Héctor Álvaréz “Koby” no continuará formando parte de la plantilla del Unami para la próxima temporada por decisión técnica, tras conseguir el ascenso a la Tercera División.
Se trata de una decisión que pillaba por sorpresa al propio jugador, que no esperaba esta decisión y que recibía, de forma rácana, poco señorial y con mucha ingratitud para un jugador que durante siete temporadas ha defendido los colores del Unami. Un WhatsApp «guarro» era el método para comunicar la decisión al jugador.
Koby ha sido jugador clave durante estas temporadas en el equipo y es uno de los artífices del ascenso conseguido en el que ha sumado 19 goles, más uno en el partido de Copa del Rey, unos datos que ponen de manifiesto la importancia del jugador dentro de la plantilla.
El Unami.C.P. no recuerda su propia historia y ni ha aprendido nada del pasado, pero lo que es palpable es que el Unami ni está, ni se le espera, ni se entera. El Unami sigue sin conocer o sin enterarse de la historia del fútbol segoviano. Más bien parece que siguen pensando que ellos inventarán las sopas de ajo.
Esos aires de grandeza tras conseguir el ascenso, ya sabemos a dónde nos llevan, porque todos conocemos a qué lugar ha llevado al fútbol en Segovia. El Unami puede pensar y vender que la próxima temporada se clasificarán para la Champions League, pueden vender todo el humo del mundo, pero la realidad es que es carne de descenso, de algo que parece que aún no se han enterado en el club. Un club que debería estar ya trabajando para el día después del descenso del equipo, para que el día después de descender, quede precisamente eso, un equipo. ¿Han olvidado ya lo que ocurrió tras el otro descenso de la Tercera División?
Un club que pone en evidencia y de manifiesto su poca clase y su nulo agradecimiento con los conseguidores del ascenso a Tercera División. Esto antes o después les volverá a pasar factura y lo acabarán pagando con creces. Sus formas han vuelto a retratarles.
Resulta muy fácil, muy sencillo, conseguir ahora jugadores a base de propinillas, pero esos jugadores que llegan al club a cambio de esa pequeña ganancia económica, son los primeros que abandonan el barco en cuanto se acaba la citada propinilla. Nada nuevo, nada se inventa. Ninguna propinilla garantiza, ni asegura la permanencia.
El Unami ya ha comenzado a poner las primeras piedras para que el día después de descender el club quede como un solar. Ya saldrán a la palestra diciendo, como ya hicieron en el pasado, que no hay jugadores en Segovia, pretendiendo que a los que ahora dan una patada luego regresen. Se repite misteriosa y cíclicamente la historia.
Si siempre haces lo mismo, no esperes resultados diferentes.