Continúa el despliegue que inició la Guardia Real el pasado 1 de noviembre con motivo de la dana climática que asoló gran parte de la región valenciana. Y tras siete jornadas de intenso trabajo, hoy se ha producido el primer relevo de personal en el que no solo no ha menguado su número, sino que, tras advertir nuevas necesidades, se ha incrementado. Mientras tanto, la unidad mantiene en Madrid sus cometidos principales: la guardia militar, las escoltas solemnes y la rendición de honores a S. M. el Rey, la familia real y a los jefes de Estado extranjeros en sus visitas oficiales a España.
Desde su puesto de mando en la localidad de Moncada, muy próxima a la capital del Turia, la Guardia Real despliega diariamente a su personal hacia las diferentes localidades para iniciar las tareas asignadas por la UME, responsable de la dirección operativa de la emergencia. Durante la jornada de hoy, a los ya habituales trabajos de desescombro, limpieza y saneamiento de viales, desalojo de enseres en viviendas y garajes, retirada de vehículos de la vía pública y vigilancia nocturna, se le han añadido el achique y bombeo de agua en zonas sumergidas, la distribución de productos de primera necesidad y la búsqueda de posibles víctimas en barrancos y zonas de sedimento de materiales de arrastre.
Hasta la fecha, entre los principales municipios en los que la Guardia Real ha desarrollado estos trabajos han sido Chiva, Utiel, Picanya, Requena y Buñol.
El contacto estrecho con los ciudadanos durante las labores origina múltiples situaciones en las que los damnificados muestran de manera abierta el afecto que sienten por los componentes de las Fuerzas Armadas logrando reforzar el compromiso de unos guardias reales, hombres y mujeres, voluntarios, voluntariosos y, sin duda, todos necesarios.