dura”.
La primera prueba seria a la que se enfrentaba sería la San Silvestre de Segovia, “con unos añitos, no de pequeña”, y de ahí daba el salto a la Media Maratón de Segovia, una llegada a meta que nunca olvidará “porque me puse a llorar, es un momento inolvidable”.
A partir de ahí llegaría la Maratón de Valencia en 2019, la Madrid – Segovia y el Maratón de Sevilla en 2022.
Un deporte al que Esther pone en valor y ánima a practicar, “porque correr es un deporte maravilloso, y quién lo practica realmente te engancha muchísimo. Un amigo me decía ten cuidado que esto engancha”, y es algo que la propia Esther ha podido comprobar.
El premio “Miguelin” ha formado una gran familia bien avenida, en torno al deporte, así mismo lo ve Esther: “Una familia deportiva, tenemos en común unos valores, el compañerismo, más que las marcas personales de cada uno”.
La clave del secreto de Esther para lograr pasar a la nómina de premiados con el “Miguelin” pasa por el “esfuerzo, sacrificio y un poquito de locura” reconocía la premiada.
