“ No va a venir nadie de fuera” , así de firme y contundente se mostraba Gonzalo del Valle, entrenador del Unami. C.P, sobre la posibilidad de la llegada de jugadores de fuera de Segovia. Una contundencia, que lo que más evidenciaba eran las ganas de apagar los numerosos incendios que tiene activos el club, que se han visto desbordados y superados por las circunstancias, y que han puesto sobre todo en evidencia las malas artes y lamentable planificación.
Poco ha durado la alegría, las sonrisas en las caras y el ambiente de felicidad en el club. Ni siquiera un mes desde que se lograra el ascenso a Tercera División y ahora todo lo que se respira son dudas, desconfianza, traiciones, mentiras, caras largas, medias verdades y muchas, muchas incógnitas. A machetazo limpio andan en el club, unos contra otros, eso sí todo por la espalda, alguno haciendo la cama al actual entrenador, otros poniendo verdes a unos… Un clima poco propicio a escasos días de comenzar la pretemporada, un clima poco propicio para alcanzar ningún objetivo.
La Junta Directiva, irrisoria, y el cuerpo técnico del Unami, solo tenían que hacer una cosa. Solo tenían una obligación. Cuidar y mimar el vestuario que tenían, y no solo no lo han hecho, sino que lo han dinamitado, destruido y acabado con él. Unas consecuencias que no tardarán en dar su resultado.
El Unami ya tiene el primer fichaje para la próxima temporada. ¿Se imaginan de dónde puede ser? Hagan apuestas, piensen un poco. Pues como no podría ser de otra forma, de Madrid. El defensa Adrián Esperalta es la primera incorporación de los azules, al que definen como “jugador habilidoso” y que carece de experiencia en la Tercera División, y que llega procedente de la Escuela de Fútbol Concepción.
Que no dediquen ni un minuto más, ni un solo esfuerzo, ni un céntimo más a realizar desde el club una campaña de abonados. Ya han realizado la mejor campaña de abonados que podía realizar el club con la polémica, las formas y desprecios que se han puesto en evidencia durante estas semanas con las salidas del equipo de Alberto Terleira, Héctor Álvarez “ Koby” , Gregorio Martín “ Goyo” y Rubén Palacios. Este va a ser el mejor reclamo del club. Si ya iba a costar que alguien se subiera al barco, ya han certificado que seguirán como hasta ahora, solos.
El Unami ha entrado en un proceso de autodestrucción, que se va a ver acelerado con el ascenso a Tercera División, para acabar el club saltando por los aires.