La provincia de Segovia ha registrado en el último mes una bajada del paro del 4,61 por ciento, con 225 desempleados menos, y se sitúa como la provincia de Castilla y León donde más ha descendido en el último año, con una caída del 9,11 por ciento (467 parados menos que en la misma fecha de 2023).
En el conjunto de la Comunidad, la evolución anual del paro ha sido del 5,53 por ciento, y del 4,75 a nivel nacional, lo que evidencia el mejor comportamiento de Segovia en comparación con su entorno.
En lo que respecta sólo al mes de junio los 225 parados menos corresponden sobre todo al sector servicios (-181) y al de industria (-14), de modo que apenas ha habido cambios en agricultura (-5) y construcción (-11).
Todas las provincias de Castilla y León anotaron disminuciones de las listas del paro. Especialmente significativos han sido los descensos de Soria (-7,8 por ciento), con 200 desempleados menos; en Ávila, con una caída del 5,89 por ciento y 507 menos; Palencia, con una caída 5,08 por ciento y 314 menos. León experimentó una bajada del 5,06 por ciento y 1.096 parados menos; Segovia, un retroceso del 4,61 por ciento (-225); Burgos, con una bajada del 4,34 por ciento (-592); Zamora, con un 4.02 por ciento menos (-338); Valladolid, con una caída del 3,65 por ciento (-817); y Salamanca, con un retroceso del 3,49 por ciento (-597).
Con esta evolución, el número de parados en Segovia actualmente es de 4.658 personas (2.779 mujeres y 1.879 hombres). La mayoría pertenece al sector Servicios (3.304), con mucha diferencia sobre el resto de ámbitos, como el de Industria (308), Construcción (304) o Agricultura (232).
Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, el mes de junio ha arrojado un aumento del 2,2 por ciento más, hasta los 67.122 afiliados. Son 1.491 más que en el mes anterior.
Para el presidente de FES, Andrés Ortega, persiste el encarecimiento de los costes laborales y de producción además de cierta inseguridad jurídica derivada de los continuos anuncios de cambios normativos. Pero pese a todo ello, “un mes más resulta destacable la buena evolución de la afiliación y del desempleo, lo que denota la resiliencia de nuestro mercado laboral y el esfuerzo y compromiso de las empresas con el impulso de la economía y el empleo”.
FES insiste en la necesidad de consolidar las cifras de empleo en el tejido productivo, integrado mayoritariamente por pymes y micro pymes, evitando mayores costes, cargas y gravámenes que afecten negativamente a la inversión, la competitividad de las empresas y a su capacidad de adaptación a los continuos cambios. De igual forma, resulta fundamental contar con “un marco legislativo estable que favorezca la capacidad de adaptación de las empresas y posibilite la creación de empleo, si cabe en mayor medida que se está produciendo en la actualidad”.