El diestro gaditano firmó una gran tarde en Madrid y cortó una oreja al cuarto en una faena con sabor a dos.
Madrid. El cuarto de El Torero no fue nada fácil en los primeros tercios y en el ambiente parecía complicado firmar una gran faena como la que firmó David. Inició faena por doblones por bajo rematados con un soberbio pase de pecho, de nuevo se puso por doblones rematados con una templadisima trincherilla que rompió al público de Madrid, faena más llena de personalidad, magia y temple de Galván que rindió Madrid con su gran concepto. Mató de gran estocada. Oreja con fuerte petición de la segunda.
Con mucha verdad toreó al primero de la tarde, un toro que tampoco lo pusó fácil ya que soltó mucho la cara, faena pura que condicionó la irregular embestida del toro. Mató de buena estocada y saludó una fuerte ovación.