1793

Hace unos pocos años leí esta novela y como siempre me pasa cuando voy a empezar a leer un libro que viene precedido de ganar premios, de ser un éxito de ventas y de tener buenas críticas, tengo miedo al desengaño, a la frustración. Pero no es el caso, leí “1793” del sueco Niklas Natt Och Dag (que por cierto significa Niklas noche y día) y es una novela fantástica. La he releído ahora para escribir este comentario y me ha gustado más aún de lo que recordaba. Se la ha comparado con “El Perfume” de Süskind y en algunas cosas comparto la comparación. Se ha hablado también de que es el nuevo “El nombre de la rosa” y ahí no. “El nombre de la rosa” de Umberto Eco me parece algo casi sublime, incomparable. A mí me ha recordado según iba leyendo muchas escenas de la película “Seven”. En los meses siguientes publicó una segunda entrega (1794) y una tercera (1795). Todas me parecen buenas, pero la mejor la primera, entre otras cosas, porque es la que te sorprende con el ambiente, con la trama, con los personajes, etc. Esta segunda lectura, años después me ha descubierto una grandísima novela. Muy recomendable.

Es un thriller histórico donde el cadáver aparece al principio, sin ojos, ni dientes, le han cortado la lengua y las cuatro extremidades. Espeluznante. Y más cuando aparece una sociedad secreta, Los Euménides, compuesta por los más ricos y pudientes que se creen con derecho a todo, hasta a las más deplorables conductas sexuales. Parece que esta sociedad no existió, pero lo hicieron otras parecidas en la Suecia del siglo XVIII, asociaciones de ricos, políticos, alta sociedad de la época, con derecho a la vida de las personas, a su uso indiscriminado. Se encargan de investigar el crimen, un abogado tuberculoso al límite de su vida por la enfermedad y un veterano de la guerra con Rusia, mutilado, que malvive como guarda.

Esta novela es, al parecer, el producto de una exhaustiva documentación de la vida cotidiana en el Estocolmo de esos años. Con los ecos de la Revolución Francesa amenazando, Suecia se vio envuelta en una guerra absurda contra Rusia desde 1788 al 1790, llevada por el capricho de su recién entronado y golpista Gustavo III. Pierde la guerra y el hambre y la pobreza asolaron a los ciudadanos en el año de la novela. Podredumbre, enfermedades como la tisis, viruela, tifus, las más variadas enfermedades sexuales y la pobreza de la mayoría tienen arrasada a la población. Todo ello genera que el pueblo se tenga que ganar la vida como puede y la prostitución, mísera, está muy difundida incluso entre las niñas. Robos y borracheras eran habituales en sus calles y tascas. En una sociedad así, impera la ley del más fuerte, se impone la maldad, la crueldad, el horror, la falta total de buen corazón. Prostitutas, ladrones, huérfanos, conviven en una ciudad sin higiene ni moral.

Con este panorama parece muy difícil construir una buena novela, leíble y que resulte creíble y que no espante a la vez. Y Niklas lo consigue. No escatima párrafos crueles, momentos donde “hueles” la novela, pero todo se va leyendo con tranquilidad, con emoción. Consta de cuatro partes, la primera donde se da cuenta del descubrimiento del cadáver y conocemos a los personajes que se van a encargar de la investigación. En las dos partes siguientes conocemos la vida de otros personajes, que aparentemente no tienen relación con la trama, pero poco a poco vas viendo las relaciones entre ellos. Y en la cuarta se van aclarando cosas y vamos conociendo las motivaciones y sentimientos de unos personajes bien construidos, magníficos y que van evolucionando con la novela.

Como decía hay escenas violentas, oscuras, desagradables, de un realismo apabullante, que, insisto, a veces te hace arrugar la nariz o pensar que tú también estás sucio. He leído que la novela “entra como el agua” y es verdad, te atrapa desde el principio y no la quieres dejar hasta el final. Es una gran novela porque es muy complicado juntar todo esto y que el resultado final sea consistente. Y lo es, es una cantidad inmensa de datos, de información, de detalles de la vida en esos años en Estocolmo. Y con detalles sociales importantes, como la lucha de los grandes por dominar a la justicia y poder esclavizar a los ciudadanos ajusticiando a los que se rebelan. Y lo depravado de estos nobles que, desde el principio te das cuenta de que están dispuestos a todo, hasta disfrutar del dolor ajeno. Pero también tiene momentos de esperanza en el ser humano cuando te plantea el que, ante tanta pobreza, oscuridad y la demostración de que la humanidad es capaz de cometer las más grandes atrocidades, siempre quedan las pequeñas victorias morales de cada individuo, en soledad. Cada vida individual es la gran esperanza.

Resumiendo, lo tiene todo. Me parece que tiene un equilibrio perfecto entre lo que cuenta y cómo lo cuenta y era muy difícil con ese material. Esto es literatura de calidad, de primer orden. Muy bien escrita, una trama absorbente, cruda cuanto tiene que serlo, tierna a veces, intrigante hasta el final. Cuando un libro te gusta y este es el caso, sientes llegar al final. Me atrevo a recomendarles su lectura, para que disfruten de una gran novela, muy interesante y sorprendente.

Léanla en papel, en un libro de verdad, el digital es otra cosa.

Al menos a mí me lo parece.

Heliodoro Albarrán

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