Sobre la creatividad y su impacto en la sociedad

Intenté imaginarme lo que sería vivir en una sociedad en la que no existiera la creatividad. Parece mentira, si no lo analizamos a fondo, pero sería absolutamente imposible llegar adonde hemos llegado si careciéramos de esta habilidad. No habría progreso, ni en tecnología, ni socialmente, ni en el arte y la cultura, ni en medicina, ni a nivel personal. De hecho, esa carencia habría puesto en grave peligro la evolución, y, por ende, la supervivencia del ser humano.

La creatividad es esencial en la sociedad, porque impulsa la innovación, el progreso y la adaptación en un mundo en constante cambio. Es la capacidad de pensar más allá de lo convencional, encontrar soluciones novedosas y expresar ideas únicas que enriquecen la existencia humana.
Es importante entender que ser creativo no es lo mismo que ser imaginativo. Imaginar es el primer paso, pero no es crear. Se crea lo que se lleva a cabo.

En términos culturales, la creatividad nos permite desarrollar y disfrutar de obras de arte, literatura, música y cine que no solo entretienen, sino que también promueven la reflexión y la conexión entre personas. En la ciencia y la tecnología, las ideas creativas han sido el motor de descubrimientos que transforman nuestra forma de vivir, desde avances médicos hasta soluciones para el cambio climático. Si a la creatividad le sumamos la perseverancia y el trabajo, tenemos como resultado una serie de inventos como la rueda, la electricidad, la industria, la medicina, internet, el teléfono, la imprenta… ¿Qué nivel de progreso tendríamos sin alguno de estos inventos?

Como anécdota, esta es interesante: Cuando estaba desarrollando la bombilla incandescente, Thomas Alba Edison y su equipo probaron más de 6,000 materiales diferentes para el filamento antes de encontrar el adecuado. En lugar de desanimarse por los fracasos, Edison dijo: «No he fracasado. Solo he encontrado 10,000 maneras que no funcionan.»

Entiendo que todo el mundo estará de acuerdo con lo que hasta aquí he dicho, pero el debate viene ahora.

Hace años, Sir Ken Robinson dio una charla TED. En ella, ponía en el centro del debate la educación y su impacto. De manera muy entretenida y didáctica, el experto inglés manifestaba, en primer lugar, que para ser verdaderamente creativo hace falta practicar una suerte de pensamiento divergente, es decir, pensar no sólo en una solución, la más fácil de ejecutar y quizá la primera que se te ocurra, si no varias, distintas, compararlas y analizar su impacto y una vez hecho esto, decidir cual es la mejor de todas.
Lo más polémico viene cuando analiza la manera en que se enseña a los niños y niñas y adolescentes. Su análisis es una crítica, y bien fundamentada, sobre la forma en que se diseñó el sistema educativo. La educación actual se basa en la época de la industrialización, y como tal, se decidió que lo mejor era dividir a los niños y niñas en grupos por edad, sin tomar en cuenta la capacidad de aprendizaje o sus necesidades específicas. Todos ven prácticamente lo mismo y de la misma manera. Además, las actividades relacionadas con el arte tienen un espacio muy limitado en los programas educativos, cuando está más que comprobado lo importante que es para el desarrollo del ser humano el estar conectado al arte en general. Esto en España se acentúa cuando llegan a la educación media, donde ya los ven como adultos que tienen la responsabilidad de aprender casi por sí mismos.

Robinson, en su charla, menciona algo que me parece un trabajo fantástico y digno de mencionar, se trata de un estudio sobre la creatividad y los niños.

El estudio fue realizado por George Land y Beth Jarman en los Estados Unidos en la década de 1960. Inicialmente, lo que hicieron fue desarrollar una prueba de creatividad para la NASA con el objetivo de identificar a científicos e ingenieros con alto potencial creativo.

Una de las preguntas era muy simple: “¿Qué se te ocurre hacer con un clip metálico”?

Pues resulta que unos años después, aplicaron esta prueba a 1,600 niños de entre 4 y 5 años, descubriendo que el 98% de ellos alcanzaba niveles de creatividad considerados «geniales». Es decir, a esa edad, casi todos eran extremadamente creativos.
El estudio se convirtió en un análisis longitudinal, y los mismos niños fueron evaluados nuevamente a los 10 años, donde solo el 30% mantenía ese nivel de creatividad, y a los 15 años, donde la cifra se redujo al 12%. En la edad adulta, solo el 2% de los participantes seguía mostrando niveles de creatividad similares. La espectacular caída de la capacidad creativa es alarmante.
Este descenso se atribuyó al impacto del sistema educativo tradicional, que tiende a priorizar la conformidad y el aprendizaje estructurado sobre el pensamiento creativo. Un grave problema, ¿No crees?

¿Cómo afecta esto en la sociedad actual?

Ser creativo, entre otras cosas, nos posibilita a encontrar soluciones a los problemas u obstáculos a los que nos enfrentamos día a día. Y en una perspectiva aún más amplia, debemos tomar en cuenta que no basta con tener líderes inteligentes o bien preparados, contar con líderes que además sean creativos, como los que en alguna ocasión hemos tenido, nos garantiza un serie de mejoras sustanciales en nuestra sociedad. La evolución de algunos países ha venido porque en su momento, sus líderes pensaron en soluciones creativas para sus problemas o para lograr un crecimiento positivo con un impacto a corto o largo plazo.

¿Hay soluciones a esto?

Claro que la hay, la respuesta está, como siempre, en la educación. Hay países que están llevando a cabo una revolución en la educación, como Finlandia, como todos sabemos, o Japón, donde se están construyendo programas más aptos con relación a los tiempos que corren y dejan atrás las asignaturas tradicionales. También Singapur, Estonia y Canadá, por mencionar algunos, se están moviendo en esa dirección.

 

Algún día copiaremos de los mejores, supongo.

 

José Luis Haces 

2 comentarios en “Sobre la creatividad y su impacto en la sociedad

  1. Excelente análisis. Recuerdo haber escuchado hace tiempo una plática similar acerca del sistema educativo convencional de muchos países y como se encajona el pensamiento de muchos de nuestros niños, ni había hecho la conexión con la época industrial pero hace mucho sentido. Gracias!

    1. Gracias por tu comnetario! La verdad es que a veces creo que se invierte poco en la educación, siendo tan importante en la sociedad…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *