Recientemente galardonado con el “Premio Castilla y León de las Artes 2022”, Luis Moro corona un año intenso de trabajo con dos exposiciones que se pueden visitar actualmente, como son “La esfera invisible en el Museo del Vidrio La Granja de San Ildefonso» y “ SOS. Save Our Souls” en el Museo Esteban Vicente, a lo que suma un disco-libro con el grupo Four Hands Project.
Con su característica voz calmada, se muestra ilusionado por exponer en el Esteban Vicente, por volver a estar en su casa y, aunque está visiblemente cansado de meses muy intensos y semanas de actividad vertiginosa, en las que ha sido requerido por numerosos medios de comunicación por el “Premio Castilla y León de las Artes 2022”, este galardón es algo que supone un enorme y merecido reconocimiento a su amplia trayectoria.
Con Luis Moro recorremos los pasillos del Museo Esteban Vicente, la exposición “ SOS. Save Our Souls” y repasamos su obra, recuerdos, trayectoria e historia.
¿Cómo ha recibido el “Premio Castilla y León de las Artes 2022”?
Ha sido una grata noticia en un momento en el que he estado trabajando bastante estos últimos meses para montar esta última exposición “ SOS. Save Our Souls”, y todavía la exposición que aún está vigente en la Real Fábrica de Cristales de La Granja en el Museo Nacional del Vidrio. Ha sido un poco una recompensa por estos años de trabajo y en concreto por estos meses que tenemos en la región, y en la provincia de Segovia, dos grandes exposiciones de los últimos 30 años.
¿Qué va a suponer en su trayectoria esta importante distinción?
Para mí va a significar un momento de reflexión, ya que llevo los últimos 25 años exponiendo por Europa, América, sobre todo por Mesoamérica, Norteamérica, ha sido una época muy acelerada, y tenía previsto un tiempo de reflexión, de volver a leer, de encontrarme con la naturaleza, con mi ciudad, con los amigos… Cuando estás inmerso en estos proyectos pues la verdad es que requiere mucho tiempo para las animaciones, para la pintura, para diferentes técnicas que hemos ido empleando. Hemos hecho un disco-libro con el grupo Four Hands Project, hemos colaborado con GAM y la empresa Axertia International, por cierto, el disco – libro está en algunas de las librerías de España con la editorial Huso, ha sido un proceso largo y laborioso. De alguna manera este premio supone un reconocimiento importante en la región.
La exposición “La esfera invisible en La Granja, el disco – libro, la exposición “ SOS. Save Our Souls” en el Esteban Vicente y ahora el Premio de Castilla y León. ¿Podríamos decir que este es el año de Luis Moro?
La verdad que este último año, se han ido juntado varias exposiciones y presentaciones, porque también venimos de exponer en México y Estados Unidos, lo cierto es que es un año especial. Esperaba una exposición el año pasado, otra este, se han juntado e incluso se han ampliado las fechas, así que estaré aquí más tiempo de lo esperado y recibiendo a mi ciudad y este encuentro con las raíces.
¿Qué se va encontrar el público que visite su exposición “ SOS. Save Our Souls” en el Museo Esteban Vicente?
Se puede ver la evolución desde el año 1991 hasta el 2023 de cómo he llegado a las nuevas tecnologías, con dibujos 3D, con un periodo europeo en París, Berlín, Praga… El periodo romano con la obra de ¨Los colosos¨, la obra “Crucifixión” y de México, varias obras de la series “Resistencia animal” y “Paraísos elementales” que estuvieron en 14 museos y galerías de América, y también en algunos de Europa como Bélgica y Francia y en Corea, mostrando ese recorrido de cómo llegamos a proyecciones a obras inmersivas, a la realidad aumentada… Creo que es una exposición bastante didáctica, y quizás la más completa de todas las que he realizado hasta el momento.
En el arte, en la pintura, una de las cosas más difíciles es encontrar un estilo propio, que su obra se identifique como suya. ¿Cómo ha llegado a ese punto?
Pues quizás buceando en uno mismo. Lo que es cierto que la temática ha ido cambiando, los materiales han ido ampliándose, los procesos también, pero en todo se ve el hilo conductor del mundo animal, la preocupación por nuestros ecosistemas, por cuidar nuestro entorno natural, con una mirada hacia el planeta, pero lo importante es que las obras tengan alma, que es el sentido de esta exposición “Salvemos las almas”, del planeta, y del planeta en sí como un ente vivo. La exposición de La Granja también habla de eso, de ser invisible, habla de que nacemos en una pequeña esfera que es el seno materno, que estamos como en una burbuja en una placenta, después se crea una segunda esfera que en el caso de esta exposición es La Granja que crea Felipe V con un ecosistema que se mantiene, después hay otra esfera que es el planeta, más después están allá las constelaciones, el universo y cada esfera tiene un alma. Yo creo que mi trabajo sí que busca esa reflexión, no es una pintura animalista sino animista.
En toda su obra está muy presente la naturaleza, casi una obsesión.
Quizás ha sido por haber crecido en Segovia donde tenemos ese cinturón verde en el que iba a pintar desde que era niño y el mundo natural, los espacios verdes, los ríos… Esa confluencia entre el Clamores y el Eresma, eso daba una vida al entorno de nuestra ciudad y quizás me ha influido desde mis primeras obras, cuando pintaba paisajes y de alguna manera los pequeños insectos, artrópodos, mariposas, abejas…, que había en ese paisaje han ido tomando un protagonismo especial y se han convertido en los personajes de mi obra.
¿Qué le llevo al mundo de la pintura?
Yo creo que la propia ciudad de Segovia porque empiezo dibujando como te comentaba por los diferentes parajes, la Plaza del Azoguejo, el Acueducto, la catedral, el Valle de San Lorenzo… Empiezo dibujando después pintando, continúo en el mundo del grabado, de la escultura, me traslado a México y trabajo con nuevas tecnologías con Axertia International, allí con una beca de Conaculta creamos la empresa Art3d. Creo que mi colaboración con otros artesanos en este caso con la Real Fábrica del Centro Nacional del Vidrio, con los maestros vidrieros, programadores 3D, grabadores, fundidores y sobre todo poetas ha enriquecido mi trabajo. Mi obra está muy vinculada a la poesía de Antonio Gamoneda, Elena Poniatowska, Ida Vitale, Mircea Cärtärescu… Autores de diferente países y continentes, creo que ahí a través de la poesía es donde se refleja el alma.
¿Cuáles han sido sus referentes?
Hay grandes artistas como Anselm Kiefer que me han impresionado y emocionado, en México me encontré con Francisco Toledo que me hizo una exposición en su museo IAGO, también un hombre muy preocupado por el entorno natural, su representación en el mundo prehispánico, fue clave, esa mirada hacia los pueblos indígenas, hacia la tierra, hacia los materiales. Caravaggio en Italia, Miguel Ángel… Toda la pintura y escultura italiana también me han influido. Yo creo que es un todo, un abanico de influencias también el mundo de la música, los títeres en Segovia a través del mundo de las sombras, de las proyecciones. Recuerdo a Julio Michel que fue el director y alma máter de este festival cuando vio hace diez años proyectado un gran pez interactivo en la capilla del Museo Esteban Vicente, y me escribió “aquí hay elementos nuevos para incorporar al mundo de los títeres y de la escenografía”, todo me ha influido, y un poco también es recíproco ese feedback.
Su obra ha recorrido medio mundo Roma, Praga, Berlín, México, Estados Unidos… ¿En qué lugar le gustaría exponer?
Este, el Museo Esteban Vicente era uno de los sitios que me hacía especial ilusión. Yo creo que al llegar a tu ciudad y poder desplegar toda esta colección de obras te sientes en comunión con tu ciudad, hay parte de mi obra que se sigue exponiendo en México y en Estados Unidos, no tengo todo aquí, pero creo que volver a tu ciudad es importante, este puente entre España y México creo que es fundamental, más en un momento como en el de ahora, en el que la cultura hispana sigue creciendo en toda América, y seguimos teniendo puentes entre nuestra literatura, pintura, teatro, el cine hispano cada vez está siendo cada vez más considerado respecto al cine anglosajón que es el que durante años ha sido predominante. Siento la responsabilidad y el orgullo de llevar la cultura hispana más allá de nuestras fronteras y en este caso la cultura de nuestra región, y ahora con este galardón del premio de Castilla y León que agradezco, pues yo creo que vamos a seguir impulsando a través del arte y las colaboraciones entre ambos continentes.
¿Cuál es su método, su rutina de trabajo?
Yo creo que no tengo ni rutina, ni método de trabajo. Soy bastante anárquico en ese sentido, improviso, me muevo por el sentimiento y la pasión. Cuando tienes ese impulso surge de la emoción y hay periodos que estoy leyendo, otros momentos que estoy dibujando, hay épocas en las que no paro de pintar, otros que trabajo con los equipos de animadores 3D, de grupos de música. Creo que soy como un ave que va volando según siente el viento, y las corrientes del aire y del cosmos porque yo creo que hay que mirar nuestro entorno, el universo nos va marcando esa estrella que hay que seguir.
¿Cómo definiría su obra?
Yo creo que animista, que intento que cada obra tenga su alma propia, en el texto de la exposición el comisario Miguel Cereceda, Catedrático de Estética y Teoría del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid y filósofo la calificaba como un realismo que tiende a la abstracción con cultura expresionistas, con gestos expresionista. Evidentemente desde un punto de vista plástico sería así, pero desde un punto de vista poético, para mí es una pintura animista. Voy buscando ese alma detrás de Roma, de las ciudades, del bosque, de los océanos, todo tiene un pálpito. De hecho, cuando hicimos con la Marcha de Mujeres debajo del Acueducto de Segovia, en el corazón lo importante era ese latido. Con el grupo Four Hands Project en el Museo Nacional del Vidrio creamos una instalación de arte sonoro en varias salas y el pasillo de atizaderos donde el arte dialoga con la música, escuchas ese latido y los reflejos de las obras en cristal proyectan luces como en el Esteban Vicente con la serie de “Alegoría de la caverna”.
¿Qué le queda por hacer a Luis Moro en su ya larga trayectoria?
Ahora sobre todo reflexionar. Han sido unos años como aquella serie que pinte de “Los ciegos corredores” quizás vamos demasiado veloces, no solo yo, sino un poco nuestro crecimiento acelerado. Va todo demasiado rápido, ahora me queda reflexionar y volver a reencontrarme con las raíces, que son el alma del planeta con la puestas del sol, volver a pasear por las playas de Yucatán de México. Reencontrarme, que yo creo que eso es lo que te marca la pauta para lo siguiente. Ahora estamos terminando el catálogo de la exposición, que vamos a presentar el jueves 30 de marzo, este es el proyecto más cercano y en el que estamos trabajando reuniendo textos, fotografías… Después de esto me planteo un periodo de reflexión.
Además de este catálogo en el que está trabajando actualmente. ¿Qué proyectos tiene encima de la mesa?
Hay varios proyectos que llevaré a cabo, pero ahora necesito una pausa. Han sido 25 años que no he parado con exposiciones, presentaciones. Hemos exhibido pinturas y carpetas carpetas con grabados en la Feria de Arco con la Galería Fontanar y en varias ferias internacionales con Rodrigo Juarranz; hay propuestas por parte de la Junta de Castilla y León que agradezco de itinerar por algunas ciudades de nuestra región, creo que seguirá un periodo más pausado y creativo.