Como bien indican los estatutos de los populares, este año están llamados a las urnas para elegir al presidente provincial para los próximos tres años. Una convocatoria que estará condicionada por las elecciones gallegas, vascas y europeas, por lo que la fecha aún sigue sin fijarse, pero todo hace indicar que será después del verano la celebración de ese congreso provincial, al igual que deberán celebrarse en numerosas provincias españolas, pero por ahora ninguna ha convocado aún esos congresos.
Paloma Sanz se convertía en 2017 en la primera mujer en presidir el PP de Segovia, es un secreto a voces en los pasillos de la sede de los populares que Sanz no repetirá como candidata a la reelección, ella misma ha reconocido “cansancio” y llevar “mucho tiempo ya”, por lo que no presentará su candidatura.
Un Partido Popular que necesita abrir ventanas y puertas, y que entren nuevos aires a una sede que va quedándose muy alejada del momento actual, con un Francisco Vázquez y una Paloma Sanz que se han convertido en los Manuel Fraga de los populares segovianos. Decenios intercambiando sillas y cargos, para seguir viviendo de la política, pero con poco o nulo resultado para los intereses de los segovianos, siempre atendiendo a los intereses personales, en vez de a los que representan. Actualmente Vázquez y Sanz son la antítesis de lo que representa el líder nacional Núñez Feijoó.
Un PP que pide a gritos modernizarse y cambios de caras, cambios en su política de comunicación, y no servirse de los medios de comunicación cada cuatro años para llegar a los ciudadanos. Antes o después están obligados a traer el partido al presente siglo.
No pasa por buen momento internamente el Partido Popular segoviano, por mucho que quieran hacerlo ver y se esfuercen en bombardearnos con fotografías, poco creíbles y menos naturales en las redes sociales. Alcanzar el gobierno de la capital, tras 20 años en la oposición, se ha convertido en un quebradero de cabeza, ha fracturado internamente el partido. Buena prueba de ello es la ruptura entre Vázquez y Sanz, que evitan dirigirse la palabra.
Ya en el partido han empezado los movimientos para ocupar la silla de Sanz, alguno ya está dando codazos para posicionarse y dejarse ver. Una buena muestra es cómo se está molestando en tener presencia en la provincia, cuando no era habitual en esta persona. Tiene muchas ganas de ocupar esa silla que queda vacante, y pisará la cabeza de quién toque por ser el elegido.
El próximo presidente del partido tiene retos tan importantes como fijar la fecha de la tradicional paellada, pero tengan seguro que Vázquez desde la sombra será la mano que seguirá meciendo la cuna del partido, para que todo siga igual.