Este lunes 24 de febrero se cumplen tres años de la invasión rusa al pueblo ucraniano. Una guerra, una herida que sigue abierta.
El acueducto de Segovia era testigo de la emoción, tristeza, lágrimas y dolor visible de algunos de los 130 refugiados que acoge la provincia de Segovia y que se concentraban para recordar esta dolorosa fecha que cambió para siempre sus vidas.
Tres años en los que los ucranianos han demostrado que rendirse no es una opción, y que han querido recordar a tantos y tantos fallecidos, y también agradecer al pueblo segoviano el apoyo por abrir sus puertas y corazones.