Modelos a seguir

“Hay más gente buena que mala, lo que pasa es que los malos hacen más ruido”

Esta afirmación tiene muchos visos de ser verdad, lo llevo creyendo mucho tiempo, aunque claro, como siempre, hay matices. Una persona mala, sin poder, puede centrar su maldad en un círculo muy pequeño y controlado, o su maldad puede ser mínima, no porque así lo quiera, si no porque no es capaz de ejercerla en toda su dimensión. Pero si hablamos de Netanyahu, Hitler, Trump, Putin, y los cientos de líderes psicópatas que a lo largo de la historia son responsables de las mayores desgracias de la humanidad, pues la cosa cambia.

Pero no es en ellos en quienes quiero centrarme. Pienso en lo que nos espera como humanidad y tengo esperanza, porque gente buena hay, y mucha.

Me viene a la mente tantísima gente que ha sacrifica tiempo, recursos propios, familia, salud, e incluso su propia vida, con el objetivo de mejorar, defender o cambiar el destino de sus semejantes.

Mohamed Yunus, por ejemplo, cambió la vida de millones de personas, inicialmente en su país, Bangladesh, aunque más tarde la idea se llevó a cabo en muchos otros países. Yunus creó el Grameen bank, una institución bancaria que tenía como finalidad otorgar “micro-créditos”, pequeñas cantidades de dinero, sin garantías crediticias, a los más pobres, especialmente mujeres, y con esas pequeñas cantidades, los más desfavorecidos fueron capaces de iniciar un pequeño negocio que haría sus vidas mas llevaderas. Debo añadir que el programa fue un éxito porque los más pobres, esos que no tienen nada, suelen ser los más fiables a la hora de devolver los préstamos. Yunus fue nobel de la paz en el 2006.

Nicholas Winton (Londres, Inglaterra) era un joven bróker cuando los rumores sobre el inicio de la segunda guerra mundial empezaron a sonar con mas fuerza. Winton decidió viajar a Praga, acompañado únicamente por su deseo de ver como podía ayudar a toda esa gente que sabía que corría peligro. Al llegar y ver lo dramático de la situación, sin dudarlo, se involucró al máximo, hizo todo lo que tenía que hacer, y logró sacar del país a mas de 600 niños, a los cuales encontró familias inglesas para su adopción. Por si fuera poco, Winton mantuvo en secreto su enorme hazaña durante mas de 50 años, y no fue sino porque su entonces esposa encontró toda la documentación guardada durante todos esos años, que todo se hizo público. La televisión británica le hizo un homenaje precioso un tiempo más tarde, invitándolo a un programa sin decirle de qué se trataba en realidad, y sorprendiéndolo al revelar que toda la gente que en ese momento le rodeaba en el estudio, eran ahora adultos que estaban vivos gracias a él. Anthony Hopkins hace una maravillosa interpretación de Winton en una película del 2024. (Los niños de Winton)

Michael Sheen es un actor inglés, que, sin ser multimillonario, decidió que tenía que hacer algo para ayudar a cientos de familias que estaban en una terrible situación financiera en el sur de Gales. Mediante la creación de una empresa, negoció con los bancos con los que esas familias tenían créditos que no podían pagar, y se hizo dueño de dichas deudas, las cuales compró por una cantidad mucho más baja de lo que importaban (las deudas de 900 familias sumaban un millón de libras y las compró por 100 mil)

Sheen inmediatamente informó a las familias dos cosas; que la deuda ahora pasaba a manos de su empresa, y dos, que, a partir de ese momento, la deuda quedaba cancelada.

Estos son 3 de los miles de ejemplos que existen, gente que son y serán siempre un modelo a seguir y a admirar, pero también a homenajear y a difundir.

Personalmente he sido testigo de decenas de personas que dedican su tiempo a ayudar a los demás. Hay gente en Segovia y provincia, gente como Manuel y sus socias, por ejemplo, quienes en su tiempo libre y con recursos propios, ofrecen servicios dentales en una caravana que va de pueblo en pueblo, o como Bea, que organiza venta de libros infantiles cada navidad para donar lo recaudado a ONG`s o asociaciones que ella elige. Buena gente como Jesús, que ayuda a distribuir alimentos, sin descuidar a su anciana madre que vive sola en un pueblo, o Verónica, quien viaja a Haití cada año a ayudar a los mas pobres entre los pobres. No podría nombrarlos a todos, claro, y tampoco es la intención hacerlo, lo realmente importante es que quede reflejado que la verdadera naturaleza humana la reflejan ellos, esos héroes anónimos, y no los monstruos que hacen más ruido.

José Luis Haces

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