María José Tapia: “Hace tiempo que aprendimos que es más importante influir que mandar”

Reproducimos íntegramente el discurso que María José Tapia, presidenta de la Cámara de Comercio de Segovia ha pronunciado en la entrega de los Premios Sello Real de Paños 2024:  

 

Buenas tardes a todos y bienvenidos a este colofón de año empresarial que son los Premios Sello Real de Paños de la Cámara de Comercio.

Creo que todos los presentes lo sabéis, pero la Cámara de Comercio es una corporación de derecho público. Es universal, lo que quiere decir que no hay que asociarse. Que representamos a todo el tejido empresarial de la provincia, que me complace decir que está formado por más de 10.000 empresas. Prestamos servicios de diversa índole a todas ellas y, además, ejercemos competencias públicas que nos atribuyen las administraciones, como el Gobierno de España o la Junta de Castilla y León.

Por ello, como a mí me enseñaron que es de bien nacidos ser agradecidos, quiero comenzar este acto por supuesto dando las gracias a todos por estar aquí, pero en especial a mi querida Consejera de Industria Comercio y Empleo, Leticia, como representante de nuestra administración tutelante, la Junta de Castilla y León, por el reconocimiento que nos otorgáis, por saber cuál es la enorme importancia de las Cámaras de Comercio y por hacer tándem con nosotros para que nuestro tejido empresarial crezca. Desde la Cámara de Segovia nos ponemos a vuestra disposición para seguir trabajando duro en estos momentos complicados.

Y así como la Cámara no podría cumplir todas sus funciones sin la Junta de Castilla y León, estos premios no podrían haberse celebrado sin la inestimable ayuda de Caixabank. Gracias, Gerardo, por seguir apoyándonos año tras año no sólo en este evento, que para nosotros es el más importante del año, sino en las diversas actividades en las que hemos ido de la mano. Para la Cámara es fundamental el vínculo que mantenemos con vosotros y esperamos que perdure por muchos años más.

Supongo que os habréis fijado en el marco tan precioso en el que nos encontramos. Pues este lugar, la Academia de Artillería, forma parte de la historia fundamental de Segovia. De su identidad. Segovia es militar. Pocos lugares pueden presumir de tener nuestra base mixta y esta Academia, que ha formado a miles de militares que luego han cumplido con su deber para dar el mejor servicio para nuestro país. Nos han defendido orgullosos. Sin duda. Son de los que a diario no nos acordamos en exceso, pero en cuanto algo se pone difícil acudimos presurosos porque sólo ellos pueden salvarnos. Gracias, Coronel, Rafa, por acogernos hoy aquí de nuevo, porque hoy aunamos con este acto dos mundos tremendamente conectados. Y gracias por vuestro servicio a la sociedad, porque, aunque no siempre esté públicamente reconocido, algunos sí lo hacemos y nos sentimos en deuda constante y orgullosos de vosotros. Sabiduría, fidelidad y fortaleza.

Hemos hablado de piezas fundamentales para la Cámara de Segovia, pero no seríamos nada sin la red y el mundo Cameral. Somos orgullosos miembros del Consejo Regional de Cámaras que nos hace ser eslabón de una cadena fuerte. Porque al final todo esto va de eso, de que la unión hace la fuerza. Gracias a mis compañeros presidentes de otras Cámaras hoy aquí presentes, Ventura, Alberto, y en especial a Míchel, y Marian, porque este año habéis sido la fuerza fundamental para que la Cámara siga adelante en el momento más complicado. Y mira que, si alguien puede hablar de momentos complicados, es la Cámara de Segovia.

Por supuesto no voy a olvidarme de mis Plenarios, que desinteresadamente me acompañan al mando de esta nave, sin cuestionar cada plan o cada actividad que, cada vez son más. Ni de mis chicas de la Comisión. Siempre con una sonrisa y buena disposición. Gracias a todos.

Y llego a una parte emotiva, porque voy a darle las gracias al equipo. A todo el personal que compone la Cámara de Segovia. Porque han pasado el peor año de su historia. Hace un año, si os acordáis, celebrábamos el 120 aniversario. Recuerdo que por la mañana estábamos en Zibá ultimando detalles, todos muy nerviosos (porque estas galas son difíciles de organizar), y yo les cogí a todos, nos agrupamos, y les dije que en el momento en el que el presentador diera las buenas tardes, nervios fuera y a disfrutar. Que la fiesta era suya porque era SU cumpleaños. Que ellos hacen la Cámara día a día y que 120, o 240, son obra suya. Recuerdo que Carlos Besteiro me abrazó muy emocionado. Porque todos teníamos claro que los últimos años habían sido en gran parte gracias a él. Que sostuvo la Cámara junto con Pedro y Marián cuando todos la daban por acabada, y ese día veía también el fruto de su lucha. Nos abrazamos, le di las gracias, y quedamos en celebrar el 125 aniversario aún más por todo lo alto.

Pero hay cosas que no vienen en el manual del presidente. Hay cosas que no sabemos cómo gestionar. Y el día 31 de marzo Carlos se fue sin avisar. Os prometo que trabajó incansable hasta el último día. Exactamente igual que lo había hecho los anteriores 22 años. Carlos era el guía de esta institución. Y se fue. Y entonces todos nos quedamos ciegos. Hoy queremos hacerte un homenaje, Carlos. Y ojalá pudieras estar aquí para recogerlo, porque te hubieras jubilado de una vez y dejaras un ratito de jugar al golf para venir a recibirlo. Aunque estarías enfadado, porque nunca querías protagonismo. Preferías un café con un donut, que todo entraba mejor así. Gracias Carlos, por habernos dedicado tanto. Y gracias, Blanca y Javi, por haber sido equipo a su lado. Porque sabemos que Carlos llevaba la Cámara siempre dentro, también en casa.

Y gracias, equipo. Marián, Sara, Alfonso, Andrea, Gloria, Ángela, Jose y Paco. Porque disteis el DO de pecho. Porque en un momento en el que nadie sabíamos ni queríamos hacer, sólo nos miramos y dijimos: Por él. Esto tiene que seguir. Y lo hicisteis. Gracias por vuestra disposición constante, por vuestro trabajo y por no dudar nunca. Por sacar adelante lo de siempre y lo nuevo. Por sumar. Y gracias especiales a ti, Marian Hidalgo. Porque no conozco persona con más trabajo y, aun así, te echaste a la espalda esta Cámara. Porque sigues guiándonos por el camino como una luz. Porque nunca podremos agradecerte lo suficiente lo que estás haciendo por nosotros. Gracias infinitas.

Pero no olvidemos que, aparte del homenaje, hoy se entregan los Premios Sello Real de Paños 2024. No quiero olvidar agradecer a los miembros del jurado que, por primera vez, han ayudado a la Cámara en esta difícil decisión. Gerardo, Alcalde, Expresidentes, Vicepresidente… gracias. Fue unánime y respaldado por todos. Trabajar con vosotros habla de vuestra excelencia.

Pero para excelencia empresarial la de Drylock. Sobran las palabras, querido Bart, querido Miguel Ángel. Muchos no lo sabréis, pero en 1995 Bart, CEO de Drylock, tuvo un susto con el coche en Los Ángeles de San Rafael. Lejos de cogerle manía a esta tierra, decidió continuar apostando por ella. Como una señal. En 2018 apostasteis por la mayor inversión industrial realizada en la provincia y, por si acaso alguno intentaba igualaros, no habéis parado. Sois pioneros. Sois punteros. Eso, sumado a vuestra previsión de crecimiento hacen de vosotros el mejor ejemplo a seguir. Gracias por crear, ayudar, luchar y amar este territorio. Merecido premio. A por mucho más, y suerte en el camino.

Y hablando de caminos, el que recorren los cereales de O Palomo. Que es tan largo que este año han merecido el premio a la exportación. Pedro, habéis apostado por la innovación, la sostenibilidad, y eso os ha llevado no sólo a Europa sino a América y África. Enhorabuena. Sois también ejemplo de inversión, de crecimiento y de arraigo que lleva esos trocitos de Segovia por el mundo en algo tan fundamental que si desapareciera todos moriríamos de hambre. Así que estamos en vuestras manos, que queremos vivir como unos 100 años o más…

Que parece imposible, pero la Librería Cervantes lo ha conseguido. Cuando llego a hablar de este premio siempre digo lo mismo. Qué difícil es que una empresa llegue a consolidarse de inicio, es tarea casi imposible mantenerse 5 años, imaginaos los 118 que llevan al pie del cañón. Todos conocemos ese mítico escaparate que ha sido testigo y paso obligado de visitas de ilustres como Antonio Machado. Guillermo, enhorabuena, te tengo que pedir un favor. Seguid borrando todos los errores de Segovia con vuestras gomas gigantes, porque no lo sabéis, pero es una labor fundamental para todos los Segovianos.

Porque realizar labores por Segovia es fundamental para seguir desarrollándonos como provincia, y de eso sabe mucho La 8 Segovia. Enhorabuena por vuestro galardón a la labor realizada por Segovia. Siempre estáis al pie de la noticia, siempre con una sonrisa sean cuales sean las condiciones. Vuestra objetividad e independencia en estos tiempos en los que cada vez es más difícil mantenerse objetivo, llevar a cada hogar de nuestra tierra las noticias y todo lo que ocurre, merece todo el reconocimiento. Gracias por cubrirnos siempre, por darnos voz e imagen y mucho ánimo para seguir haciéndolo en el futuro.

Porque el futuro pinta difícil. Y oscuro. Y me vais a perdonar porque, como dije hace un año, aquí se viene a celebrar. Pero tengo que ponerme un poco seria, porque la situación actual lo requiere. Porque no podemos seguir mirando el tren pasar, porque nos va a arrollar.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de recibir una clase magistral de Xavier Marcet, donde, entre varios tips, nos dijo que una empresa se resume en una fórmula. Vender con margen, producir de forma eficiente y cobrar lo antes posible.

Esto parece algo a priori muy básico, y las empresas luchamos por conseguirlo día tras día. Ojalá lo consiguiéramos con éxito.

Pero somos muy optimistas. Y fuertes. Y seguimos transitando el camino mirando al frente y pisando fuerte a pesar de todo. Como, por ejemplo, la falta de personal. Y no digo personal cualificado, digo personal. En breve, muy breve, no vamos a tener personal que produzca bienes, dé servicios básicos, o los transporte. En un mundo en el que hay millones de parados y millones de ofertas de empleo, algo falla. Puede ser cultural, o puede ser porque ahora es más sencillo vivir sin trabajar. Está claro que los tiempos cambian, pero una cosa no. El dinero no nace en los árboles. Pero a nosotras, las empresas, los árboles no nos impiden ver el bosque.

Seguimos mirando hacia el futuro con ganas, tratando de hacer crecer nuestro territorio, por el que sentimos un gran arraigo. Aún así, somos sospechosos constantes de hacer las cosas mal. De engañar al sistema. De explotar a nuestros trabajadores. Por eso cada vez tenemos más leyes que nos asfixian y que nos dejan sin ellos durante días con bajas sin justificar, con la gestión imposible de jornadas reducidas o con medidas no consensuadas que afectan a nivel salarial. Que afectan a nuestros costes y nuestra supervivencia. Pero seguimos. Caminando sin mirar atrás ni a los lados, y sin ver lo que viene por delante, sólo esperando que sea más halagüeño.

Otra de nuestras grandes virtudes es que nos vamos adaptando. Hace tiempo que aprendimos que es más importante influir que mandar y que siempre ganan esos que tienen alma de aspirantes, que siempre ven camino por delante, y no los que piensan que ya lo han conseguido todo. Dicho esto, me voy a permitir el lujo de dar un consejo al aire… Por si llega a buen puerto. Tanto a nivel personal como profesional. No todo vale para conseguir resultados.

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Llega ya la Navidad, es increíble lo rápido que pasa el tiempo… Con el fin de año ya a la vuelta de la esquina, solemos hacer un repaso de todo lo que ha pasado. La realidad es que el 2024 ha sido un año frenético. Me pongo a pensar, y no soy capaz de elegir cuál ha sido la noticia más escandalosa que he leído. Y yo no leo prensa rosa, aunque todo cada vez está más diluido.

Bueno, sí. Puedo quedarme con un momento. Uno muy triste. El 29 de octubre una terrible DANA sacudía el este de nuestra península dejando una estela de fallecidos, vidas destrozadas, negocios anegados y desesperación. Y, ¿sabéis qué es lo más triste de todo? Que la noticia principal no era esa. La noticia era que las principales administraciones se culpaban entre sí por no haber sabido gestionarlo. Mientras el resto de españoles hacíamos lo posible por ayudar en la medida de nuestras posibilidades, los principales actores de la posible solución, discutían entre sí sin dar ninguna. En el siglo I A.C. los políticos se apuñalaban entre sí para conseguir el poder. Tal vez los tiempos no hayan cambiado tanto, después de todo.

Desde aquí quiero dar las gracias a todas esas administraciones, empresas, ciudadanos… que sí que supieron estar a la altura de las circunstancias. Porque es lo que necesitamos. Estamos hartos de ver discusiones, ataques, escándalos que tapan escándalos… Son mis terceros premios y es la tercera vez que digo esto. A ver si a la tercera vencida: Nos da igual quién lo haga mal. Lo que necesitamos es que alguien lo haga bien de una vez por todas. Porque ya es urgente. Y aquí estamos las empresas, una vez más, dispuestas a arremangarnos y ponernos a luchar por un mundo mejor. Como siempre, escúchennos por favor. O déjennos trabajar, que al menos si producimos podremos aportar algo.

Hay muchos conceptos que llenan el vocabulario empresarial últimamente. Sostenibilidad, digitalización, formación… No quiero despedirme sin hablar de uno que considero fundamental y que debería estar ya sobreentendido en estos momentos. La igualdad. No me malinterpretéis, creo que en España los hombres y las mujeres son absolutamente iguales en derechos y deberes. Lo que necesitamos es que eso se realice independientemente de dónde residan, que eso sí es una asignatura pendiente. Y si no, ¿para qué queremos un Ministerio de Igualdad?

Voy a finalizar este discurso con una reflexión. Es posible que los tiempos sí hayan cambiado. Porque os decía antes que una de las máximas de las empresas es vender, y todos pensamos que lo hacemos, pero tal vez la realidad es que estamos vendidos. Y ahora os pregunto, ¿Cambiamos el mundo en el 2025? Feliz Navidad a todos, y muchas gracias.

María José Tapia 

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