Otra bonita mañana de fútbol, en la que la fe del equipo segoviano hizo que pudieran sacar los 3 puntos. Una remontada que nadie esperaba, que varios se perdieron y que era vital para el conjunto de Ramsés Gil.
Una alineación marcada por las ausencias en la defensa siendo Rubén, central izquierdo y Hugo Marcos sustituía a Juan Silva, expulsado el pasado domingo.
El conjunto segoviano que en la primera parte fue más predecible, jugo directo, sin hacer salidas por bandas con tres centrales, desocupando el centro del campo como en anteriores ocasiones. En la zona de creación tuvieron bastantes problemas y solo creaban ocasiones a través de los fallos, en la salida de balón del equipo rival. Un Andorra que intentaba sacar el balón jugado desde atrás y que cuando podía saltar una línea fueron muy peligrosas esas transiciones, que, sin embargo, perdieron balones en zonas complicadas que fueron las mejores ocasiones que creo la Gimnastica Segoviana.
Solo en estas pérdidas de balón, en zonas conflictivas por parte del Andorra, fueron las ocasiones aprovechadas por la Gimnastica. Quiero destacar las imprecisiones en el juego por dentro con un Hugo Díaz desaparecido que no lograba enganchar la delantera por el centro del campo, sus decisiones no fueron acertadas.
Por el contrario, el Andorra en cuanto saltaba una línea, creaban transiciones rápidas que hacía fueran las constantes ocasiones al final de la primera parte, llevo los principales problemas sin terminar de tener acierto en los metros finales. Esto acompañado por la buena ejecución del balón parado, en los córneres principalmente, fueron las ocasiones de gol que tuvieron y que costo defender al conjunto Gimnástico.
En la segunda mitad el equipo segoviano se les vio con otra cara. Un conjunto segoviano que se aprovechó de los errores del rival, y en una transición por banda izquierda que llego hasta Javi Borrego y que cedió a Fer Llorente desde la frontal, realizando un disparo que entro por toda la escuadra de los andorranos.
No se hizo esperar la reacción del Andorra, su entrenador metió cuatro cambios de golpe y dio la vuelta al partido. Descompuso un poco a los segovianos y rápidamente encontró el objetivo marcado, que era poner el empate en el marcador.
Polémica en ese primer gol del Andorra al poderse haber ayudado de la mano el delantero visitante y la pasividad del conjunto segoviano a la hora de despejar esa pelota.
Los cambios de la Segoviana desarmaron un poco mas al equipo, dichos cambios no produjeron de forma inmediata ese fruto que buscaban, incluso provocando diferentes situaciones favorables para el equipo rival por dentro, ya que durante unos minutos el desorden en el campo, propicio el segundo gol visitante.
El segundo gol del Andorra enmudeció al estadio de La Albuera. Cabeza baja de los jugadores segovianos que veían que se les podían otra vez escapar los tres puntos, y fue hasta los minutos finales, periodo del partido donde los segovianos resistieron las embestidas del equipo rival para ponerse con más distancia en el marcador.
En el minuto 90, el auxiliar saco el cartelón donde indicaba el tiempo añadido, 6 minutos. Pocos confiaban en la posibilidad de remontar el partido, y fueron desalojando La Albuera. Pero en el minuto 95, una jugada embarullada con varios rechaces, se vio la luz con una genialidad de Astray, que nadie confiaba que pudiera hacerlo con una chilena, hizo el empate a dos, candidata a mejor gol de la jornada.
Aquí no quedo todo. Una última jugada, un saque de banda rápido, al más estilo de Ramsés, dejo en uno contra uno a Diego Gómez y el defensa, que, con un preciso pase al segundo palo, donde sorprendió Tellechea, indecisión del central y el portero, hizo que estallará la locura en las gradas de La Albuera.
Destacar la fe de los de Ramsés que no dio por perdido el partido hasta los últimos momentos y la pizca de suerte que tiene que tener un equipo para poder llegar vivos a esos minutos finales, hicieron que estallase el éxtasis en las gradas.
Tres puntos que se antojaban imprescindibles debido a los resultados del grupo, que habrían hecho caer en puestos de descenso al equipo de Segovia. El único, pero, el arbitraje que fue uno de los peores que hemos vivido en Segovia, sin ser decisivo en ninguna de las acciones salvo en la del primer gol del equipo rival, dejo mucho que desear y no convenció a ninguno de los equipos.
Tito Domingo