Ha llegado al máximo nivel en el mundo del fútbol. Álvaro Vázquez García (Barcelona, 27 de abril de 1991), delantero centro con una carrera como goleador ampliamente acreditada, quiere seguir demostrando que a sus 32 años puede ser un jugador importante en el equipo que cuente con él. Por ello, espera que participar en la edición 33 de Sesiones AFE le dé la oportunidad de seguir demostrando su valía.
Empezó a jugar al fútbol “desde pequeñito, cuando mi padre me apuntó a un club en Barcelona, el Trajana, de un barrio cerca de donde yo vivía, un barrio muy humilde”. Tras una estancia de cuatro años en la Damm, en categoría Cadete pasa al R.C.D. Espanyol. “Siendo niño para mí ése fue un gran paso”, indica Álvaro. “En mi último año de Juvenil no empecé bien, pero revertí la situación a mitad de temporada y acabé marcando 12 goles. Además, tuve la suerte de debutar en Segunda División B con el Espanyol B y marqué 8 goles en el filial siendo juvenil; eso me dio paso a hacer la pretemporada con el primer equipo”.
La carrera de Álvaro Vázquez ya estaba lanzada hacia lo más alto, hasta el punto de que con 19 años debuta en Primera División de la mano de Mauricio Pochettino en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. “Tengo imágenes en la cabeza de ese momento como si fueran de hace cuatro días”, señala el delantero barcelonés. Recuerda “el viaje en el AVE con el primer equipo, la estancia en el hotel, viendo un partido la noche anterior con los compañeros…”.
En su debut en Primera División, tuvo “la suerte de jugar veinte minutos. Estaba muy tranquilo, tenía parte de mi familia localizada en la grada y estaba disfrutando, muy feliz, pero cuando me llaman del banquillo y me dicen que apriete, que voy a salir, en ese momento se me revolvió todo. Ocurrió que debuté, fue una sensación muy bonita, que con el paso de los años la recuerdas y la disfrutas”.
Álvaro Vázquez vivió entonces una época dorada. Con la Selección Española de Fútbol disputó el Campeonato del Mundo Sub-20 de 2011 en Colombia y se proclamó campeón de Europa Sub-21 en Israel dos años después. “La etapa de la selección es algo que recuerdas durante toda tu carrera, es la mejor etapa futbolística que he vivido. Juegas representando a tu país y es algo muy bonito. En el Mundial Sub-20 no llegamos a clasificarnos para semifinales, pero logré llevarme la Bota de Plata al marcar 5 goles. Tengo ese trofeo en casa, igual que la medalla de oro de la Eurocopa Sub-21 que ganamos en Israel. Es algo especial, recuerdos que te quedan marcados para toda la vida”.
Pochettino incluyó a Álvaro Vázquez definitivamente en el primer equipo del Espanyol. Después, firmó por el Getafe y pasó un año cedido en el Swansea de la Premier League inglesa. “Fue una experiencia enriquecedora”, explica Álvaro, pues “me enseñó otro fútbol que no conocía; el fútbol de gimnasio, de trabajo, fútbol duro… Me valió mucho al año siguiente cuando volví al Getafe. Fue un placer que allí me entrenara Michael Laudrup, un tío muy inteligente que me enseñó mucho fútbol”.
Tras otro paso de nuevo por el Espanyol, Álvaro Vázquez se curtió futbolísticamente en equipos como Gimnástic de Tarragona, Real Zaragoza, Sporting de Gijón y Sabadell en Segunda División, una categoría que define como “dura, con equipos de mucho nivel y muy parejos. Estuve muy a gusto a nivel deportivo en todos los equipos, aunque en Gijón estuve casi dos años y me hubiera gustado estar más, porque es una ciudad donde estaba muy feliz con mi pareja”.
Tuvo que marcharse y decidió poner rumbo a otro país, a la India. “Rescindí contrato con el Sporting y salió esa posibilidad. Había pasado unos años bastante complicados y opté por irme pensando en disfrutar de lo que es mi profesión, que a veces se nos olvida, pero nosotros, los futbolistas, disfrutamos poco. Es mucho trabajo constante, estamos pasando un examen diario, hay lesiones y no es fácil”.
En su primer año en India, en plena pandemia, todos los equipos estaban en la misma ciudad. Explica que “la aclimatación fue fácil porque vivíamos en una burbuja, encerrados en un hotel de mucho lujo, donde estábamos tranquilos y con todo lo que necesitábamos”. Con el Kerala Blasters culminó “una temporada deportiva muy buena. Metí bastantes goles, terminamos arriba en la tabla y acabamos siendo subcampeones de la Copa de la Liga”.
Al año siguiente firmó por el F.C. Goa. Su pareja tuvo que regresar a España y al acabar la temporada Álvaro rescindió “contrato con ellos, llegamos a un acuerdo. Quería estar cerca de mi familia en esos momentos tan especiales como eran el nacimiento y los primeros meses de vida de mi hija”. En su regreso recaló en la S.D. Ponferradina, que “había iniciado un proyecto para ascender a Segunda División. Venía de estar parado cuatro meses después de la competición de la India. He jugado algunos minutos residuales, me hubiera gustado jugar más, participar más en el éxito del equipo, pero no ha podido ser y llegamos a un acuerdo en invierno para rescindir contrato”.
Álvaro no quería quedarse en un equipo sin jugar y no quiere esperar al verano para encontrar un nuevo club. “Gracias a AFE puedo seguir entrenando y compitiendo. Sesiones AFE es un proyecto que no todos los jugadores conocen, sobre todo cuando tienes trabajo, y me incluyo. Yo no tenía ni idea de cómo funciona todo, no sabía que era todo tan profesional, que hay tanta gente detrás para que esto salga bien. Estoy muy agradecido a AFE, porque esto me va a venir muy bien si encuentro un equipo ahora y decido aventurarme en algo nuevo”.
Texto y fotos: Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)