Ante el anunciado traslado de dependencias municipales al llamado edificio CIDE, situado en la carretera de San Rafael, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce expresa su preocupación por el imparable proceso de vaciamiento que, desde hace años, está experimentando el recinto amurallado de Segovia, con la consiguiente pérdida de vida vecinal en el centro histórico.
Aun reconociendo que esta dinámica se está dando en otras ciudades de similares características, el caso segoviano resulta muy llamativo, pues empezó hace años con la fuga de servicios y el desmantelamiento de edificios públicos (hospital policlínico, colegio Jesuitinas, Colegio Universitario, Magisterio, INSS, juzgados) y ha continuado con una progresiva merma en las condiciones de habitabilidad, especialmente motivada por la creciente presión de un turismo cada vez más masificado y la conversión de inmuebles enteros en apartamentos para universitarios de elevado poder adquisitivo. En la línea en que se han pronunciado las asociaciones Amigos del Patrimonio de Segovia y AVRAS, la Academia entiende que estas circunstancias forman un caldo de cultivo para que se produzca en la Ciudad Vieja de Segovia —declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco— un proceso de gentrificación irreversible que acabe destruyendo su modo de vida y despojándola de su identidad.