Antes que nada. Días malos para nuestro deleznable presidente. Abucheado en el desfile del día de la Fiesta Nacional. Llegó tarde y se fue pronto. Sin hablar. Cobarde. Tampoco habla del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado. Cobarde. Despreciable su postura de defensa de la dictadura venezolana. Está disgustado por la paz en Gaza, estaba feliz con la guerra Tramposo. Cobarde, sin hablar de su mujer, de su hermano, de Ábalos y sus putas, de Koldo, del fiscal borrador de mensajes con él, mentiroso. Pero sí, ya estuvo hace unos días en TVE con Pepa Bueno todo un ejemplo de profesional, de ecuanimidad, de valentía, de …. pelota impresentable. Y el martes ha estado en la SER, con otra “gran profesional”, Ángels. Con eso enfrente, has mentido, has contado tus patrañas. Sigue destruyendo España, con una parte de los medios y los diputados socialistas apoyando. Todos responsables e indecentes. Vita pergit.
Hoy les cuento, les hablo, les doy mi opinión sobre un libro, un pequeño libro, una pequeña joya. Se titula GENTE EN EL TIEMPO, del italiano Massimo Bontempelli. La fantástica Editorial Acantilado la ha recuperado ahora en español, muchos años después de su publicación en Francia e Italia. Bienvenido sea.
El resumen es sencillo. Año 1900, una mujer anciana conocida como la Gran Vieja se está muriendo y convoca a su alrededor a su hijo, su nuera, sus dos nietas, un notario, un sacerdote y un médico. Para decirles que no les necesita, que todo lo deja controlado y que “todos morirán pronto”.
Y se va cumpliendo, primero parece que todos se mueren un día 26 como la Gran Vieja, luego comprueban que no, que lo que se cumple es que muere un miembro de la familia cada 5 años. He leído por ahí, que se le considera a su autor, Massimo Bontempelli como precursor del “realismo mágico”. Me parece una exageración, si nos referimos al realismo mágico de Gabriel García Márquez, es un absurdo. Otra cosa es que sea un realismo mágico italiano. Vale.
La primera parte de la novela se hace transcendente porque va definiendo a los personajes, pocos pero todos útiles y atormentados por el “ninguno de vosotros llegará a viejo” que pronunció la abuela al morir. Y la trama va avanzando, la intriga, las dudas, la evidencia, la tensión. Con maestría. El autor administra sabiamente las dudas del lector, provocadoras. ¡Es absurdo!, piensan unos, ¡pero se cumple!, dicen otros. El instinto de supervivencia aparece como algo importante, algo decisivo en sus vidas y en la novela.
Pero también es literatura de la buena, las metáforas sobre la naturaleza están muy presentes: “el aire cuajado de estrellas se arremolinaba en brisas calientes que asfixiaban”, o “el jardín estaba agonizando” o otra mejor “el calor partía las piedras bajo el vientre de los lagartos”. Y un comentario, una frase deliciosa, para mí: “no importa morir, lo que importa es no saber cuándo”. Es una frase importante, la he hecho mía.
Me ha parecido magistral el tratamiento del suspense, el lector imagina lo que va a pasar, pero duda. ¿Y si no?. Se pueden hacer muchos comentarios, muchas reflexiones para debatir, el miedo a morir, las ganas de vivir, los miedos inesperados que surgen cuando estamos mal, la impotencia que sentimos al no poder controlar todo, el pensar qué hacemos con el tiempo que nos queda. Y muchas más. Hay un momento para mí especial, cuando las hermanas, las nietas, Dirce y Nora, ya no son niñas, son adultas, se plantean, ambas por separado, la posibilidad de morirse una de ellas para dar cinco años más de vida a la hermana que quede. Lectura importante, hace reflexionar, me parece importante que pensemos en estas cosas.
En fin, novela corta, se lee fácil, deja poso, hace pensar. Se la recomiendo. Es una pequeña joya literaria muy poco conocida. Disfruten de buena literatura y piensen, piensen, recomiéndenla a sus familiares y amigos y debatan. Hay muchos temas. Al menos a mí, me lo parece.
Heliodoro Albarrán