Fran Cabanillas: “El villancico de San Frutos forma parte de mi ADN”

No se entiende una festividad de San Frutos sin su presencia, bien dirigiendo el tradicional villancico o dirigiendo el himno de Segovia a los pies del quiosco de la Plaza Mayor.

Lleva más de doce años al frente de la dirección de la Unión Musical Segoviana y Fran Cabanillas ha sido elegido “Amigo de San Frutos 2023”, un reconocimiento merecido para con una de esas personas que contribuye hacer de esta festividad más especial.

Su estatura, su melena rubia y su pasión al dirigir hacen de Cabanillas uno de esos rostros familiares, amante y apasionado de la música, es fácil verle en los numerosos acontecimientos civiles, festivos y religiosos, a los que acude siempre con su batuta para dar solemnidad al acto acompañado de sus músicos.

 

¿Cómo ha recibido esta distinción de “Amigo de San Frutos”?

Ha sido un honor el poder recibirlo. Cuando me llamaron por teléfono en el mes de septiembre realmente no podía dar crédito, la emoción me salpicó y los ojos por supuesto que se humedecieron por este hecho. Es un sueño hecho realidad, jamás hubiese podido pensar que esto se pudiera materializar. Tengo mucho vínculo con San Frutos, no concibo un 25 de octubre sin estar en la Catedral o estar en el quiosco tocando con la banda. Vista un poco la trayectoria y las personas a las que se les ha concedido este reconocimiento es un verdadero honor, como músico en primer lugar porque viene un poco por esa faceta y por otro lado como segoviano, por supuesto. San Frutos para mí supone mucho en mi vida personal y profesional y, de verdad, solo puedo decir gracias de todo corazón a la Cofradía del Paso de la Hoja, que me haya concedido este honor, porque estaré agradecido el resto de mi vida.

Usted siempre ha estado muy vinculado a esta celebración.

Sin duda. Yo comencé con unos 13 años tocando en el villancico y fue para mí un verdadero honor, cuando se hacían los ensayos en el seminario con Alfonso Flechel y participaban Félix París y grandes ilustres de Segovia. Era realmente una oportunidad única participar como saxofonista, en una orquesta clásica con todos los instrumentos de cuerda y con la repercusión que supone en la ciudad el poder participar en un acto tan entrañable como el que disfrutamos todos los segovianos el 25 de octubre. Circunscrito a lo que es la actuación propiamente dicha del villancico con la banda, siempre hemos participado, incluso en alguna ocasión se habían hecho alguna actuación el día 24 por la noche, en la cual vinieron otras agrupaciones como la de El Espinar o la de Ávila. El villancico de San Frutos forma parte de mi ADN. Solo me lo he perdido un año por cuestiones profesionales, pero aquello nunca pasará. Y todos los 25 de octubre estaré en la Catedral tocando o, cuando estime oportuno el cabildo, dirigiendo, estoy a su disposición cuando ellos crean oportuno, y por supuesto con la banda, porque para mí San Frutos es un santo realmente entrañable del que debemos aprender mucho de su honestidad, trabajo y su delicadeza por el cuidado de naturaleza y de los pájaros, al cual tanto le debemos.

¿Cómo vive este día 25 de octubre?

Realmente es un día maravilloso, previamente tenemos lo que es la preparación de los ensayos de la banda que tenemos que irlo haciendo y perfilando en los ensayos previos que hacemos los sábados por la mañana, y después propiamente dicho lo que es el día anterior. Cuando he sido director del villancico, pues realmente es un verdadero honor como músico y segoviano el poder ponerte al frente de todos los segovianos que forman parte del coro y de la orquesta, y de los niños que han participado cuando yo he tenido el privilegio de poder dirigir. Y bueno tratabas de perfilar la interpretación del villancico de la mejor forma posible, una vez que estabas involucrado en estos ensayos al siervo bueno y fiel, tratabas de que todo se realizara de la mejor forma posible. Teníamos el ensayo general del villancico, después se vive el paso de la hoja que es un momento fantástico en Segovia, en el que todos los segovianos nos lanzamos a disfrutar del paso de la hoja y últimamente del video mapping que se está realizando en el enlosado de la Catedral, algo que es entrañable. Y lo que es el día 25, es un día inolvidable en el que siempre comenzamos tomando aguardiente en el restaurante José María que es donde quedamos muchos miembros del coro que van a participar como Ángel Román, Fernando Ortiz… Y muchísimas personas para las que ya se ha convertido en una tradición participar en el ensayo para que luego a las doce se obre el milagro de San Frutos, y que toda la sociedad segoviana y todas las autoridades civiles y eclesiásticas podamos honrar al patrón de Segovia.

Más de doce años al frente de la dirección de la Unión Musical Segoviana. ¿Qué balance hace de estos años?

Muy positivo, yo a la banda y a los compañeros de todo corazón les agradezco que me hayan dado la oportunidad de dirigir y seguir dirigiendo hasta que las circunstancias puedan continuarse. Es un honor poder dirigir la banda y por ello, participar en todos los actos en los cuales somos partícipes de la ciudadanía segoviana ya sea de carácter social o religioso. Poder dirigir el himno a Segovia, el cual lo hacemos el día de San Pedro o de San Frutos, es un verdadero honor. El “Voces de Gesta” forma parte del ADN de los segovianos. Es algo que, como músico y segoviano, es un auténtico privilegio, desde el punto de vista de la banda por supuesto hemos ido viviendo situaciones con las que hemos ido creciendo poco a poco. Ahora mismo nos encontramos en una situación muy dulce, hemos pasado por situaciones bastante delicadas que hemos vivido en épocas anteriores durante estos doce últimos años y ahora mismo hemos consolidado nuestra trayectoria y visibilidad dentro de lo que es la vida cultural que en Segovia se desarrolla.  Yo como director, y dentro de mi ámbito profesional que desempeño en Madrid, trato de ayudar a los músicos y a los chicos que forman parte de la banda en todo lo que en mi mano está para conseguir que finalmente obtengamos un resultado profesional lo más adecuado posible. Tratamos de ir renovando el repertorio lo más adecuado posible a nuestras posibilidades, pero sí que es verdad que buscando una mayor calidad dentro de las interpretaciones que llevamos a cabo, y ahora mismo estamos en una situación muy adecuada porque se están conjugando personas de bastante nivel musical, algo que nos permite seguir avanzando y se unen nuevas incorporaciones que por supuesto son bienvenidas, a las que poco a poco nosotros les prestamos la mayor ayuda para que puedan desempeñar su función dentro de la banda lo mejor posible. Ahora tenemos algún proyecto por delante, tenemos pensado hacer con el cuadro lírico Julián Gallardo una antología de Zarzuela quizás en el Teatro Juan Bravo dentro del 150 aniversario de la celebración de Cruz Roja España, falta perfilarlo. El año pasado hicimos un concierto de Reyes memorable en la Iglesia del Seminario de la que todos los segovianos formaron parte, y disfrutaron de nuestro hacer junto a María Eugenia y Bernardo, que hicieron unas versiones realmente favorables. Y poco a poco vamos ofreciendo a Segovia un toque de calidad, siendo parte de la oferta cultural tan extensa y excelsa que en nuestra ciudad disponemos. Estamos a disposición de todos los segovianos para aportar nuestro granito de arena, para seguir contribuyendo en que la oferta cultural de Segovia sea más amplia y de mayor calidad.

 En tantos años al frente de la banda tienen que haberles ocurrido numerosísimas anécdotas.

 Sin duda, cuando llegó la llama Olímpica en el 1992 nosotros estábamos tocando el himno olímpico, y yo me acuerdo que no toqué, porque estaba viendo la llama Olímpica, yo quería verla. Hemos tocado en muchos actos, como la iluminación del Acueducto… Ten en cuenta que en todos los actos religiosos que forman parte de Segovia, ya sea la Navidad, la Semana Santa, el Corpus Christi… De los actos que se llevan a cabo, y actos de otras características de índole civil como son las festividades de San Pedro o barrios de Segovia como San José o Santa Eulalia.  

 ¿Cómo llega a ser el elegido para dirigir la banda?

Yo lo que soy actualmente se lo debo a la banda, porque yo entré con 10 años en la banda. Mi padre me regaló un saxofón en mi comunión, él tocaba el saxofón y a partir de ahí fue el tocar en la banda. Poco a poco entré, fui desarrollándome como intérprete junto a Héctor Guerrero que ha sido el director durante más tiempo, junto Josué y Miranda, y llegó un momento en el que Héctor tomó la decisión de que su tiempo se había acabado como director y había que buscar una sucesión. Yo estaba estudiando dirección y tenía una formación. Se abrió un proceso público en el que se podían presentar candidaturas y al final mis compañeros tomaron la decisión de darme la oportunidad y confiar en mí para desempeñar estas funciones. Desde entonces vengo desempeñándolo con total honor. Es un privilegio con compañeros que son amigos íntimos de toda la vida, y esto no quita para que en alguna ocasión anualmente otros compañeros tomen la batuta y puedan desempeñar las labores de dirección, porque al fin y al cabo lo importante es que no haya un solo director, sino que se pueda oxigenar para que no hay malos vínculos ni relaciones que puedan entrar en la rutina. Lo importante es que hay una actividad, un dinamismo para que los chicos se vean totalmente motivados para seguir desempeñando su actividad como músicos de la banda.

 ¿Qué es lo más difícil en su faceta como director?

 El trato con las personas, porque eso es lo más importante, más que la dirección, porque al fin y al cabo cuando tú estás en la dirección es una cuestión musical y al final todo se desarrolla dentro de una normalidad. Cuando no hay un vínculo profesional, sino que es todo más amateur, todo tiene que ser dentro de la cercanía y que tú seas empático, muy empático con los miembros de la banda. Y hay que tener en cuenta que la banda tenemos desde menores que tienen una edad de 10 años que necesitan un cuidado y atención determinada, adolescentes de 16 a 18 años y adultos, personas de 50 años y adelante que tienen su carrera profesional totalmente hecha. Entonces tú tienes que adaptarte a todos esos requerimientos y personas con niveles musicales totalmente antagónicos, gente que se dedica profesionalmente a la música y otros que son amateur. Ir a todos ellos para que poco a poco consigan un plus más e ir mejorando en su desempeño profesional, sin crear ningún tipo de crispación, crear un ambiente de calma, tranquilidad y disfrute, porque al fin y al cabo todo el mundo va a ir a disfrutar y, con ese clima que vas generando, conseguir que la gente confié en ti. Generar que ellos confíen en ti es la clave, y eso es lo más difícil de todo.

 ¿Cómo se define como director?

 Es difícil. Yo trato de ser lo más cercano posible, democrático, no ser autoritario en absoluto, los autoritarismos ya están defenestrados, hay en algunas ocasiones en las que los directores han actuado de forma autoritaria y eso ha generado muchos problemas, y al final sus carreras han finalizado. Siempre con cercanía y asertividad con los compañeros y sobre todo con empatía, con las situaciones en las que cada uno se ve académicamente, profesionalmente, personales y entendiendo la situación en la que se encuentra a cada uno, que son totalmente diferentes. Date cuenta que algunos no van todos los días, cada uno va dependiendo de su situación personal y en ningún momento puedes reprochar a nadie que no haya ido a ensayar, en ningún momento. Porque todos lo hacen por propia voluntad y para disfrutar de un momento agradable, y tú tienes que hacer que eso sea agradable, y eso creo que puede ser mi mayor cualidad, el crear un ambiente cercano y tranquilo, tratando de ir mejorando y que profesionalmente consigamos mayores logros desde el punto de vista de los resultados musicales, pero sin crear tensiones ni discrepancias entre los miembros de la banda.

 ¿Qué necesita en estos momentos la banda para mejorar?

 Buscar una estabilidad que sí que la tenemos, dentro de Segovia tenemos un reconocimiento, pero hay veces que somos muchas personas y de forma altruista prácticamente. Crear una situación más profesionalizada, todo eso haría que el resultado sería muchísimo mejor porque hay personas que en Segovia podrían venir a la banda, pero están en una situación mucho más profesional que hace que no formen parte de la banda. Si tuviéramos una situación más suscrita a esos paramentos organizativos ya podríamos desempeñar otras funciones con otro logro artístico.

 ¿Qué es para usted la música?

 Todo, la música para mí es todo, todo se lo debo a mi padre. Se empecinó en que estudiara música y me motivó para que en esos primeros años en los que tanto cuesta estudiar y coger un hábito de estudio, porque claro, yo salía del colegio y mis amigos se iban a jugar mientras yo me iba al conservatorio, fíjate lo que eso supone. Pero gracias a la banda y a las relaciones que yo generé en la banda, mi círculo de amistades se circunscribía a ese ámbito y no veía como algo raro terminar el colegio e irme al conservatorio, porque yo tenía mis amistades y yo tenía esa satisfacción. La música para mí es todo, y aunque profesionalmente no me dedico explícitamente a la música, pero me ha permitido llegar a donde estoy, ahora en mi ámbito profesional. Mi hermano se dedica profesionalmente a la música, está en una orquesta en Bélgica, tiene ocho años menos que yo y comenzó su trayectoria en la banda, tenemos el veneno de la música dentro. Yo no concibo la vida sin música, la música clásica, sobre todo, aunque he formado parte de todo tipo de agrupaciones, yo hecho de todo en la música, desde tocar en el Auditorio Nacional ante la Reina, a estar en una tarima para una discoteca, tocando en una charanga, tocando música de jazz, estando en Estados Unidos de gira… Todo lo posible de la música yo lo he disfrutado, lo que a mí me ha dado la música desde el punto de vista personal y profesional no lo hubiese podido disfrutar sino hubiera sido por la música.

 ¿Qué sueño le queda por cumplir en la música?

Seguir disfrutando de la música, siendo cada vez más conocedor de todo lo que tiene dentro una partitura, y tratando de hacer que las personas que yo dirijo interpreten su parte cada vez mejor, facilitar que todas las personas que tienen a bien tocar conmigo y yo como director les genere una satisfacción para que obtengan un resultado artístico mejor.

 ¿Cuáles han sido sus referentes en el mundo de la música?

 Todos soñamos, y por soñar todos tenemos ídolos, yo tengo un ídolo que ha fallecido, por desgracia, pero gracias porque si viviese me gastaría todo el dinero por ir a sus conciertos, menos mal. Es Carlos Kleiber, es un director que dirigió el mejor concierto de la historia del año nuevo en 1989. Él dirigió dos conciertos, el de 1989 y 1992. Yo me conozco todos los vídeos, todos los gestos perfectamente y su vida. Si ahora mismo viviera daría lo que fuese por ir a un concierto de él, y me gastaría el dinero que fuese por atravesar el mundo, esa persona por desgracia no está entre nosotros.

 ¿Cree que en Segovia se está creando un buen caldo de cultivo para que salgan buenos músicos?

 Sin duda. Yo soy músico gracias a que soy de Segovia, gracias a toda la repercusión social que supone haber actuado en la banda y el beneplácito que hemos recibido de todos los vecinos segovianos, de las autoridades civiles y eclesiásticas y todos los medios de comunicación. Todo ello ha hecho que sientas una satisfacción y un reconocimiento por todas las actuaciones que hemos llevado a cabo. Todo eso tiene su reconocimiento y satisfacción por parte de Segovia para que después veas todo el esfuerzo que has hecho por estudiar. La música es muy sacrificada a nivel profesional, al final es como un deportista de alto rendimiento y ves un reconocimiento a tanto esfuerzo. El conservatorio que hay, si yo cuando hubiese sido pequeño no hubiera habido conservatorio no me habría dedicado a ello, se dieron una serie de elementos que me generaron la pasión por el esfuerzo y lograr ese sueño. Para mí haber dirigido el villancico de San Frutos es un sueño hecho realidad sin duda, y ahora que me premian con este reconocimiento estaré agradecido el resto de mi vida a la cofradía porque no tengo suficientes palabras de agradecimiento para ella.

 Déjenos una recomendación, algo que debamos escuchar.

La “Obertura El Murciélago” del concierto de Año Nuevo de 1989 en Viena.

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