Antes que nada. Parece, presidente, que todo se está complicando. En el Congreso te insultan y traicionan los tuyos (delincuentes separatistas, herederos de terroristas y demás ultras) y tu única respuesta es un vídeo chabacano y chavista, ¿poca cosa no? Además, el que manda, desde la cueva de Waterloo, ya te ha dado instrucciones, quiere moción de confianza, amnistía plena, concierto económico, gestión de la inmigración y, sobre todo, que vayas a reunirte con él, te quiere humillado, de rodillas, te espera en su despacho oval. A Pedro, el cobarde, cada vez le queda menos. Vita pergit
Hoy les presento, les comento y les recomiendo un pequeño librito de apenas 70 páginas, más casi otras 20 de una introducción, adecuada pero un poco larga en mi opinión. El libro se titula “La mentira en política” y es de Hannah Arendt, una periodista, filósofa y pensadora de las más importantes del siglo XX, para mi, la más influyente. Hoy en día es muy seguida, estudiada, biografiada, comúnmente citada, etc. No se acaba nunca de descubrir totalmente su pensamiento y cuenta con legiones de seguidores entre los que me encuentro. Autora de infinidad de ensayos, estudios y trabajos en general sobre temas de libertades y derechos, escritora siempre implicada, nunca se esconde. He leído muchas de sus obras y para mi, las que más me han marcado son, sobre todo, “Eichmann en Jerusalén” donde creó el concepto de “banalidad del mal”, que me atrapó y que hice mío. Su obra más importante en general es “Los orígenes del totalitarismo”, obra más densa pero clave en el pensamiento político actual. Y para mí también es importante un libro que llamó “Verdad y mentira en política”, esclarecedor y tremendamente valiente. Hace un par de años, Alianza Editorial publicó este pequeño libro que hoy les recomiendo, con la parte dedicada a la mentira por separado.
Es un libro tan interesante y tan bien escrito que apenas tiene alguna página intrascendente. El libro es un análisis de “Los papeles del Pentágono”, una serie de documentos en principio secretos, que se publicaron en Estados Unidos a principios de los setenta centrados en las decisiones adoptadas por el gobierno en relación con la guerra de Vietnam (1945 a 1967) y que causaron gran revuelo en la sociedad y medios americanos.
En el libro se pueden encontrar frases como “la sinceridad no se ha contado nunca entre las virtudes de los políticos y la mentira se ha considerado siempre como un instrumento susceptible de justificación en política”. O como esta otra: “Esta es una de las lecciones que hemos podido aprender de los experimentos totalitarios y de la estremecedora confianza de los gobernantes totalitarios en el poder de la mentira y en su propia capacidad, por ejemplo, para reescribir la historia una y otra vez con el fin de adaptar el pasado a la “línea política” del presente o para eliminar los datos que no encajan con su ideología. Así, en una economía socialista, se niega que el paro exista y el parado se convierte simplemente en una persona inexistente”. Estas demoledoras frases y otras están en el libro y se refieren a los políticos americanos, pero yo creo que todos hemos pensado en nuestro país actualmente y en nuestro presidente en concreto.
Arendt habla de las dos nuevas formas de mentir en política. Una son las relaciones públicas, una variante de la publicidad, basada en su éxito en la sociedad de consumo, que es capaz de conseguir que compremos, por ejemplo, un jabón determinado. Creando y manipulando hechos, han entendido que no tienen límites en la manipulación psicológica del ciudadano primero creando una imagen y luego mentir y manipular hasta hacer creer en esa imagen. Y en estas dos premisas están. Y la segunda nueva forma de mentira, son los llamados “equipos de solución de problemas” que ahora están en los gobiernos, asesorando a los líderes totalitarios, auténticos ejércitos de personas provenientes de universidades, laboratorios de ideas, analistas de sistemas, guionistas, consultorías prestigiosas, etc. Un grupo de personas, en principio con cualidades morales respetables, pero que se venden a participar durante años en juegos de mentiras, engaños y falsedades. Y los gobiernos les van rotando, cambiando. Les vuelvo a asegurar que está en el libro aunque esto sea la realidad actual de nuestro gobierno.
Una variante curiosa que Arendt cita en el libro es que “los papeles del Pentágono” demostraron que el gobierno americano con sus mentiras no pretendía engañar al rival, al enemigo, sino a ellos mismos, al pueblo americano y al propio Congreso.
Con todo, para mí, la parte más importante del libro es cuando Arendt escribe: “… mentir constantemente no tiene como objetivo hacer que la gente crea una mentira sino garantizar que ya nadie crea en nada….. un pueblo que ya no puede distinguir entre la verdad y la mentira no puede distinguir entre el bien y el mal… un pueblo así, privado del poder de pensar y juzgar, está, sin saberlo ni quererlo, completamente sometido al imperio de la mentira” y añade: “…propio de políticos con vocación de autócratas, sin límites éticos, ni morales a su actuación para conseguir y mantenerse en el poder, auténticos líderes totalitarios”. Y lo triste, digo yo, es que nos han ganado, como ven ha vuelto a ganar Donald Trump, sin importarles la verdad o la mentira, el bien o el mal. Y en nuestro país…ni les cuento.
En fin, no les digo más. Sólo decirles que es una obra fundamental para conocer la realidad de nuestro mundo político actual, aunque el libro aborde un tema de hace muchos años. Las lecciones que nos aporta son, en mi opinión, abrumadoras. Como es un libro pequeñito, si alguien quiere profundizar en el tema, el libro citado de Arendt “Verdad y mentira en política”, es muy recomendable. Y también para los más interesados, en internet se puede bajar y leer una conferencia del filósofo francés Jacques Derrida, dada en 1975 en Buenos Aires titulada “Historia de la mentira” que es un complemento fantástico.
Ya saben, les recomiendo un pequeño gran libro, para que piensen, para que conozcan y también para que disfruten, como siempre con un buen libro. Léanlo en un libro de verdad, en papel, el digital es otra cosa. Al menos a mí, me lo parece.
Heliodoro Albarrán