La trinchera de letras

Antes que nada. Parece que se confirma que, al empezar los Consejos de Ministros, Don Pedrone, el cobarde, pone en pie a sus soldados y, juntos, cantan: “Feijoo quédate, Feijoo qué-da-te, lalaralalala lará, Feijoo quédate, Feijoo qué-da-te”. Y es que están felices con el jefe de la oposición, no se puede ser más inútil (políticamente hablando), no explica, no habla, no comunica. En esta situación extrema que vive España, el ciudadano necesita un líder de la oposición que tenga personalidad, que transmita seguridad, convicciones, con carisma. No este ser insulso, anodino. Cada día que pasa Sánchez el cobarde gobernando, retrocedemos en democracia, este gobierno fallido nos lleva a la ruina económica, social, institucional, con mentiras, con trampas. Feijoo, no vales, no estorbes más. Vita pergit

Hoy les hablo de un libro, de un ensayo que ha ganado el Premio Internacional Jovellanos del año pasado. El autor, Juan Soto Ivars, es además de escritor, periodista y persona que participa en múltiples tertulias y debates habitualmente. Es autor de varios libros comprometidos, que denuncian situaciones actuales que él considera injustas. Uno muy interesante “Arden las redes” sobre el peligro de las redes sociales, un libro “Nadie se va a reír” con un tema de actualidad en su momento, la violación de la manada y su trato en medios y en portales humorísticos, que resulta esclarecedor. Y he leído también “Knut Hamsun” un estudio/biografía sobre este escritor noruego que fue Premio Nobel de literatura y era un hombre sin formación, ninguna, un caso muy curioso. Por tanto, creo que es un escritor y periodista valiente y firme defensor de sus ideas y eso me gusta.

El libro comienza con la frase “¡Estamos en guerra! Pero tranquilos, es cultural”. Al poco de empezar, cita las palabras del actual ministro de cultura Urtasun en su toma de posesión “la cultura es una herramienta de combate contra la extrema derecha”, como decía Alberto Olmos, aparte de la patética incultura del ministro de cultura, si consigue acabar con la extrema derecha, la cultura habrá muerto porque ya habrá cumplido su objetivo. Sin palabras. Dice en el libro, que cuando la izquierda europea y americana, se dieron cuenta que la revolución bolchevique no llevaba a ninguna parte y el comunismo fracasaba como sistema económico en todas partes, enfocaron sus esfuerzos en la cultura. Si el capitalismo es malo, hace prosperar a los trabajadores y los idiotiza, habrá que cambiar a los trabajadores. Y entonces las universidades, al principio las americanas, se dedicaron a crear toda una industria de producción cultural que combinaba vidas de lujo capitalista con una pose moralista de izquierdas. Pañuelos palestinos de Dior, famosos fotografiados son niños africanos sonrientes, comidas con caviar para pedir la condonación de la duda al tercer mundo, etc. etc. Y se fue extendiendo al resto del mundo. Y desde la derecha lo mismo, los conservadores están convencidos que la cultura nos ha vuelto homosexuales, ha destruido matrimonios y erradicado la natalidad.  A la hora de hacer el ridículo, todos los políticos son casi iguales.

A lo largo del libro va desgranando y comentados casos reales, informaciones periodísticas, polémicas mediáticas que se han producido, como la memez de cambiar los cuentos infantiles (Caperucita por ejemplo) para no dañar a los niños. Y tratar también a los adultos como niños. La cantidad de nuevas versiones de películas adaptadas a lo políticamente correcto, se cargan grandes obras en aras de una moralidad intrigante. Dibujos animados cambiados o rótulos advirtiendo al comienzo de Peter Pan de su ¡racismo!. Y así comenta muchos casos de alucinante tontería. Anoten la frase “la risa brota del sentimiento, la ironía de la inteligencia”. Y esta otra “El adanismo que te encuentras es bestial, parece que estamos inventando los derechos humanos ahora”.

Da mucha importancia a lo largo del libro al tema de la educación y del conocimiento, Y a la eterna discusión de que los mayores están caducos y los que saben son los jóvenes. Comenta casos de articulistas famosos que fueron capaces de defender con la misma fuerza las palabras de Sánchez sobre que no iba a haber amnistía tildando incluso de viejos fachas a los que lo insinuaban, y 24 horas después cambiaron de forma radical en aras de mirar al futuro y no sé cuántas mentiras más. El tema del doble rasero, cómo los partidos critican una cosa cuando están en la oposición y luego cuando ostentan el poder hacen lo mismo.

Y así continua el libro, con ejemplos como “ocurre lo mismo cuando un inmigrante participa en una violación grupal o comete un crimen escabroso, la prensa, más preocupada por la xenofobia que por trasladar la verdad, nos habla de un joven”. Muy interesante esta reflexión: “…el sexo biológico es inmutable, es una verdad incontrovertible,  ….. pero ¿es una creencia el hecho que el sexo es inmutable? No. Uno puede creerlo o no creerlo, pero esto no cambia nada. La Tierra no gira alrededor de Saturno…”. Una frase atribuida a Felipe González: “la verdad es lo que la mayoría de ciudadanos creen como tal, luego “la verdad democrática” es una mentira con muy buena reputación”. Un tema muy interesante me ha parecido las dos o tres páginas que dedica para explicar el tema del conflicto Israel/Palestina y su tratamiento en los medios. Les prometo que, por fin, he entendido algo, por supuesto, su opinión, que me la creo porque al menos, es igual de válida que otras que me han querido vender. Otro tema que se comenta en el libro es el famoso suceso de un colegio mayor femenino de Madrid, cuyas alumnas tuvieron que soportar las burlas soeces de los alumnos, masculinos, de un colegio que está enfrente. Lo que se dijo en los medios, ya lo saben, pero “resulta que las aludidas, las supuestas víctimas de este “escarnio brutal”, eran las que estaban grabando las escenas entre risas y cuchicheos y las que subieron el vídeo  a Internet …. Un rito que se llevaba haciendo desde hacía mucho tiempo”.

Quiero terminar con la “brecha de género”, Soto Ivars dedica unas páginas a este tema y dice “tampoco se suele hablar de brecha de género en los suicidios, los accidentes laborales mortales, el sinhogarismo, el fracaso escolar, los castigos físicos en los colegios, el desigual destino de recursos para la investigación del cáncer de mama y de próstata, la obligación de combatir en una guerra, la población reclusa, … la ONU ha llegado a decir que las mujeres se han llevado la peor parte en la guerra de Ucrania porque les han  obligado a huir. No dice que a los hombres les obligaban a alistarse y por eso más del 96% de las bajas son masculinas”

En fin, un libro apasionante, para conocer cosas, para abrir nuestra mente a otras opiniones, para conocer lo que está pasando y que algunos quieren ocultarnos y engañarnos. Gran ensayo que les recomiendo encarecidamente. Bien documentado, bien estructurado, se lee fácilmente. Léanlo en un libro de verdad, en papel, el digital es otra cosa. Al menos es lo que amo me parece.

Heliodoro Albarrán 

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