Trescasas luce ya en su Plaza Mayor un árbol de Navidad muy especial: una pieza única, realizada íntegramente con ganchillo, gracias al trabajo de las mujeres del municipio y al apoyo del Ayuntamiento.
La historia de este árbol comenzó en el mes de octubre, cuando 16 mujeres de la clase de labores empezaron a tejer los conocidos grannys o cuadraditos de la abuela, en tres tonalidades de verde, por iniciativa de su profesora, Noelia Menéndez, como un ejercicio sencillo de clase, casi una propuesta modesta. Sin embargo, desde el primer momento, al grupo le pareció una iniciativa ilusionante y se trasladó al Ayuntamiento de Trescasas.
El alcalde acogió la propuesta con entusiasmo y el Ayuntamiento decidió respaldar el proyecto adquiriendo la estructura necesaria para instalar el árbol en la Plaza Mayor. En un primer momento, la idea era realizar un árbol de unos tres metros de altura, pero pronto se comprobó que ese tamaño se quedaba pequeño para el entorno al que iba destinado. Finalmente, la estructura de 7,5 metros de altura y 3,5 metros de diámetro, dio al proyecto una dimensión mucho mayor.
En el mes de noviembre, al hacer recuento del trabajo necesario, las tejedoras se dieron cuenta de que harían falta más de 1000 cuadraditos de ganchillo. Con el tiempo en contra, decidieron pedir ayuda a todas las mujeres del municipio que supieran hacer ganchillo. La respuesta fue, según nos cuentan, “maravillosa”: muchas vecinas se sumaron al proyecto, permitiendo alcanzar la cifra final de más de 1300 grannys tejidos a mano y llegar a tiempo para su montaje.
La magnitud del trabajo fue tal que, durante el proceso, llegaron incluso a agotar la lana en varios bazares de Segovia. Ante la dificultad para encontrar más material, finalmente consiguieron que un establecimiento de San Ildefonso les trajera ovillos por encargo, lo que permitió continuar y finalizar el proyecto.
La estructura donde se ha montado, llegó a Trescasas durante el puente de diciembre y el montaje del árbol comenzó el día 9, prolongándose durante seis días, hasta dar forma definitiva a esta singular instalación navideña.
La profesora de labores y promotora de la idea, Noelia Menéndez, resume así el espíritu del proyecto:
“Este árbol empezó siendo una idea pequeña, casi un ejercicio de clase. Iba a ser más bajito, más sencillo… pero fue creciendo, como crecen las cosas bonitas cuando se comparten. Hoy mide siete metros y medio y está hecho con más de 1300 grannys, todos tejidos a mano.
Se me pone la piel de gallina cada vez que veo el árbol terminado; estoy profundamente orgullosa de mi equipo de tejedoras y de todas las mujeres del pueblo que nos ayudaron. Ha sido un trabajo muy duro, pero increíblemente bonito. Gracias a todas las mujeres que han tejido, animado y sostenido este proyecto. Este árbol es de todas.”
Desde el Ayuntamiento de Trescasas quieren recordar el alto valor simbólico de este árbol, que pone en primer plano la importancia del trabajo hecho a mano, la fuerza de la colaboración vecinal y el papel de las labores tradicionales como el ganchillo, no solo como expresión creativa, sino también como herramienta de bienestar emocional y cuidado de la salud mental.
El ganchillo y las labores no entienden de género, sin embargo, solo han participado mujeres en esta iniciativa. Desde Trescasas, animamos también a los hombres a acercarse a esta práctica y a descubrir, en primera persona, los beneficios que aporta en términos de concentración, calma, creatividad y conexión social.
Este árbol de Navidad se convierte así en un símbolo visible de lo que puede lograrse cuando un pueblo une manos, tiempo e ilusión.
