El alcalde Mazarías autorizó la celebración del mercado romano ‘Segovia. Decus Romae’ los días 23, 24 y 25 de agosto, a los pies del Acueducto, en contra del informe de la sección de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento que alertó, entre otras consideraciones, que la instalación de los puestos iba a suponer un “impacto visual muy negativo” sobre el monumento romano.
A juicio del técnico de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, el mercado iba a “impedir y menoscabar –dice– la apreciación del Acueducto dentro de su ámbito de protección contraviniendo así lo dispuesto en el artículo 41.1 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León y las Recomendaciones de la UNESCO sobre protección del paisaje urbano histórico”.
El alcalde y la concejala de Turismo, Milagros Escobar, no solo ignoraron este informe sino que, además, dieron su visto bueno a una declaración responsable presentada por la empresa adjudicataria, días antes de celebración de ‘Segovia. Decus Romae’, en la que avisó que parte de este mercado no iba a respetar la distancia de seguridad con el Acueducto. El 14 de agosto la representante legal de la adjudicataria presentó un escrito, firmado por la, donde avisa que “parte de este [mercado romano] estará más cerca del Acueducto de lo permitido según las bases de licitación, por lo que la empresa se hace responsable de tener sumo cuidado con el mismo para no causar ningún desperfecto al mismo (sic)”.
El pliego de licitación que elabora Turismo estable que el mercado romano debe cumplir con todas las ordenanzas vigentes, especialmente la de mercados y la de convivencia ciudadana, así como el protocolo de uso del Acueducto Romano. En este protocolo se establece que tanto el montaje como desmontaje de cualquier estructura se deberá mantener una distancia de seguridad con el Acueducto de 9 metros. En los planos la distancia de los puestos es de 6 y 7 metros.
No solo autorizaron que la empresa incumpliese la distancia de seguridad con el Acueducto. También se colocaron más puestos de los que estaban autorizados (107 en lugar de 80) según confirmó el Gobierno del PP en respuesta a una pregunta presentada en pleno por el PSOE), ocupando, en consecuencia, más espacio del que estaba previsto, lo que generó, por la acumulación de público, problemas para el paso de los vehículos de emergencia.
El informe de Patrimonio Histórico apunta, además, que, según el reportaje fotográfico que acompaña la documentación, “la estética y los materiales (…) no son acordes con el entorno, lo que va a provocar un impacto visual muy negativo respeto a la apreciación del Acueducto”; y que la “caracterización de los puestos y su ornamentación carece de rigor histórico alguno”, lo que “no contribuye a la puesta en valor del Acueducto ni se su entorno”.
Además, según recoge el informe, el mercado romano, tal y como estaba configurado, “no supone una actividad que potencie los valores únicos y excepcionales del Acueducto, ni favorece la interpretación y conocimiento del mismo desde criterios históricos”. Lo califica como una “mera actividad comercial” que, según recalca, podría ser ubicada en otro punto de la ciudad.
Por otra parte, señala que “no resulta muy coherente que el Ayuntamiento de Segovia haya modificado su normativa (la de Ordenanza de Convivencia Ciudadana, por acuerdo de pleno, con el apoyo unánime de los grupos) para potenciar la protección del Acueducto de Segovia y por otro, “permita una actuación que potencia el consumo de bebidas y de comida en sus inmediaciones, lo que inevitablemente va a provocar, dado la previsible aglomeración de personas en determinados puntos, la generación de residuos, tanto sólidos como líquidos, que pueden afectar negativamente al entorno del monumento”.
Por otro lado, los técnicos de Patrimonio Histórico aprovechan para indicar que Turismo en repetidas ocasiones no les pide informe en relación a actividades organizadas en entornos patrimoniales, o lo hace con tan solo 48 horas de antelación cuando ya están incluso publicitadas. “Está forma de actuar del Negociado de Turismo, además de suponer un menosprecio del trabajo que se desarrolla en la Sección de Patrimonio Histórico, imposibilita la necesaria coordinación que debería existir entre ambas áreas del Ayuntamiento”.
El alcalde pasó por alto este informe, pero también lo que indicaron otros departamentos por escrito. En cuanto a la protección del Acueducto, el Mayor de la Policía Local señala en su informe sobre el mercado romano que cualquier actividad que se realice en las proximidades del monumento “se deberá comunicar a la Concejalía de Patrimonio Histórico, debiéndose adoptar las medidas que esta Concejalía [Patrimonio Histórico] determine”. Y añade: “no se podrá realizar ninguna actividad que pueda afectar al Acueducto”.
Igualmente, los técnicos de Obras y Servicios señalan que “en cuanto a lo que se refiere al área de influencia y protección del Acueducto, se estará a lo que indique la sección de Patrimonio Histórico”.
De esta manera, resulta evidente que el informe técnico ‘clave’ para autorizar o no el mercado y al que señalan otros departamentos es el informe de Patrimonio Histórico, el que, como decimos, guardaron en un cajón el alcalde y la concejala Milagros Escobar porque suponía un revés a su capricho.
Pero es que, además del nulo respeto a la opinión de los técnicos, el Gobierno municipal y el alcalde pasaron por alto otras cuestiones relacionadas con la seguridad.
El informe de Vías y Obras indica que se debe mantener una vía de acceso para vehículos de emergencia de al menos 3,50 metros de anchura. La realidad demostró que este pasillo brilló por su ausencia. Recordemos que los informes se realizan en base a la cifra de 80 puestos y no de 107.
Además, el informe de Policía Local suscrito sobre el mercado romano pone condiciones sobre cortes de tráfico, itinerarios de autobuses, aparcamientos o carga y descarga, pero no indica la necesidad de mantener en todo momento una vía de acceso para vehículos de emergencia. Por fortuna, no se produjo ninguna incidencia pese al uso de recorridos alternativos de viernes a domingo, el del Paseo de Santo Domingo y la Cuesta de los Hoyos.
Por otro lado, al grupo municipal del PSOE le consta que no hubo ninguna reunión de la junta de Seguridad para coordinar el dispositivo de seguridad con motivo del mercado romano. Pero, con independencia de ello, ¿hubo alguna reunión de coordinación, como planteaba la empresa en su propuesta, entre todos los agentes responsables de seguridad, es decir, bomberos y policía local, pero también Protección Civil y Policía Nacional?
Por otra parte, el mercado romano ‘Segovia. Decus Romae’ no ha generado una explosión de visitantes a la ciudad, más allá de los que ya acuden a la ciudad un fin de semana por estas mismas fechas. Así lo demuestran los datos sobre visitas al CRV ofrecidos por la empresa de Turismo a una pregunta por escrito presentada por el PSOE en el último pleno. Igualmente, sospechamos que las visitas del Alcázar (otro indicador) también han sido menores que en 2023.
Es decir, la realidad es que el mercado romano no supuso un revulsivo que multiplicase la presencia turística en la ciudad.
El mercado romano, como lo fuera el ‘maravilloso’ Paseo de la Navidad, ha demostrado la política caprichosa y de improvisación continua del Gobierno del PP, con el agravante, en este caso, de no respetar la imagen universal del Acueducto romano, icono del patrimonio de nuestra ciudad, con una propuesta “de mera actividad comercial” que, como señalan los propios técnicos, podría haberse ubicado en otro punto de la ciudad.
A la vista de estos precedentes, al PSOE le preocupa la celebración de otro mercado de presunta ambientación histórica, la Plaza de los Mercaderes, en el entorno de la Plaza de San Martín, Plaza de Medina del Campo y calles adyacentes, donde, según la empresa municipal de Turismo, “se instalará un mínimo de 70 y un máximo de 120 puestos”. Este nuevo mercado, organizado por la misma empresa, se celebrará el fin de semana del 4 al 6 de octubre para conmemorar el 550 aniversario de la Proclamación de Isabel I como Reina de Castilla.
¿Se pedirá informe a Patrimonio Histórico? ¿Se autorizará el mercado si los técnicos municipales lo desaconsejan por afectar a la imagen del entorno de la Plaza de San Martín o su cercanía a monumentos como el Torreón de Lozoya o la propia iglesia románica declarada BIC en 1931? ¿Se autorizará la instalación de puestos como el de la Churrería, del mercado navideño, que, recordemos, sufrió una explosión, provocando dos heridos, en una vía de masivo tránsito peatonal? ¿Aceptarán la colocación de más puestos de los autorizados? ¿Contarán con un plan de seguridad coordinado?
Por cierto, el Ayuntamiento aún no ha recibido los 100.000 euros de aportación de la Junta de Castilla y León, “aunque existe un compromiso verbal” para que llegue a finales del mes de septiembre, según ha señalado el Gobierno municipal del PP, que anuncia que este dinero se gastará en “actividades complementarias” no incluidas en el pliego de licitación de la conmemoración “y que son todos contratos menores”. Quedan apenas 15 días y desconocemos en qué se gastará esta aportación de la Junta.