Sin destino

Antes que nada. Enhorabuena al delincuente Pedro Sánchez, lo ha vuelto a conseguir. Se ha cargado la vuelta a España para seguir en el poder. Sus socios, la calaña comunista, separatista y terrorista están felices. Y muchos socialistas no lo comparten, pero callan como pu…ertas. Él animando a la violencia y sus ministros y ministras en las manifestaciones violentas. Como lo que son. Y esto no va de genocidio, es la trampa del delincuente Sánchez, esto va de supervivir en el poder para evitar la cárcel. La indecente de su mujer, el tramposo de su hermano, el antidemócrata y presunto (por poco tiempo) delincuente fiscal general, sus socios de negocios (Cerdán, Koldo, Ávalos), ministros y demás, todos al banquillo. Y él después, salvo que se tome la pastilla cuando se vea acorralado. Vita pergit.

Uno de mis últimos comentarios sobre un libro, “Eichmann en Jerusalén”, me recordó otra maravilla. Y es que, como les he dicho otras veces, la magia de los libros, del leer, de la curiosidad por el saber, te lleva de un libro a otro. Después de releer ese libro, indagando sobre Eichmann, viendo un documental de TVE sobre una entrevista secreta que le hicieron en Argentina antes de capturarle los israelíes, me enteré que, entre otros, Eichmann organizó el traslado de los judíos húngaros, en torno a 350.000, a los campos de trabajo y exterminio. Entre ellos se encontraba Imre Kertész, un niño de 14 años, que consiguió sobrevivir a tres campos diferentes y con los años se convirtió en uno de los escritores húngaros más importantes de la historia, recibiendo el Premio Nobel de Literatura en el año 2002.

Le recuerdo como uno de los libros mejores que leído. De los mejores, o al menos, de los más importantes, más impactantes. Me pareció brillante. Del tema del Holocausto se han publicado miles de libros, crónicas, testimonios de supervivientes, análisis, biografías, novelas basadas en hechos al parecer reales, etc. De todo lo que he leído, siempre he dicho que para mí, de largo, lo mejor es “Trilogía de Auschwitz” de Primo Levi, compuesta por “Si esto es un hombre”, “La tregua” y “Los hundidos y los salvados”. Me parece insuperable. Pero después, lo mejor que he leído sobre este tema es sin duda, “Sin destino”, de Imre Kertész, el libro del que hoy les hablo. Y además con un enfoque del tema distinto, desde la mirada de un niño.

El libro es una novela autobiográfica y narra los dieciocho meses que su protagonista György de 14 años (nombre con el que el autor nos cuenta su historia) pasó en tres campos distintos. Su padre había sido llevado a un campo de trabajo forzados y él se convierte en el responsable de la casa. Primero es llevado a la fuerza, sacándole del colegio, a trabajar a una refinería de petróleo. Un año antes de terminar la guerra es llevado desde su Budapest natal hasta Auschwitz, junto con otros niños, hacinados en un tren, en un viaje de cuatro días con un calor aplastante. Su ignorancia de lo que eso significaba marca su experiencia y lo que nos cuenta. En Auschwitz solo está tres días pero son suficientes para que nos pueda contar el horror de aquel campo. Luego pasa por otros dos más de trabajos forzados. Pensaba que estaba de paso, que le llevarían a otro lugar, no valoraba su número 64921 y el infierno que pasó. Incluso y esto es espantoso, hay veces que siente nostalgia, porque dice que en el campo habría “algo que se parecía a la felicidad”, no se daba cuenta de que eran horrores, en sus reflexiones no hay excesivo rencor ni deseo de venganza. Y esto es algo de lo sorprendente de la novela. Todo lo ve un niño y así lo cuenta, como un niño. Y eso hace que  cambie la transcendencia de todo.

Su inocencia de niño y su ironía de mayor escribiendo es algo impactante. Sus análisis son objetivos. Se lee con facilidad, está escrita de manera magistral, nos relata el proceso de exterminio de Auschwitz, sin trampas, sin exageraciones forzadas. Por un camino recto, cruel, sincero. Es interesante el tratamiento del “musulmán”, un hombre destruido físicamente y sobre todo, moralmente, no tiene ni rostro ni palabra, camina encorvado, tapado, no habla no come, se ha convertido en un no-hombre. A partir de ahí, la dignidad, la libertad, Kertész dice que “si existe la libertad no puede existir el destino, por lo tanto, nosotros mismos somos nuestro propio destino” Es nuestra única salvación ante los totalitarismos, nuestra libertad y nuestra dignidad.

Novela, libro, fuerte, emocionante, no provoca lágrimas pero sí te mueve las tripas. Tiene mucho de filosófico en sus reflexiones. Por ejemplo, de la presencia del mal en el mundo. Gran valor literario, gran uso del lenguaje. Libro muy recomendable. Léanlo, disfruten de un gran libro, de una pequeña obra maestra del siglo XX. Al menos a mí, me lo parece.

Heliodoro Albarrán 

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