Antes que nada. Acabo de leer un informe económico de verdad, no de los del gobierno. En él se dice que en España hay un 30% de niños en riesgo de pobreza infantil ¡¡30%!! En riesgo o directamente ya pobres. Insisto ¡30%! Y los adultos también en riesgo de pobreza son casi un 26%, ¡un 26%! Sólo nos superan Bulgaria y Rumania, con Grecia en los adultos más o menos como nosotros. ¡Gracias gobierno social-comunista! Seguimos liderando el paro en Europa con un 11% oficial (que ya sabemos que sin las trampas del gobierno será algún punto más. Casi el doble que la media europea. Y en paro juvenil también lideramos con más del 25% (trampas incluidas). Enhorabuena al gobierno social-comunista, ¡somos líderes! También he leído que el salario más frecuente en España ha bajado desde los 18.000 € de 2021 hasta los 14.500 € de 2023. Casi un 20%. Con este gobierno fallido de socialistas, comunistas, terroristas e independentistas, el futuro es cada vez más parecido a Venezuela o Cuba. Y es que no hay ningún país de éxito con un gobierno comunista o social-comunista. Se me olvidaba, la culpa es de Montoro y el PP. Vita pergit.
Sara Mesa es una escritora española ya consolidada como una de las más importantes del panorama actual de nuestras letras. Escritora no muy prolífica, con algún ensayo y algún libro de poemas, lo que la hace más reconocida son sus novelas, unas diez o doce. La más conocida UN AMOR, que fue llevada al cine por Isabel Coixet. Yo he leído cuatro de ellas y siempre pienso que tiene un talento enorme, aunque a veces te cueste llegar a comprenderlas del todo. Su última novela es OPOSICIÓN, que ya les anticipo, me ha parecido exquisita, irónica, triste, simbólica, absurda y, sobre todo, admirable.
Leyéndola, me estaba recordando la ironía de Eduardo Mendoza y el absurdo de Kafka. Y además es una denuncia del trabajo muchas veces inexistente de los funcionarios públicos en nuestro país. Y también hay una denuncia de la incomunicación, de la soledad de muchas personas, del sentirse solas, aunque estén “rodeadas” de mucha gente.

Las páginas pasan entre sonrisas, incredulidades y angustias. Sara, la protagonista, entra a trabajar como interina en una oficina de la administración, cuando se incorpora nadie la espera, nadie sabe nada, la colocan en una mesa, en un pasillo y tarda mucho tiempo, días, semanas en poder hablar con sus jefes y la tranquilizan y “ya te diremos tu trabajo”. Y pasa los días como puede. Hay también en la novela un ejercicio de resistencia, de lucha contra todo.
Un día la dicen que va a ser la encargada de controlar las reclamaciones de los ciudadanos a través de una nueva aplicación informática que la enseñan, de aquella manera, a manejar. Pero los días pasan y no llegan reclamaciones. Y vamos viendo lo absurdo de todo el proceso que tiene que hacer cuando por fin llega la primera reclamación. Pero el trabajo es mínimo, se aburre. Y las relaciones personales que están muy bien descritas, son muy complicadas.
Y entonces se la ocurre provocar, crear ella las reclamaciones y así tener que tratarlas, que contestarlas y por fin, estar ocupada. Todo va creciendo como una bola, y no sabe cómo salir de donde se ha metido. Y así transcurre la novela. El final es inesperado, genial, con giros y salidas angustiosas a veces. Pero un buen final.
En la novela hay algo de desesperanza, es ácida a veces, aguda, cunde la desesperanza. Se puede hablar de que parece que la novela tiene un ritmo lento, que parece que no pasa nada, pero no es así, en mi opinión. No pasa nada aparentemente, pero está pasando de todo. Ya lo ha comentado antes: relaciones humanas, trabajo inexistente, absurda burocracia, incomunicación, etc. Y todo dentro del humor soterrado de la autora. Sara Mesa ya lo ha dejado claro en otras novelas suyas anteriores, no es tan importante lo que pasa sino cómo se cuenta. Y la gran importancia de lo que no se cuenta, que se intuye, que hace pensar. Después de leer sus novelas siempre hay muchos temas de los que hablar, de los que debatir.
No lo duden, novela muy recomendable, distinta a lo convencional. Van a disfrutar con humor de un tema que todos conocemos y el final les va a sorprender. Muy bien Sara Mesa otra vez, dentro de su estilo diferente.
Un amigo lector que suele leer estos comentarios míos sobre libros, me dice que soy un pesado con lo de leer sólo en papel. Pues vale, no lo volveré a decir. Léanla y disfrutarán, se lee fácil, deja poso. Recomendable.

Heliodoro Albarrán
