El corazón del Corpus late en la Catedral ante la amenaza de lluvia

Este domingo, la ciudad de Segovia ha celebrado con fervor la solemnidad del Corpus Christi, una de las fiestas más significativas del calendario litúrgico. La Santa Misa ha sido presidida por el Obispo de la Diócesis, Jesús Vidal, en la Catedral, y ha contado con la participación de más de un centenar de niños y niñas que han recibido este año su Primera Comunión. Los pequeños provenían de las parroquias de la capital y de los colegios Maristas, Concepcionistas y Claret, acompañados por familiares, catequistas y numerosos fieles. Así como de autoridades civiles y militares, Cáritas Diocesana de Segovia, cofradías, hermandades y asociaciones de laicos que han querido participar de esta fiesta tan especial.

 

Durante la homilía, Vidal ha recordado el sentido profundo de esta solemnidad, anclado en la misma tradición que nace de las palabras de Jesús en la Última Cena: «tomad y comed, esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros». El prelado ha invitado a los presentes a redescubrir el valor de la Eucaristía como signo de la entrega total de Cristo por la humanidad.

 

Tras la celebración, todo estaba preparado para la tradicional procesión con el Santísimo por las calles de Segovia, pero la aparición de lluvia y la posibilidad de tormentas obligaron a modificar los planes. En su lugar, el recorrido procesional se realizó en el interior de la Catedral, donde los niños de Primera Comunión dirigieron una oración final ante Jesús Sacramentado.

 

La celebración concluyó con la bendición del Obispo, quien animó a los presentes a dejarse tocar por la presencia viva de Cristo en la Eucaristía subrayando que, «aunque Jesús no haya salido sacramentalmente a la calle, saldrá en el interior de cada uno de nosotros que lo hemos recibido y acogido en nuestro corazón».

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