Comprar algo de “segunda mano” está cambiando de significado, mientras siempre estaba unido a la solución más extrema o “plan B”, ahora su popularidad aumenta por momentos expandiéndose por tierra, mar y aire. Todo lo que podemos imaginar se puede adquirir por este sistema, desde joyas a muebles, desde viviendas a coches, desde ropa hasta… y por si fueran pocas las vías que podían utilizarse, hoy más que vía es una autopista, tenemos internet.
En nuestro Cruce de Caminos hoy hemos querido abrir la puerta a un modo de comercio que, por diferentes motivos, no solo por el interés económico, se está abriendo camino en nuestra sociedad. La crisis económica, esa que comenzó, dicen, en 2008, y por diferentes motivos no ha levantado cabeza, es también responsable de esta evolución tan positiva. La burbuja inmobiliaria, la COVID, la guerra, la otra guerra… han provocado que la “segunda mano” como modo de adquirir ciertos bienes que podemos querer o necesitar, se dispare a cifras que hace años nadie se explicaría.
A este modo de comprar lo llaman economía circular y aunque vivimos en un mundo cada vez más tecnológico y orientado a lo moderno y nuevo, cada vez es mayor el empuje que tienen las “cosas” no tan nuevas a la hora de hacernos con aquello que necesitamos. La pandemia y el confinamiento, nos ayudó a ponernos al día en la compra y venta a través de internet para después seguir practicando hasta llegar a un auténtico auge de la compra con un solo “click” y, sobre todo para, como dice cierto anuncio de televisión: “Si vamos a Hoteles en los que antes ha dormido alguien, porqué no podemos utilizar cosas que alguien ha utilizado antes”. Un cambio en la mentalidad que ha venido para quedarse.
La plataforma Mil Anuncios ha realizado un informe sobre los productos de segunda mano más solicitados por la sociedad y, durante el año 2022, el resultado fue el siguiente: aquel año esta plataforma contó con 6,3 millones de anuncios por un valor que superaba los 5.600 millones de euros y, los productos más destacados fueron Motor, con un valor de 4.700 millones de euros y 1,6 millones de anuncios; en segundo lugar los productos pertenecientes a Casa y Jardín con 1,4 millones de anuncios y más de 250 millones de euros y, en tercer lugar, los productos relacionados con la tecnología con 840 mil anuncios y 177 millones de euros.
A la hora de concretar, las bicicletas, las piscinas, las furgonetas “camperizadas” (Imagino que las preparadas para viajar), los tractores, sofás, barcos, Play Station 4, patinetes eléctricos, muebles y Play Station 5, se llevaron la palma.
Independientemente de lo que ocurra desde nuestra provincia en las plataformas dedicadas a la venta de productos de segunda mano y centrándonos en nuestro entorno, hemos querido acercarnos a la situación de la segunda mano en Segovia en cuanto a algunos de los sectores más habituales. Comenzamos hablando de Rastro Remar, centro perteneciente a esta ONG que cuenta con otras exposiciones en otras provincias, dedicados a la venta de muebles y enseres de viviendas que le son cedidos con la intención de aplicar ese dinero a paliar otras necesidades. Los miembros de esta ONG consiguen los muebles cuando les llaman particulares o inmobiliarias que necesitan hacer “limpieza” de viviendas que deben ser vaciadas para su posterior venta o arreglo. Recogen todo lo que se encuentra en el inmueble: lámparas, muebles, alfombras, adornos, libros… objetos que recuperan una segunda oportunidad de mostrar su valía, su función, de ayudar en el día a día para el que se crearon para otras personas, y lo ponen a la venta.
Hasta el inicio de la pandemia de la COVID, se mantenía un ritmo de ventas que se vio interrumpido casi por completo durante unos meses. Ahora, el ritmo se va recuperando. Los clientes llegan a Remar buscando, principalmente, muebles para segundas viviendas y Casas Rurales porque saben que tienen buena calidad. En un momento determinado, nos contaban, les llegaron dos sofás-cama, horas después llegó un cliente y se llevó los dos. Les repusieron los sofás y el mismo cliente repitió la misma acción y se los volvió a llevar. Algo parecido les ocurre con las mesas, en muchos casos macizas, van derechas a los comedores y bodegas de las Casas Rurales de toda Segovia porque “en muchos casos una mesa nueva cuesta mucho más y la que se compra aquí no tiene nada que envidiar”.
Si bien es cierto que los muebles se han convertido en un objeto deseado del comercio de segunda mano, debemos referirnos a los libros antiguos, pese a que sinceramente creo que estos, están lejos de catalogarse como “objetos” pues, si siempre un libro tiene “alma”, los libros antiguos, además, tienen su propia historia.
Existe un rincón en Segovia, la Librería “El Rincón de Rueda”, creado por un hombre que conoce sobradamente este medio, Cesar Gutiérrez, hoy dirigido por su hijo Fernando. En este lugar se da a estos libros la vía para pasar de una mano a otra y seguir haciendo historia, aunque como todo en estos días, nos dicen que este paso de una mano a la otra, se realiza a través de internet.
Las ventas van bien, aunque varían según los meses y las obras más vendidas son de literatura, novela y ensayo siendo principalmente obras desde el principio del siglo XX hasta la Guerra Civil. Cuenta Fernando Gutiérrez que en este rincón tan especial viven con intensidad el fallecimiento un autor determinado porque es habitual que aparezcan muchos clientes buscando libros con sus obras.
Como el mayor número de ventas se realizan por internet, sobre cada libro se deben hacer fichas con todos los datos sobre la obra y edición acompañadas por fotografías, tanto de las portadas como de las láminas que contienen en el interior, con la intención de tener adecuadamente informados a los compradores
En el Rincón de Rueda, cuentan con importantes fondos de Historia del País Vasco e Hispano América pero también la Universidad China es cliente habitual del Rincón de Rueda porque aquí consiguen algunos de los libros de Historia y Latín (los libros del XVI y XVII son los que más les interesan), que utilizan para formar a los universitarios chinos”, lo más lejos, y caro de transporte, es Australia” y, en algunas ocasiones deben informar al cliente que el porte del libro, es mucho más caro que el libro en sí.
Para terminar, es notable la situación que vive la venta de vehículos de segunda mano. Su precio es muy elevado por la situación económica que vivimos ya que no permite a muchas familias comprar coches nuevos a causa de su precio, hay una total incertidumbre a causa de los vehículos eléctricos y, en algunos momentos, la falta de componentes y piezas, por diferentes motivos, han colaborado con ello. Los profesionales calculan que los coches de segunda mano han tenido una subida de un 20%.
No somos nada especial en lo relativo a la compra de la segunda mano que por diferentes motivos se va imponiendo en todo el mundo. Debemos recordar las muchas veces que hemos podido ver los mercadillos que los ciudadanos de otros países montan en las puertas de sus casas cuando cambian de domicilio. Aún no hemos llegado a tanto, pero estamos más cerca.
Pilar de Miguel