El alcalde Mazarías debe aceptar la realidad, actuar con sentido común, dejarse de ocurrencias y abandonar ideas que resultan absolutamente inviables por su alto coste económico e impacto sobre el patrimonio de la ciudad. El grupo socialista exige al PP en el Gobierno del Ayuntamiento que recupere el proyecto del ascensor de San Millán y abandone alternativas que, según ha quedado demostrado, no solo suponen un impacto muy negativo sobre el patrimonio de la ciudad, sino que son igualmente inviables por su altísimo coste para las arcas municipales.
Como se sabe, después de que el PP enterrara el proyecto del ascensor entre San Millán y el Salón, aludiendo a razones estéticas, eliminando la partida reservada para su ejecución (de unos 700.000 euros) el alcalde Mazarías, en una huida hacia adelante y para desviar la atención, anunció la contratación, por un importe cercano a los 11.000 euros, de unos estudios técnicos para conocer la viabilidad técnica y económica de hasta cuatro ‘remontes mecánicos’ en otros tantos puntos de la ciudad.
De esta manera, una consultora externa ha analizado la viabilidad técnica para incorporar cuatro ‘remontes’ (escaleras y rampas mecánicas): desde la calle de San Millán al Paseo del Salón, desde el Paseo del Salón a la calle Juan Bravo a través de la calle de La Luna, desde el barrio de San Marcos al Alcázar a través de las escaleras de la Cueva de la Zorra, y desde el Paseo de Santo Domingo al mirador de los Zuloagas a través del Postigo de San Juan de los Caballeros.
Con independencia de que corresponde al Gobierno municipal del PP dar los detalles y conclusiones de estos estudios, la realidad es que, tal y como ha podido comprobar el grupo socialista, la ejecución de estos remontes mecánicos supondría para el Ayuntamiento una inversión global de casi 13 millones de euros, según las cifras reflejadas en este estudio, en una cantidad, como decimos, totalmente inasumible para las arcas del Ayuntamiento.
Esta fuerte inversión no es el único obstáculo que frena la nueva ocurrencia del alcalde Mazarías. Antes de encargar el estudio a una consultora externa y de despilfarrar el dinero público en esta contratación, Mazarías debería haber recabado la opinión de los técnicos municipales y de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, quienes le hubieran advertido, de que la ejecución de esos remontes mecánicos precisaría, en primer lugar, de complejas modificaciones urbanísticas.
Ninguno de los remontes mecánicos planteados en el estudio técnico está previsto en el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS), un planeamiento donde, por cierto, sí está autorizado el ascensor de San Millán, infraestructura que contaba igualmente con informes favorables de ICOMOS y de la Comisión de Patrimonio, además de una dotación presupuestaria que el Gobierno Mazarías ha eliminado.
El estudio técnico ahora encargado por Mazarías no recoge la viabilidad urbanística de ningún de los nuevos remontes mecánicos. Es más, en el propio estudio se indica que para garantizar su viabilidad serían necesarios más informes y análisis complementarios, tanto geológicos como de arqueología. En todo caso, como decimos, la ejecución de cualquiera de las propuestas recogidas en estos estudios precisaría tanto de modificaciones urbanísticas como de los preceptivos informes técnicos favorables de organismos como la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. A la luz del severo impacto negativo de todas las propuestas sobre el patrimonio dudamos mucho que el organismo regional que vela por la ciudad histórica de Segovia diera su visto bueno a su ejecución.
Recordemos que el ascensor del Paseo del Salón fue una de las propuestas elegidas en Presupuestos participativos. Estaba amparado por el planeamiento urbanístico y contaba con el informe favorable de ICOMOS, una vez realizado el pertinente estudio de evaluación del impacto en el patrimonio. Solo quedaba adjudicar la redacción del proyecto de ejecución, que, tras las elecciones de mayo de 2023, le correspondía contratar al Gobierno municipal del PP. Lejos de cumplir con este propósito, el alcalde Mazarías suprimió la partida presupuestaria y traspasó los fondos a otras actuaciones, entre ellas a la modificación del proyecto de la calle Blanca de Silos para hacer realidad su ‘bulevar’.
El concejal de Obras, José Luis Horcajo, en un Consejo de Accesibilidad desveló que el PP había renunciado a un remonte mecánico en superficie entre San Millán y el Salón porque el parking de Los Tilos, la prioridad del PP, lo haría innecesario. Sin embargo, el alcalde apuntó todo lo contrario y llegó a anunciar que se encargarían los estudios técnicos para cuatro remontes mecánicos, incluido el que salvaría la cota entre el barrio de San Millán y el Paseo del Salón de Isabel II.
Aunque, como decimos, corresponde al alcalde detallar el contenido del estudio técnico que él encargó, del análisis de la documentación efectuada por el grupo socialista queda claro que se trata de un coste económico totalmente desmesurado para unos remontes que son, básicamente, escaleras mecánicas, no accesibles, por tanto, para sillas de ruedas o carritos de bebé.
También llama la atención el importante impacto sobre el patrimonio de las propuestas recogidas en este estudio, como ocurre, por ejemplo, en la presunta solución para conectar el Salón con la calle Real a través de la calle de La Luna con escaleras y rampas mecánicas; una propuesta que, a nuestro juicio, presenta un impacto importante y nunca podría aprobar la Comisión territorial de Patrimonio, pues supone un cambio sustancial de la orografía medieval de la ciudad en esa zona. El alcalde Mazarías debería, en este caso, sondear otras posibilidades, como sellar un nuevo acuerdo con el Centro Almuzara para ampliar el ascensor del edificio y permitir una servidumbre de paso para los ciudadanos.
El PSOE exige al Gobierno del PP que ejecute las modificaciones presupuestarias que sean necesarias para ejecutar el proyecto del ascensor del Salón. No nos valen más excusas. Lo reflejado en el estudio técnico encargado por Mazarías implica muchos más costes económicos y su viabilidad técnica no está garantizada. La prioridad debe ser conectar San Millán con el Salón y la opción más viable y realista y de ejecución más ágil y cercana es el elevador planteado por el anterior Gobierno municipal del PSOE.
Mazarías debería explicar a los vecinos de San Millán la razón por la que ha desechado este proyecto que, no es otra, que el de, nuevamente, borrar cualquier huella socialista, con una excusa tan frágil como que se trataba de un ascensor que no les gustaba estéticamente; un “ascensor minero”, como llegó a calificarlo el concejal de Urbanismo, Alejandro González-Salamanca.
Mazarías y el PP deben ponerse a trabajar, aparcar la propaganda y los anuncios grandilocuentes y ofrecer propuestas realistas y viables para contribuir a que Segovia sea una ciudad más accesible para sus ciudadanos, especialmente para quienes tienen problemas de movilidad.