Este fin de semana las calles de Urraca-Miguel (Ávila) volvían a engalanarse con blasones para celebrar el que ya se ha convertido en el tradicional Mercado Medieval, que alcanza su XIX edición, cada último sábado de agosto.
Un año más, el municipio salía a la calle y se volcaba en preparar y organizar esta jornada festiva, tras días de angustia y dolor por los recientes incendios que afectaban a la población.
Pastas, miel, abalorios, juguetes, comidas típicas, bebida… muchos productos que se ofrecían a los visitantes en los diferentes puestos, y en el que el colorido lo aportaron los vecinos que se vestían para la ocasión simulando el vestuario de la época, y que finalizaron con la ya también tradicional y conocida como fiesta golfa.
Una vez más, Urraca: Miguel volvía a hacer gala de unidad, de convivencia y resistencia a esa España vaciada.
