Maza-zo

El salón de plenos del Ayuntamiento de Segovia parecía la sala de un velatorio, donde era difícil encontrar una sonrisa. Todo eran caras largas, cabizbajos y miradas perdidas. Un ambiente que acabó contagiando el Partido Popular y VOX al resto de la corporación, que debían estar felices tras el batacazo que se daba el equipo de gobierno, y que se mimetizaron en el ambiente acompañándoles en esos gestos serios y de casi tristeza.

Con la cabeza gacha durante la mayor parte del pleno, con la mirada perdida en los papeles que tenía en la mesa, con un hilillo de voz, que en algunas ocasiones era imperceptible, así presidía la sesión José Mazarías, alcalde de Segovia, del pleno en el que esperaban aprobar la macro subida salarial que durante estos días ha crispado a la calle y a la oposición. El jueves por la noche, el equipo de gobierno retiraba los puntos que iban a someter a votación. Un alcalde que sale de esta crisis tocado y enormemente desgastado en la calle, sin haber llegado a los cien días de gobierno. Todo lo que hemos vivido esta semana bien parece un capítulo de los tebeos de Mortadelo y Filemón.

La idea inicial era que, aprovechando la ausencia de Esther Núñez, portavoz de VOX por estar de vacaciones, como contamos en exclusiva en CEDRUS  https://cedrus.es/2023/09/01/vox-facilitara-la-macro-subida-salarial-de-mazarias-y-su-equipo/ , el PP vio la suya de aprovechar esa ausencia para aprobar la propuesta. Todo ello sin contar con el apoyo de ningún grupo político, sin ningún acuerdo. Un salto a una piscina que no sabían si tenía o no agua. La publicación de las vacaciones de Núñez aceleraba los acontecimientos y Núñez, tras la llamada a rebato por parte de su partido, recogía la toalla, el bronceador y las chanclas y regresaba de vacaciones para estar presente en el pleno. La orden de VOX a Núñez era clara: voto en contra. Eso hizo retirar al equipo de gobierno la propuesta sabedor del revolcón que iban a llevarse en el pleno de este viernes 8 de septiembre.

Nos han venido repitiendo estos días, como un mantra, en los que cada justificación era peor que la anterior, que estábamos ante un equipo de gran “valía” y preparadísimos, y por ello que merecían esa macro subida salarial, y que como poco estábamos ante los Messi de la política municipal. Pero a la primera de cambio, reciben un gol por debajo de las piernas, que deja al equipo de gobierno con las vergüenzas al aire. Es de primero de política que no puedes llevar a una votación algo que no tienes pactado y cerrado sino quieres perder esa votación. Pues bien, este equipo de gobierno, preparadísimo y valiosísimo, que merece los mejores salarios del mundo, olvidaba esta cuestión. La primera en la frente.

Es el momento, tras este varapalo, de que todos esos concejales, incluido el alcalde, que se sientan mal pagados con el actual sueldo, que vayan presentando sus dimisiones, y regreses a sus anteriores trabajos. Esa posibilidad existe. Esa puerta está abierta, hay trece compañeros por detrás de ellos que seguro aceptan encantados trabajar por Segovia con los salarios que hay actualmente. Quién pierda, según ellos, dinero por ser concejal, que vaya dimitiendo.

Tras esta crisis quien queda muy señalada, muy marcada y debe estar ya redactando su dimisión, es la jefa del gabinete de alcaldía, incapaz de parar este despropósito que ha llevado al equipo de gobierno a recular y hacer el ridículo, recién llegados al gobierno. Hemos visto demasiado pronto las costuras de este gobierno.

¿Ha valorado el Partido Popular el desgaste que está suponiendo esta estrategia? ¿Le ha dicho alguien al alcalde que se está equivocando? ¿Se ha atrevido alguien a decirle al alcalde lo que se está diciendo de él en la calle? ¿Le han trasladado el malestar de numerosos alcaldes y concejales de su partido que trabajan por sus municipios sin ver un euro? ¿Es consciente de lo dañada y maltrecha que queda su imagen tras esta polémica? ¿Es consciente de que ha decepcionado a muchos de los que le votaron? Mazarías ha confeccionado un equipo de palmeros en el que ninguno se atreve a decirle que pare, que ponga los pies en el suelo, que se está equivocando, que ponga pie en pared, no solo no se lo dicen, sino que alguno se atreve a decirle que, cuanto más cobre, mejor. A lo que se suman dos o tres medios de comunicación en los que encuentra lo que él quiere escuchar, y que están ejerciendo de cortesanos, que no de periodistas. Este cóctel ha llevado al equipo de gobierno a que ante su primera prueba de fuego importante haya pinchado.

Tras este varapalo, sin ni siquiera haber llegado a los cien primeros días de gobierno, Mazarías, el equipo de gobierno y el Partido Popular deben abrir un periodo de reflexión, deben parar y es momento de apartar a los pelotas y aduladores, es el momento de rodearse de los mejores. Están a tiempo. A Mazarías no le han elegido los segovianos como acalde vitalicio, en cuatro años tendrá nuevamente una reválida, y todo no se olvida, aunque sea ese el consejo que le dan. Ni tampoco le han elegido los segovianos como emperador. No es momento de buscar un culpable y con ello quedarse resarcido, es el momento de hacer autocrítica y asumir culpas de un error político grave que su equipo y él han cometido. Es el momento de dejar de querer estar solo con las élites segovianas y bajar al barro, de estar con la gente, de estar en los barrios, de dejar la prepotencia en la puerta del ayuntamiento. Es el momento de esa política de cercanía de la que tanto habló Mazarías en la campaña y que tan pronto ha olvidado. Es tiempo de humildad, humildad y más humildad. Es tiempo de asumir que se gobierna en mayoría, no en mayoría absoluta, y eso conlleva diálogo, trato cercano, negociación y humildad. Mazarías tiene que decidir si quiere pasar a la historia de Segovia como “Mazarías el breve”. Es momento de pasar a la acción, está en su mano reconducir la situación y hacer los cambios necesarios que han llevado a este equipo de gobierno a la actual crisis y varapalo político, si sigue por la senda que lleva estos casi cien días, su propio partido acabará sacándole del ayuntamiento.

Este equipo de gobierno tiene que salir de esa resaca electoral en la que sigue inmerso, y asumir que el encargo es claro:  gobernar y gestionar la ciudad los próximos cuatro años. Mazarías no puede seguir ejerciendo de oposición de la oposición, y jueves tras jueves ir sacando las miserias del anterior equipo de gobierno, seguir perdiendo tiempo en criticar a la oposición, es momento de que ponga en valor su gestión, que hable de sus soluciones, ideas y proyectos, es necesario que Mazarías asuma que es el alcalde, no el jefe de la oposición, cuanto antes lo asuma mejor será para la ciudad.

Mientras hemos estado hablando de audis, de escoltas, de chóferes, de remodelaciones de despachos, de cócteles, de sueldos… No hemos hablado de Segovia y los segovianos, de sus intereses y necesidades, y eso es lo grave, y eso es lo que debería preocupar al regidor, y debería pedir perdón por esta pérdida de tiempo que no soluciona los problemas de la ciudad, si realmente aspira a ser el alcalde de todos los segovianos.

Lo que debe tener claro, muy claro, este equipo de gobierno, por mucho que ellos crean que valen, que servir a Segovia debe ser un orgullo, no una obligación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *