Silencio a gritos

No tengo claro si es o no un cruce de caminos, de opiniones, o de forma de ver nuestro entorno lo que vivimos todos desde hace un tiempo, pero creo que en el ambiente se observa, por no decir que se masca, un clima raro que provoca que todos miren a un lado y, al contrario, antes de mostrar su opinión. Me refiero a la situación política que se vive en estos días. Es difícil encontrar quien hable abiertamente, pero, en cambio, si prestas atención, no se habla de otra cosa en círculos de amigos, en las barras de los bares o en los lugares donde se reúnen gentes a los que une algún tipo de lazo, ya sea por familia, por amistad o laboral.

Hemos querido saber la opinión de algunas personas para tener algún dato más, para conocer cuál es la opinión de los ciudadanos sobre este “sopicaldo”, término muy utilizado por algunos analistas políticos al hablar de estos asuntos. Los protagonistas del Cruce de Caminos de hoy son políticos, de un lado u otro, que ya no están en ejercicio y, algunos que continúan en su labor y tienen una visión de la política más reciente pues, a su nivel, manejan sus vaivenes a diario y, además, todos ellos, son ciudadanos que votan y pagan impuestos. Seguro que coincidiremos en algunas cosas y estaremos radicalmente en contra de otras, pero, al menos sabremos cómo se piensa sobre algo de lo que todo el mundo habla, aunque sea “bajito”. La pregunta realizada ha sido única para todos: ¿Cómo ve la política hoy? Los resultados, por cierto, mantienen diferencias.

Para empezar, hemos contado con la opinión de Ángel Román. Quien además de desarrollar su labor profesional en la Hermandad de Donantes de Sangre de Segovia a lo largo de toda su vida, es miembro del Partido Popular y fue Concejal del Ayuntamiento de Segovia desde 1999 hasta 2003. Su opinión ha destacado por ser correcta, didáctica, e institucional.

Para comenzar, no sabía si aportar una contestación “políticamente correcta o con la sinceridad que brota del corazón”. Para Román, toda persona que entra en este mundo debe hacerlo con espíritu de servicio y entrega y recordaba que, en sus reuniones con amigos, cuando la conversación transcurría por estos derroteros, coincidían en que todos los que se prestan a dar este servicio a los demás, realizan una gran labor a la sociedad. Me contaba que cuando llegó al Ayuntamiento hizo una propuesta a los 24 compañeros de la corporación:” Que se creara un equipo de trabajo de los 25 concejales y concejalas, y que se luchara por favorecer al segoviano”. Cómo pueden imaginarse, la propuesta no prosperó.

Para terminar, Román se refería a que “parte de la clase política se está separando cada día un poco más del ciudadano y de las necesidades que este tiene”, la política debería tomarse de modo más responsable y la clase política debería unirse más al ciudadano y terminar con las “guerras intestinas que tenemos abiertas en tantos sitios que hacen que la historia de España esté dividida en dos bandos” que tal y como indica,  es lo que está ocurriendo ahora pues los políticos ayudan “menos, o bastante menos, de lo que deberían ayudar”.

Añade Ángel Román que, contando con su experiencia, no le han sorprendido “las reacciones de ciertas personas a las que se les da la categoría de políticos, pero tienen poco de ello” porque, insiste, aplican una política en la que no miran lo suficiente por el bien del ciudadano.

Tras esta opinión, conocemos la de Ángel Galindo, concejal del Grupo SUMAR en el Ayuntamiento de Segovia, institución a la que llegó en 2015 perteneciendo a Izquierda Unida. Galindo contestó a la misma pregunta indicando que “lo que estamos viviendo es un aumento de la crispación política muy preocupante”  que se ve unida al enriquecimiento durante la pasada pandemia, por la venta de mascarillas, criticando a los grandes partidos políticos (PP y PSOE) por pasar el tiempo con el famoso “y tú más”, desprestigiando a la democracia e intentando convencer de que “todos los políticos son iguales” al ser este el sistema que el bipartidismo utiliza para conseguir sus fines, por lo que su Grupo ha presentado  una propuesta con la que pretenden atajar esta situación.

Galindo considera que, para terminar con este problema tan negativo para el funcionamiento habitual de una sociedad, es necesario hablar de política pero rebajando la tensión para conseguir que los ciudadanos no sientan cada vez “más desapego” pues, lo único que se consigue con ello es “empobrecer” la política y producir un grave daño al Sistema Democrático.

La última opinión recogida es de Javier Arranz, quien fuera concejal en el Ayuntamiento de Segovia, en el Grupo Socialista, desde 2004 hasta 2015. Arranz considera que estamos viviendo “la peor generación de políticos de la historia a nivel nacional”. Insiste en que falta talante, lo que significa que los partidos políticos, grandes y pequeños, no son capaces de limar diferencias ideológicas y de ejecución de sus programas, centrándose en lo que es importante para los ciudadanos. Si los partidos hubieran sido capaces de realizar todo ello, “jamás hubieran podido plantear la amnistía o cualquier otra ley que, a mi modo de ver, es completamente injusta porque, cuando uno plantea la amnistía como una necesidad que hace de la necesidad virtud, está obviando que en esa amnistía hay una desigualdad territorial. La gente y la España rural, pagarán las consecuencias de la necesidad de 7 votos”.

Continuaba Javier Arranz diciendo que lo malo es que todos los políticos son “autómatas programados: El día de mañana la Inteligencia Artificial podrá sustituirlos por su escaso talento a la hora de ejecutar”. Cree que falta gente con talento, con capacidad de transformar y, “sobre todo con pasión. La pasión que tienen algunos políticos son sus nóminas altas y saber que con dos legislaturas en el Congreso o en el Senado van a poder tener la máxima jubilación en el futuro”. Le gusta escuchar a los líderes de los partidos pequeños en el Congreso porque “son los que tienen un discurso fresco. PP, PSOE, e incluso partidos como VOX o SUMAR, ya están metiéndose en dinámicas peligrosas. La crispación está llegando a puntos preocupantes”.

Para terminar, Javier Arranz, con experiencia directa sobre la política local, ha comentado que Segovia es “un pueblo difícil de gestionar, pero yo tenía mucha ilusión por el cambio experimentado en el Ayuntamiento en las últimas elecciones municipales, aunque no soy de derechas ni nunca lo voy a ser. Tras 20 años de Gobierno del Partido Socialista, el cambio era necesario, pero, transmito lo que opina la calle: El equipo de Gobierno del Ayuntamiento no deja de equivocarse, lo que me apena mucho”. Para Javier Arranz, la subida de sueldos, el coche (Audi) cuando los segovianos no siempre tienen fácil llegar a fin de mes…por mencionar algunos episodios, hace que se piense que el equipo de gobierno necesita no “cabrear” a la gente más de lo necesario. Tienen tiempo para cambiar y modificar su actitud, o eso se espera.

Podríamos haber recopilado un mayor número de opiniones, pero, por lo que se ve en la calle (nosotros nos movemos en ella) todas serían parecidas. Mejor en otra ocasión.

Pilar de Miguel 

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