Supervivencia en un cuarto de siglo

Cuaderno de bitácora Diciembre del año 2024, en la nave estelar de un país, llamado España.

Nos encaminamos a descubrir el último periodo anual del primer cuarto del siglo XXI. A tras queda la bienvenida a un nuevo periodo centenario, la introducción a la nueva moneda del euro, el atentado terrorista de 2004, la crisis económica del 2008, la pandemia de 2020, desgracias naturales en Lorca (2011) en la isla de Palma (2021) y en Valencia (2024) amen de escándalos políticos y hasta ocho convocatorias para elecciones generales.

La ideología de la Supervivencia se instauro en nuestras vidas como antídoto para superar una tras otra todas y cada una de las vicisitudes acaecidas. El desarrollo de nuevas tecnologías y medios de comunicación, por ejemplo, ayudaron a superar alguno de los efectos negativos provocados por aquellos acontecimientos.

En estos últimos días de diciembre, las convulsiones de carácter económico y político marcan nuestro devenir. Economía y Política siempre juntas, como protagonistas de una escena en cualquier teatro del mundo y que esperemos que esta vez se la excepción, de un cambio en nuestra forma de vida. Y si a esto le unimos los conflictos bélicos la combinación es perfecta.

Como dice el slogan, debemos para evitar errores pasados, pensar en global y actuar en local; adoptar una posición ética para buscar la supervivencia personal respetando el bien común y el adquirir conocimientos nos evoluciona a ser mejores a nivel personal y ser muy, muy exigentes a nivel de responsabilidad ajena. Sócrates nos inculco, que el ser conscientes de la realidad en la que vivimos nos hará libres individualmente, sin ataduras de las clases dirigentes, tan carentes en muchos momentos, de aquello que define la Real Academia de la Lengua, como Gobernanza, el “arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, removiendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado”.

Si se desvían de ese objetivo, ya sea por falta de conocimientos o por intereses espurios, nuestra supervivencia se muestra afectada. Deseemos, anhelemos y elijamos a los más preparados para que nos dirijan en este final de ciclo y que nuestro fin no sea la simple observancia de llegar a un fin de mes que a veces se nos hace largo y preocupante.

Mario Sastre de la Calle

Economista

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