Muchas formas de elaborarlas, y unos u otros ingredientes, dependiendo de los gustos, pero todas ellas, las torrijas con un denominador común, el pan.
Juan José Marín, gran conocedor del mundo del pan, oficio heredado de su bisabuelo, mantiene una bonita y entrañable tradición de estas fechas como es la elaboración de las típicas torrijas de Semana Santa, que despacha en “Pasteleria Marín” en Gobernador Fernández Jiménez,8.
“Su elaboración y sus productos”, afirma Marin que son la clave de las torrijas que durante estos días ofrece a su fiel clientela.
Una torrija sencilla, esponjosa y que hace recordar esa cocina de antaño “ nuestra torrija es tradicional castellana, y la hacemos de dos variedades, una con azúcar y canela, rebozada, como siempre se han hecho en la provincia y capital, utilizando el pan que sobraba del día anterior, y que ahora lo hacemos con un pan, un poquito más sofisticado, tipo pan brioche, que está más esponjoso, y la otra variedad con leche, canela en rama, naranja, limón y un poquito de ron” nos confiesa Marin el secreto de su particular receta de este dulce típico de estas fechas.
Las torrijas no pierden adeptos ni vigencia por el paso del tiempo y siguen siendo uno de esos dulces que en estos días se siguen demandando, y quizás más en las pastelerías por la comodidad y falta de tiempo al hacerlo en casa. Así lo confirma Juan José Marin “es un dulce tradicional y que está totalmente en vigor y con mucha aceptación, igual que los roscones de reyes y los buñuelos de viento”.