Otra mañana espectacular de fútbol, Gimnástica Segoviana- Sestao, y buen ambiente en La Albuera, en la que lo único que no acompaño fue el futbol, y su salsa, que son los goles, ya que, durante los 90 minutos, y el añadido, contadas ocasiones de gol para ambos equipos, con algo más de peligro para el equipo visitante.
Entraban en el once inicial por parte de la Gimnástica varios cambios, sorpresas podríamos decir. Algunos motivados por las bajas como la de Carmona, el lateral derecho Hugo Marcos entraba por Silva y en el centro del campo se esperaba la presencia de Fernando Llorente. Buscaba la Sego otro tipo de cosas que al final no cumplieron lo que se deseaba, ya que fueron los primeros cambios del partido.
Con un sistema de 5-3-2 por parte del Sestao, y la forma de sacar el balón la Gimnástica por las bandas, con los medios centros, hizo que la primera parte pareciera un partido de balonmano, con circulación de balón de una banda a otra, hasta que apareciera el pase, en largo principalmente, fácil de defender por la zaga visitante. De la Mata y Manu ofreciendo la salida de balón por la banda, como laterales, Hugo Díaz incrustado entre los defensas rivales, hacia inevitable, con un centro del campo desolado, que el juego no fuera directo.
Ese fue el principal problema para el equipo Segoviano, durante todo el partido, pero más acusado en la primera parte, cuando esos desplazamientos no llegaban a su destino, esa pérdida de balón en zonas delicadas, hacía que el pase de seguridad por parte del Sestao pasara por el centro del campo, facilitando al equipo rival transiciones muy claras y en algunos casos con mucho peligro.
El primer acercamiento del partido con peligro fue en el minuto 10, un saque de banda ensayado y muy bien realizado, hizo que llegara el balón al segundo palo, y en un despiste de Tellechea recibiera un jugador del Sestao, que a punto estuvo de abrir el marcador, pero el disparo centrado lo atajo Oliva bien colocado.
Solo algún arreón de Berlanga, un robo en salida de balón con ocasión que pudo convertir Davo, y el balón parado, fue lo destacable de la primera parte para los segovianos, que enfrente tenía un equipo bien colocado y un centro del campo local que dio bastante ventaja al equipo rival, y que pudo ser un factor definitivo en los últimos compases de la primera parte.
El comienzo de la segunda parte fue similar al final de la primera, donde el Sestao estuvo a punto de sorprender al equipo Gimnástico. Varias entradas por banda izquierda donde pudieron adelantarse en el marcador, entre Oliva y el palo, y alguna ocasión desaprovechada por los vascos, hizo que se mantuvieran las tablas en el marcador.
A partir del minuto 15 de la segunda parte un carrusel de cambios, en ambos equipos, la Segoviana mantenía su planteamiento de salida de balón por las bandas con un juego directo, sin centro del campo que cualquier robo o contra rápida hacia fácil las transiciones, porque el centro del campo, repito, no existió. El Sestao bajo un poco la guardia, mantuvieron el sistema, bloque medio, y hasta el final del partido salvo algún acercamiento del conjunto segoviano a balón parado o alguna falta en la frontal, no inquietaron a ninguna de las dos porterías.
Resultado por ocasiones y más claras, el Sestao, por merecimiento, no perder la fe hasta el final y luchar hasta los últimos minutos, ADN del conjunto segoviano, la Gimnastica, aunque al final es un empate que no viene bien a ninguno de los dos equipos que siguen en la zona baja de la clasificación.
Destacados: La calidad de Berlanga, que en la segunda parte estuvo más desaparecido. Juan de la Mata tuvo que multiplicarse en defensa en ese centro del campo que casi no existió en 90 minutos, el trabajo de siempre de Davo, que incordia, pero muy solo arriba.
Una anécdota que me corrijan si no es así, fue que, durante la segunda mitad, ningún jugador de la Gimnástica Segoviana porto el brazalete de capitán. Manu salió ya sin el del vestuario, y en su cambio no se lo dio a ningún otro compañero, con la norma actual de que solo el capitán puede dirigirse al colegiado, la segoviana opto porque pudieran hacerlo todos.