Parar el Bullying

Sandra, con 14 años se suicidó la semana pasada por el acoso que estaba sufriendo en su colegio y que estaban ejerciendo tres compañeras en el centro escolar en que estaba.

Su madre había denunciado los hechos en primavera y siete meses después no se había puesto en marcha el protocolo de acoso en el centro escolar. Este protocolo es el que permite que se inicie el procedimiento de actuación para prevenir e intervenir en casos de violencia entre estudiantes y que se adopten medidas de protección de la víctima, así como aplicar medidas educativas o sancionadoras a los que acosan. Este procedimiento permite investigar que esta sucediendo, hablar con las familias implicadas y desarrollar las medidas de protección que la víctima necesita.

Hemos conocido que el colegio no puso en marcha este procedimiento y que Sandra siguió sufriendo el acoso y terminó suicidándose.

Hemos escuchado a la consejera de educación de Andalucía declarar que no se había actuado desde el centro escolar y que se depurarían responsabilidades, pero que en todo caso los adolescentes de 14,15 y 16 años tienen responsabilidad sobre lo que hacen.

No entiendo muy bien que es lo que ha querido decir porque la realidad es que el daño de lo sucedido es irreparable. Sandra esta muerta y sus padres, familiares y amigos la han perdido para siempre.

Estamos rodeados de planes, estrategias y medidas de actuación contra la violencia, pero la triste realidad es que o no funcionan o no se ponen en marcha. Es francamente lamentable pasarse el día escuchando que se ponen en marcha estrategias contra el suicidio y los datos siguen creciendo y son alarmantes.

Recientemente conocíamos la falta de funcionamiento de las pulseras que se colocan a aquellos que son condenados por violencia de genero hacia sus parejas. Mujeres acosadas que han descubierto que las pulseras estaban desactivadas.

Durante unos días todos los medios y redes sociales hablaban sobre esto, pero al cabo de unos días ya nadie se acuerda y sigue habiendo mujeres acosadas y desprotegidas.

Hace pocos días conocíamos la falta de funcionamiento de los planes de desarrollo del control del cáncer de mama en Andalucía y que 2000 mujeres estaban afectadas y no habían pasado por los controles establecidos en los procesos aprobados. Muchas de ellas han padecido cáncer por no haberlas visto en consulta con la antelación establecida, algunas han sido intervenidas y han tenido que amputarles el pecho por la demora y ¿cuántas habrán fallecido por la tardanza?

Vivimos en un tiempo en el que el anuncio de planes y medidas se convierte en una rutina, que sobre el papel parecen excelentes, pero la realidad es bien distinta, se incumplen los planes, se falla a la hora de adoptar medidas, hay dejación de responsabilidades públicas y no pasa nada.

El problema es que en el caso de Sandra y en tantos otros que quizás no llegamos a tener noticias porque no es tan claro el resultado, se ha suicidado, ha perdido su vida y ya no podemos recuperarla.

¡Hay que parar el bullyng en los centros escolares YA!! Para ello es necesario que se asuma con rigor todo lo que se escribe en los protocolos y que la sensibilidad en torno a este tema tiene que ser muy alta. No vale con tener planes, estrategias, protocolos…. es imprescindible que de verdad nos creamos, que un menor es una persona especialmente desprotegida ante la amenaza o violencia que alguien puede ejercer sobre ella en un colegio. Todo lo que podemos hacer es poco para salvar a un menor de una situación de acoso o violencia.

El problema es que dentro de unos días ya nadie hablara de ello y tristemente habrá más adolescentes como Sandra que sufrirán acoso y quién sabe, quizás también se puedan suicidar.

 

Silvia Clemente

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