Después de la última jornada de liga y del último partido de Copa del Rey, se antojaba que había dos aspectos a tener en cuenta durante el partido frente al F.C. Barça Athlètic.
El primero, y yo creo que lo más importante, el estado anímico, después de la derrota en Vigo y el varapalo en la prórroga de Copa del Rey contra el Cacereño. La Segoviana volvía a La Albuera con la necesidad de sumar puntos.
Y el siguiente, y no menos importante el aspecto físico. Una circunstancia que después del partido, y del esfuerzo en Cáceres, un partido con prórroga y el mal estado del campo, se antojaba difícil frente a un equipo como el Barcelona que podía hacerte correr bastante.
Así en la primera parte, la apuesta del conjunto segoviano era clara, una presión muy alta y arriesgada, hombre a hombre, en el campo rival evitando la salida de balón del equipo catalán que podía crearles muchos problemas. Durante los primeros minutos, lo consiguieron, robos de balón en zonas delicadas para el equipo catalán, ante la presión alta de la segoviana y que Davo estuvo a punto de convertir alguna de esas ocasiones en gol.
A partir de los diez primeros minutos el equipo catalán empezó a tener un poco más de posesión, conectando con su capitán Unai, que fue el que dio un poco desequilibrio al partido, llegando en varias ocasiones a la portería rival creando bastante peligro. No fue hasta el minuto 20 en el que una imprecisión en el despeje por parte de Abel, dejo mano a mano a Cedric con Carmona, que puso el uno a cero en el marcador.
Las dudas en la defensa Gimnástica y la mayor posesión del equipo catalán, bajó las revoluciones del equipo segoviano, creando incertidumbre ante la posibilidad de que llegara el segundo, que hubiera sido bastante duro para los segovianos. Al final de la primera parte una jugada bien trenzada por la Gimnástica por la banda derecha hizo que llegara el justo empate antes del descanso, en un más que probable fuera de juego, no llego Davo a rematar, desviando el balón, para que un poco más adelantado Hugo Díaz hiciera el empate a uno. El árbitro no lo señalo y llego el empate antes del descanso.
En el comienzo de la segunda parte, salió más asentado el equipo visitante con algún acercamiento peligroso al aérea en la que perdonaron ya el 1-2, pero fue en una imprecisión de Carmona, ante el disparo cruzado del jugador catalán, lo que hizo que el balón entrara en la portería por su palo, poniéndoles de nuevo por delante en el marcador.
La respuesta del conjunto segoviano no se hizo esperar y en apenas minuto y medio, el máximo goleador de la categoría puso de nuevo las tablas en el marcador anticipándose a la defensa azulgrana, poniendo el empate a dos en el marcador que parecía el resultado más justo.
Con empate a dos, y hasta el final de partido, solo hubo un equipo en el campo que fue el conjunto segoviano. Salvo las pequeñas imprecisiones y dudas de nuevo en la zaga local, el resto del partido hasta el final fue un querer y no poder del conjunto segoviano que estuvo a punto de remontar el marcador con sendas apariciones de Berlanga, que se antojó ser el jugador fundamental en esta segunda parte, al tener varias ocasiones que fueron al larguero y su presencia por banda que crearon múltiples problemas al conjunto azulgrana.
El aspecto físico no hizo mella en el equipo segoviano, no realizo todos los cambios Ramsés y el aspecto psicológico tampoco se vio reflejado en el partido, sensación al final de que el equipo segoviano, se dejó dos puntos en un partido en el cual fue superior a un equipo catalán, extremadamente joven y algo bisoño.