Más de medio centenar de personas disfrutan de la última etapa del Camino de San Frutos

Más de medio centenar de personas participaron ayer en la quinta y última etapa del Camino de San Frutos, en una marcha organizada por la Diputación de Segovia, de unos quince kilómetros de recorrido entre Villar de Sobrepeña y la Ermita de San Frutos, en plenas Hoces del río Duratón. Los caminantes disfrutaron de una jornada soleada en la naturaleza, recorriendo los bellos parajes que atraviesa esta ruta, con final en el templo a donde se retiró el santo patrón, que este próximo 25 de octubre acogerá a miles de fieles en la festividad de San Frutos.

Los peregrinos fueron trasladados desde la capital segoviana hasta el inicio de esta quinta etapa en un autobús facilitado por el Área de Turismo de la institución provincial. Sobre las diez de la mañana partían de Villar de Sobrepeña, a las puertas del Parque Natural de las Hoces del Duratón, después de visitar la Iglesia de la Virgen del Rosario, en la que descubrieron el impresionante sagrario de piedra que contiene este pequeño templo. La marcha, guiada por la empresa Senderos del Duratón, empezó con una bajada hasta el Puente del Villar, y ya en pleno cañón del Duratón, los caminantes pasearon a la vera del arroyo Valdemuelas, pasando por la Cueva de los Altares, pudiendo avistar a buitres leonados en lo alto de las rocas.

Los senderistas dejaron atrás las ruinas de la aldea de San Miguel de Neguera y tras unos kilómetros por la carretera que lleva a la ermita, caminaron junto a la orilla del río Duratón, maravillados con los colores del otoño en un entorno mágico, en el que se escucha el vuelo de los centenares de buitres leonados que viven en esta zona. El Parque Natural de las Hoces del Duratón se revela como un paraíso y un refugio para las aves rapaces, siendo el hogar, entre otros, de buitres, alimoches y halcones peregrinos.

Después de unas tres horas de marcha, y tras visitar la iglesia románica de Villaseca, los participantes en la quinta etapa del Camino de San Frutos llegaban a la ermita, donde muchos de ellos no quisieron perder la oportunidad de cumplir con la tradición de pasar por la piedra del Santo; esa que obliga a llegar por un paso muy estrecho, iluminado por una vela, hasta la piedra y rodearla tres veces con el objetivo de ‘vacunarse’ ante enfermedades futuras.

Entre los participantes en la marcha se encontraba el diputado del Área de Turismo, Javier Figueredo, que fue el encargado de entregar las populares ‘pajareras’ a todos aquellos peregrinos que han completado las cinco etapas del Camino de San Frutos, para acreditar que lo han terminado. Estuvo acompañado por el alcalde de Carrascal del Río, Gabriel Gómez, que anunció que ya está previsto el arreglo del camino desde Villaseca hasta la ermita, muy transitado por numerosos peregrinos estos días cercanos a la fiesta del patrón San Frutos.

El Camino de San Frutos comprende ochenta kilómetros que transcurren desde la Catedral de Segovia, donde descansan sus reliquias, y finaliza en la localidad de Villaseca, desde la que se accede a la ermita del priorato de San Frutos, ya en Carrascal del Río, un paraje único por su belleza. Atraviesa las localidades de La Lastrilla, Espirdo, Tizneros, Basardilla, Santo Domingo de Pirón, Tenzuela, Carrascal de la Cuesta, Caballar, Muñoveros, Puebla de Pedraza, Cantalejo, Sebúlcor, Sepúlveda y Carrascal del Río. Este camino se basa en la tradición popular que indica que el patrón de Segovia, junto con sus hermanos Santa Engracia y San Valentín, vivieron en el siglo VII en la ciudad de Segovia y, a la muerte de sus padres se trasladaron a las Hoces del Río Duratón para llevar una vida ascética, dedicada a la oración y a la ayuda a los demás. Sólo una actividad como las rutas por el Camino de San Frutos, que la Diputación de Segovia organiza desde 2017, puede unir en un mismo evento una actividad saludable, al aire libre, en contacto directo con la naturaleza y que profundiza en la devoción al santo eremita tan querido en toda la provincia. El Camino de San Frutos no solamente tiene una vertiente espiritual. En el itinerario ser puede disfrutar de una gran diversidad de paisajes, un rico patrimonio histórico-artístico, y puntos donde degustar la rica gastronomía autóctona

Después de descansar, tomar un tentempié y posar para hacerse la foto de familia, los caminantes regresaron a Segovia, con la alegría de haber pasado un día en la naturaleza en buena compañía y de celebrar con unos días de antelación la fiesta de San Frutos en su ermita. Y dispuestos a ser partícipes de las próximas marchas con la ermita de San Frutos como destino, las que Prodestur organizará en su objetivo de seguir promocionando el Camino de San Frutos.

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