Hasta el próximo domingo 28 de septiembre se podrá visitar la exposición “U-MANOS”, un proyecto del fotógrafo y presidente de la Asociación Fotográfica Segoviana, José Luis Haces, en torno a las manos, y que ha convertido en una serie de imágenes que se pueden visitar en la Alhóndiga – Centro segoviano de fotografía.
“U-MANOS” es fruto de la colaboración entre José Luis Haces y el área de Expresión Plástica de la Facultad de Educación de Segovia. El proyecto se desarrolló entre los años 2022 y 2023, y fue realizado en el Campus María Zambrano de Segovia, donde la complicidad y la inspiración van de la mano.
Una muestra que se puede visitar hasta el 28 de septiembre en el horario habitual de la Alhóndiga: miércoles, jueves y viernes de 17.00 a 20.00 horas y sábados y domingos de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.
¿Cómo nace este proyecto?
Por medio de contactos en la Universidad de la UVA, tres profesoras del área de plástica de la carrera de magisterio: Gael, Carmen e Isma me llaman para ver si podían contar con mi colaboración. Ellas querían básicamente recabar contenido y material para desarrollar clases, ya que el cuerpo humano es una constante en las clases que ellas tienen. Habían pensado específicamente en tener fotografías de manos, y querían que las fotos sean todas en el campus de la UVA y con personas que estén relacionadas con la propia universidad: profesores, intendentes, alumnos, administrativos, personal de limpieza… En principio no me parece un proyecto muy atractivo, pero tampoco problemático, y acepté. Después empecé a pensar en darle vueltas de tuerca para que no fuera muy simple; hacer fotografías de manos es fácil, pero puede convertirse en monótono. El gran reto fue que el proyecto satisficiera a las dos partes, que ellas tuvieran material didáctico, y yo, por otro lado, tener material que pudiera utilizar para mis fines propios.
¿Qué se va a encontrar el visitante?
Es una buena pregunta; yo espero que la serie de imágenes provoque algo. La intención siempre es, ya sea por medio de una narrativa, como en este caso que es una serie, llevar a la gente a reflexionar un poco. Una de las reflexiones que se sacan de todo esto es la importancia que tienen las manos en nuestras vidas. El día de la presentación hablábamos de que, si no fuera por las herramientas que tenemos, ya sean tecnológicas o rústicas, como las queramos llamar, las manos son probablemente nuestra única herramienta natural y las que nos pueden ayudar a resolver problemas, incluso de supervivencia. Evidentemente, cada persona que mire sacará conclusiones distintas, pero el que logre reflexionar sobre algo relacionado con el tema siempre será la búsqueda de todo autor.
Una serie en blanco y negro, ¿prefiere trabajar en blanco y negro?
No prefiero trabajar en blanco y negro; trabajo poco en blanco y negro. Creo que debe ser un recurso que debe estar muy bien justificado; que durante décadas el blanco y negro se manejó como la fotografía artística y el color quedó como denostado. Hay fotógrafos que utilizan el blanco y negro como un recurso constante; no es mi caso. En esta serie sí quería darle una homogeneidad, pero luego hay una foto en color porque creo que el color es muy potente en esa imagen y habría perdido potencia si le hubiéramos quitado los colores. La intención se justifica, que toda la serie fuera en blanco y negro menos esa, que es la imagen del cartel; espero que el cartel no confunda a la gente pensando que vaya a venir a ver una exposición en color. Yo creo que la decisión fue acertada.
Se ha sentido un poco limitado al realizarse el proyecto solo dentro de las instalaciones del campus; ¿cree que al salir a la calle hubiera podido dar otro enfoque a la muestra?
Sí y no, habría habido más variedad de manos, pero quizás más dificultad para conseguirlas. La colaboración de las profesoras fue fundamental, y ya no fueron solo esas tres, sino que luego profesores de otras carreras también ayudaron. Cuando se le habla directamente al alumnado y se le explica el proyecto y estamos en clase con buen rollo, facilita mucho las cosas. Cuando sin embargo iba yo solo por el campus y hablaba con ellos, me tocaba ir explicando uno a uno e intentando convencer a los alumnos, y hacer una foto al final te llevaba quince o veinte minutos. Mientras en un aula de clase a lo mejor hacía diez fotos. Tuvo muchas ventajas hacerlo solo en el campus por la colaboración.
Es una realidad en la que cada vez a la gente le cuesta más y rechaza salir en una fotografía.
Sí, hay mucha conciencia; yo no sé si está justificado. Yo me pongo en el papel de esa gente y, honestamente, que a mí me hagan una foto no necesariamente me afecta. A lo mejor me afecta la manera en que se haga esa fotografía, no tanto la fotografía en sí; si hay cierto respeto, si se maneja con cierta delicadeza o educación, yo creo que el resultado es distinto. Entiendo que a la gente le gusta la privacidad; Yo intento verlo desde ambos lados; yo hago pocas fotografías en la calle, pero a veces sí hay fotografías que me gustaría hacer, pero nos limitamos porque sabemos que muchas veces a la gente no le sienta bien. Al final nos perdemos muchísimas oportunidades de ver a posteriori una obra que es agradable a la vista, que es estética, que tiene el factor humano que siempre ayuda y perdemos esas oportunidades porque en la sociedad ya no está bien visto hacer fotografías a la gente sin permiso.
¿Está trabajando en algún nuevo proyecto?
Siempre tengo cosas, pero como no me pongo plazos ni me presiono, porque para mí esto no es una profesión, no vivo de ello, mis proyectos son a largo plazo. Estoy en un trabajo de investigación sobre la historia de Segovia que quiero documentar; trabajo en una serie sobre los circos cuando vienen por Segovia, hago la foto del trabajador, del artista, del empresario… pero detrás del escenario, me parece un mundo fascinante y quiero documentarlo; además, hay mucho mito y la gente no sabe, es muy interesante. Y además, desde la Asociación también tenemos, una vez que termine esta exposición el 28 de septiembre, desde la asociación vamos a exponer colectivamente, que compartirá con la fotógrafa Sofía Moro.
