Más de doscientas personas fueron testigos excepcionales del primero de los conciertos del ciclo “Música con Gusto”, que promueve la Fundación Caja Rural de Segovia en colaboración con Cajaviva.
El lugar elegido por los organizadores para presenciar la actuación del Grupo “Alma Quartet” fue el ideal para este tipo de conciertos en pequeño formato. El patio de la orden del convento de San Francisco de la Academia de Artillería lució sus mejores galas para acoger un espectacular acontecimiento musical de primer nivel.
Ningún lugar mejor para hacer un maridaje idílico entre la música, el cava y la gastronomía, que el centro de formación militar más antiguo del mundo. Y es sabido que las aleaciones entre las notas de Euterpe, los caldos de Baco y los bocados de Deméter siempre fueron bendecidas por las deidades de la antigua Grecia. Y si esa mezcolanza se traslada a la Segóbriga actual, sus ciudadanos caen rendidos a las excelencias del buen cantar y el mejor yantar.
El grupo “Alma Quartet” cuenta como estrella rutilante con la cubana Yanicet Lobaina, acompañada para la ocasión con tres músicos (también cubanos) de una categoría contrastada. La cantante nacida en la ciudad de Baracoa se sintió en todo momento como pez en el agua, ya que fue en su localidad natal donde comenzaron a surgir los ritmos afrocubanos. La vitalidad, y a la vez la complejidad de esta música se hace muy fácil de asimilar en el dulce y armonizado timbre de voz de Yanicet. Así lo entendieron los espectadores que abarrotaron el recinto castrense y que no pararon de aclamar a este grupo.
Si a todo el entramado anteriormente citado se le complementa con los cavas ecológicos y los vinos con expresión y trazabilidad procedentes de una bodega excelsa como “Parés Balta” de Pacs del Penedés (Barcelona) el resultado no puede ser otro que el disfrute de ver muy cerca el paraíso de los sueños. Se degustaron el Brut Nature, Blanc de Pacs y Tinto Más Pettit. A cuál mejor los tres. Nada que reprocharles. Un deleite sensorial.
En el éxito global de este primer concierto de “Música con gusto” también jugó un papel importante el buen hacer de los responsables de los fogones del restaurante “La Trébede” (ubicado en el polígono industrial de Valverde del Majano) con su apetitosa propuesta de tapas propias para ayudar a soportar la calurosa climatología veraniega. No faltaron las cazuelitas de salmorejo de remolacha con tartar de atún, la ensaladilla con langostinos escabechados y una espectacular degustación de una selección de quesos y embutidos con foie como para chuparse los dedos. Acierto absoluto.
Cuando el grupo musical ya había recogido su equipo técnico, cuando los enólogos ya habían acabado de descorchar sus últimas botellas y antes de que los bármanes ya se disponían a retirar sus agotadas copas, aún querían los espectadores seguir disfrutando del momento hasta altas horas de la noche. Llegó entonces Beatriz Serrano en su papel de directora de la Fundación de la Caja Rural de Segovia para tocar a retreta. Quedaban escasas horas para que la diana llevara al recinto a los caballeros alféreces.