Desde primeros de mayo, Rosalía Serrano, la primera teniente de alcalde y concejala de Hacienda Local y contratación pública del Ayuntamiento de Segovia, se encuentra de baja médica.
Una baja médica que ha llevado a Serrano a participar en las dos últimas sesiones de pleno del consistorio (30 de mayo y 20 de junio) por vía telemática.
Recordar que Serrano se encuentra dentro del equipo de gobierno con dedicación exclusiva del 100% percibiendo de las arcas municipales 54.104,71 €, es decir del bolsillo de los segovianos. Ya lo dijo José Mazarías, alcalde de Segovia” aquí no hemos venido a perder dinero”, y a eso están entregados. Ni un sacrificio de más, ni un esfuerzo de más para con Segovia y los segovianos.
En plena baja médica, Serrano se desplazaba el pasado 18 de junio a la capital de España, con la mejor de sus sonrisas, para participar en la manifestación convocada por los alcaldes de la Federación Española de Municipios y Provincia (FEMP), dos días después esa misma baja la impedía asistir al pleno, como es una de las primeras obligaciones de cualquier concejal.
Seguramente la prescripción médica más habitual de cualquier facultativo ante una baja médica, sea recomendar asistir a una manifestación.
Ni ético, ni estético. Una vez más, se vuelve a poner en evidencia el desprecio a lo público, el desprecio a lo de todos.
¿Merece Segovia tan poco?, ¿se permitiría Serrano estas licencias en una empresa privada?, ¿merecen tan poco respeto los segovianos?, ¿Qué ocurriría con Serrano en una empresa privada?
Lo menos que se puede exigir a cualquier cargo público, y deberían exigirse a sí mismos este equipo de gobierno es el deber de la ejemplaridad, y en la que tanto incide el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo a sus cargos públicos, pero parece que ya han visto que, tras dos años, dan por perdida esta legislatura para Segovia y los segovianos, al menos pedirles que sean ejemplares. Segovia no merece menos.

En fin, que decir.
Hay mucha canalla suelta por ahí.
Esto, en empresa privada, seria imposible de hacer son correr el riesgo de despido.
Pero está en el Ayuntamiento de Segovia y eso es otra cosa, ¿verdad?